/ sábado 1 de agosto de 2020

Hablemos Legal | Juzgar por juzgar, ¡no es juzgar!

Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente. (Sócrates)

Cualidades que el gran filósofo daba a conocer respecto de la persona encargada de impartir justicia y que a la fecha siguen vigentes, el Juez. Una figura emblemática que todos conocemos por hechos que hemos vivido y por los cuales acudimos a los tribunales con la exigencia en mano de una pretensión, sea en el derecho civil, mercantil, laboral o penal.

El Juez radica su trabajo en lo que establece previamente la ley, actuar cuya materialización debe encaminarlo hacia la justicia, sabedores que no todas las decisiones nos pueden parecer justas pero ya no queda tanto en las decisiones de los juzgadores, sino más bien en los trabajos previos de las partes que intervienen con una imputación o acusación y de la otra con su defensa.

En el marco anterior, hablando sobre asuntos de alto impacto en nuestra sociedad, ocasionados por el tipo de delito cometido, otras veces por la difusión mediática en medios, la justicia en el Derecho Penal es responsabilidad de dos grandes actores del sistema. Uno de ellos es el Juez, pero en un segundo término; el otro es muy conocido por toda la ciudadanía, el Ministerio Público (hoy llamado Fiscal).

Esta figura de administración de justicia debe encargarse de la etapa muy esencial como lo es la investigación, en ella se recaban todos los datos que formarán base para una adecuada imputación de la persona señalada como actor del hecho penal; todo procedimiento debe recabar pruebas, debe investigarse, pero para ello es necesario contar con las herramientas adecuadas y capacitación en todos los términos posibles, desde el derecho sustantivo consagrado en el Código Penal de cada entidad, el manejo de las reglas de procedimiento establecidas en el Código Nacional de Procedimientos Penales, la oralidad como herramienta en juicios orales, el conocimiento de Derechos Humanos a nivel local e internacional, y al ser necesario, el adecuado manejo de la ciencia para el esclarecimiento de hechos por expertos llamados peritos.

En los temas de Jueces penales, esta autoridad judicial debe dar cumplimiento al debido proceso, es decir, respetar las formalidades esenciales en la ley para asegurar los derechos y libertades de una persona acusada, esto implica que todos somos iguales ante la ley y por ello tenemos los mismos derechos.

Sin embargo y por desgracia, las fallas presentadas antes de llegar a una audiencia con un Juez de Control o en su caso un Juez de enjuiciamiento, al aplicar la ley acontecen temas que no agradan a la sociedad en general pero no es por la decisión del Juez, sino que es por la falta de una buena base en la investigación, cuántas ocasiones no hemos leído que múltiples personas quedan en libertad o continúan su proceso con esta garantía, por errores de la Fiscalía, la pregunta es interesante: ¿Qué pasa en la fiscalía, o más bien, qué no, para llegar a esos puntos?

Un juez debe accionar su labor con objetividad, con apego a la ley y en busca de la justicia, pero ello implica que la procuración de justicia, en hechos señalados como delitos cumpla la función que le corresponde, aquí la sociedad debe hacer un llamado para que se tome más interés a tan importante función, por lo cual en casos que pudieran contarse con abogados particulares, llamados asesores jurídicos, estos realicen un fundamental apoyo para la integración de la Carpeta de Investigación. Al tiempo, los asesores jurídicos, abogados gratuitos que el Estado proporciona a las víctimas han visto superados por la gran cantidad de trabajo que deben atender, se requiere mayor personal para cumplir con su fin de atención y asesoramiento a las víctimas de un hecho señalado como delito.

El juez escucha los argumentos del Ministerio Público, los cuales deben ser motivados y fundamentados, lo mismo la defensa; para con ello la autoridad judicial resolver sobre la situación jurídica de cierta persona. Las evidencias son la motivación y el derecho la fundamentación, una encadenada con la otra para que la procuración de justicia se dé con la impartición de ésta.

  • Re generación 19
  • fb: Fausto E Villarreal

Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente. (Sócrates)

Cualidades que el gran filósofo daba a conocer respecto de la persona encargada de impartir justicia y que a la fecha siguen vigentes, el Juez. Una figura emblemática que todos conocemos por hechos que hemos vivido y por los cuales acudimos a los tribunales con la exigencia en mano de una pretensión, sea en el derecho civil, mercantil, laboral o penal.

El Juez radica su trabajo en lo que establece previamente la ley, actuar cuya materialización debe encaminarlo hacia la justicia, sabedores que no todas las decisiones nos pueden parecer justas pero ya no queda tanto en las decisiones de los juzgadores, sino más bien en los trabajos previos de las partes que intervienen con una imputación o acusación y de la otra con su defensa.

En el marco anterior, hablando sobre asuntos de alto impacto en nuestra sociedad, ocasionados por el tipo de delito cometido, otras veces por la difusión mediática en medios, la justicia en el Derecho Penal es responsabilidad de dos grandes actores del sistema. Uno de ellos es el Juez, pero en un segundo término; el otro es muy conocido por toda la ciudadanía, el Ministerio Público (hoy llamado Fiscal).

Esta figura de administración de justicia debe encargarse de la etapa muy esencial como lo es la investigación, en ella se recaban todos los datos que formarán base para una adecuada imputación de la persona señalada como actor del hecho penal; todo procedimiento debe recabar pruebas, debe investigarse, pero para ello es necesario contar con las herramientas adecuadas y capacitación en todos los términos posibles, desde el derecho sustantivo consagrado en el Código Penal de cada entidad, el manejo de las reglas de procedimiento establecidas en el Código Nacional de Procedimientos Penales, la oralidad como herramienta en juicios orales, el conocimiento de Derechos Humanos a nivel local e internacional, y al ser necesario, el adecuado manejo de la ciencia para el esclarecimiento de hechos por expertos llamados peritos.

En los temas de Jueces penales, esta autoridad judicial debe dar cumplimiento al debido proceso, es decir, respetar las formalidades esenciales en la ley para asegurar los derechos y libertades de una persona acusada, esto implica que todos somos iguales ante la ley y por ello tenemos los mismos derechos.

Sin embargo y por desgracia, las fallas presentadas antes de llegar a una audiencia con un Juez de Control o en su caso un Juez de enjuiciamiento, al aplicar la ley acontecen temas que no agradan a la sociedad en general pero no es por la decisión del Juez, sino que es por la falta de una buena base en la investigación, cuántas ocasiones no hemos leído que múltiples personas quedan en libertad o continúan su proceso con esta garantía, por errores de la Fiscalía, la pregunta es interesante: ¿Qué pasa en la fiscalía, o más bien, qué no, para llegar a esos puntos?

Un juez debe accionar su labor con objetividad, con apego a la ley y en busca de la justicia, pero ello implica que la procuración de justicia, en hechos señalados como delitos cumpla la función que le corresponde, aquí la sociedad debe hacer un llamado para que se tome más interés a tan importante función, por lo cual en casos que pudieran contarse con abogados particulares, llamados asesores jurídicos, estos realicen un fundamental apoyo para la integración de la Carpeta de Investigación. Al tiempo, los asesores jurídicos, abogados gratuitos que el Estado proporciona a las víctimas han visto superados por la gran cantidad de trabajo que deben atender, se requiere mayor personal para cumplir con su fin de atención y asesoramiento a las víctimas de un hecho señalado como delito.

El juez escucha los argumentos del Ministerio Público, los cuales deben ser motivados y fundamentados, lo mismo la defensa; para con ello la autoridad judicial resolver sobre la situación jurídica de cierta persona. Las evidencias son la motivación y el derecho la fundamentación, una encadenada con la otra para que la procuración de justicia se dé con la impartición de ésta.

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