/ martes 28 de abril de 2020

¡Imagínese! | Se buscan estadistas

Ante las crisis que hoy nos mantienen sometidos, la alternativa es ir más allá de los pleitos de lavadero, tomar nuestro destino en nuestras propias manos y exigir que se solucionen la ausencia de salud, de empleos, de oportunidades, ya es hora de que (como decía Winston Churchill) los políticos se conviertan en estadistas, por pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.

Desde mi óptica el gobierno de Tamaulipas se ha adelantado en acciones para proteger a la ciudadanía y se ha caracterizado por mantener una actitud sistemáticamente diferenciada respecto del gobierno federal y aunque ha existido desde siempre una relación de un muy liviano respeto institucional, está claro que el gobierno del estado no debe lidiar con conflictos tan serios (y onerosos) como lo es la grave crisis humanitaria relacionada a los inmigrantes en nuestra frontera, problema que compete a la federación y que se agrava con la presencia del coronavirus, por lo que el asunto ya llegó hasta una Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que cumpla con este acuerdo. En el marco de la pandemia, los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila protagonizan el que ya llaman “Bloque Noreste”, que complementan los gobernadores de Jalisco y Chihuahua, que buscan que se les tome en cuenta en cuanto a los recursos para atender la emergencia sanitaria se refiere. A éstos se les han sumado los gobernadores de Durango y Michoacán, con quienes se reunieron de manera virtual y presencial con empresarios de sus respectivas entidades para definir acciones en conjunto para la reactivación económica, para lo cual crearon mesas de trabajo en las áreas de construcción, vivienda, manufactura, agropecuaria, comercio, servicios, automotriz, energética y de instituciones financieras. También buscan con la federación (además de revisar la Ley de Coordinación Fiscal), homologar la operación de industrias esenciales con Estados Unidos y Canadá, flexibilizar y agilizar la política fiscal federal y un punto clave: cancelar los proyectos no prioritarios (Llámese Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles), lo que evidentemente no gustó en Palacio Nacional. Veremos que sale de la siguiente reunión en Tampico. Estas y otras acciones, como el tema del crédito que solicitó el gobierno estatal, o acciones que buscan el distanciamiento social como el doble no circula que ya entró en vigor en Tamaulipas, no están exentas del oportunismo político de unos y otros, criticándose mutuamente, muchas veces con calumnias, otras con el golpeteo corriente que lejos de conciliar o buscar alternativas de solución al conflicto, buscan el aplauso fácil y el recordatorio hostil: “nos vemos en las urnas”. Ante la emergencia sanitaria, ante la emergencia social y ante la emergencia económica que parece explotarles en la cara a los gobiernos, la gente no quiere que sus representantes jalen cada uno por su lado y se saquen la lengua, exigen soluciones pragmáticas a un gravísimo conflicto que cuesta vidas, empleos y atrae miseria. Este es el mejor momento de encontrar soluciones que no ofrecen los gobiernos, las que da la sociedad misma reconstituyéndose desde la célula misma de la familia, aprender a cuidarnos los unos a los otros, aprender a tomar en serio el problema, dejar de desestimarlo y mostrar a otras diferentes formas de proteger nuestra salud y la de los nuestros. Dejar de criticar la imprudencia de utilizar o no el automóvil o la mascarilla, si lo que se busca en que nadie salga de casa.

Es necesario ver más allá de la pandemia y creer que las soluciones para el desempleo estarán en el consumo local, en cuidar nuestras economías personales y las de nuestra propia gente. Quizás sea ésta la mejor oportunidad que tienen los legisladores para (además de donar sus salarios y llevar despensas a la gente), construyan iniciativas, propuestas de apoyo a la gente que más necesitará de créditos, de fórmulas de ayuda económica, de grandes plazos y otros proyectos. Nada ni nadie será igual después del coronavirus. Los políticos bajo la lupa en cuanto a su gestión y manejo de estas crisis se han visto rebasados por mucho y son pocos los que realmente se salvan de esta dura prueba. Esta pandemia nos ha hecho ver la ineptitud de muchos de ellos en la gestión a tiempo de la crisis y la habilidad de otros por encontrar un oportunismo y destacar en el contexto de las anquilosadas prácticas de campaña. Aún desconocemos los alcances del daño que como sociedad nos ha hecho esta pandemia, pero desde ya conocemos la torpeza de quienes tienen el mando en el país ¿tendrán tiempo para enderezar el camino, colocar en primer lugar a la gente y pensar a futuro? …pronto lo descubriremos.

marioagamezh@hotmail.com

Luis Sepúlveda

Escritor chileno

Los gobiernos viven de las dentelladas traicioneras que les propinan a los ciudadanos”

Ante las crisis que hoy nos mantienen sometidos, la alternativa es ir más allá de los pleitos de lavadero, tomar nuestro destino en nuestras propias manos y exigir que se solucionen la ausencia de salud, de empleos, de oportunidades, ya es hora de que (como decía Winston Churchill) los políticos se conviertan en estadistas, por pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.

Desde mi óptica el gobierno de Tamaulipas se ha adelantado en acciones para proteger a la ciudadanía y se ha caracterizado por mantener una actitud sistemáticamente diferenciada respecto del gobierno federal y aunque ha existido desde siempre una relación de un muy liviano respeto institucional, está claro que el gobierno del estado no debe lidiar con conflictos tan serios (y onerosos) como lo es la grave crisis humanitaria relacionada a los inmigrantes en nuestra frontera, problema que compete a la federación y que se agrava con la presencia del coronavirus, por lo que el asunto ya llegó hasta una Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que cumpla con este acuerdo. En el marco de la pandemia, los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila protagonizan el que ya llaman “Bloque Noreste”, que complementan los gobernadores de Jalisco y Chihuahua, que buscan que se les tome en cuenta en cuanto a los recursos para atender la emergencia sanitaria se refiere. A éstos se les han sumado los gobernadores de Durango y Michoacán, con quienes se reunieron de manera virtual y presencial con empresarios de sus respectivas entidades para definir acciones en conjunto para la reactivación económica, para lo cual crearon mesas de trabajo en las áreas de construcción, vivienda, manufactura, agropecuaria, comercio, servicios, automotriz, energética y de instituciones financieras. También buscan con la federación (además de revisar la Ley de Coordinación Fiscal), homologar la operación de industrias esenciales con Estados Unidos y Canadá, flexibilizar y agilizar la política fiscal federal y un punto clave: cancelar los proyectos no prioritarios (Llámese Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles), lo que evidentemente no gustó en Palacio Nacional. Veremos que sale de la siguiente reunión en Tampico. Estas y otras acciones, como el tema del crédito que solicitó el gobierno estatal, o acciones que buscan el distanciamiento social como el doble no circula que ya entró en vigor en Tamaulipas, no están exentas del oportunismo político de unos y otros, criticándose mutuamente, muchas veces con calumnias, otras con el golpeteo corriente que lejos de conciliar o buscar alternativas de solución al conflicto, buscan el aplauso fácil y el recordatorio hostil: “nos vemos en las urnas”. Ante la emergencia sanitaria, ante la emergencia social y ante la emergencia económica que parece explotarles en la cara a los gobiernos, la gente no quiere que sus representantes jalen cada uno por su lado y se saquen la lengua, exigen soluciones pragmáticas a un gravísimo conflicto que cuesta vidas, empleos y atrae miseria. Este es el mejor momento de encontrar soluciones que no ofrecen los gobiernos, las que da la sociedad misma reconstituyéndose desde la célula misma de la familia, aprender a cuidarnos los unos a los otros, aprender a tomar en serio el problema, dejar de desestimarlo y mostrar a otras diferentes formas de proteger nuestra salud y la de los nuestros. Dejar de criticar la imprudencia de utilizar o no el automóvil o la mascarilla, si lo que se busca en que nadie salga de casa.

Es necesario ver más allá de la pandemia y creer que las soluciones para el desempleo estarán en el consumo local, en cuidar nuestras economías personales y las de nuestra propia gente. Quizás sea ésta la mejor oportunidad que tienen los legisladores para (además de donar sus salarios y llevar despensas a la gente), construyan iniciativas, propuestas de apoyo a la gente que más necesitará de créditos, de fórmulas de ayuda económica, de grandes plazos y otros proyectos. Nada ni nadie será igual después del coronavirus. Los políticos bajo la lupa en cuanto a su gestión y manejo de estas crisis se han visto rebasados por mucho y son pocos los que realmente se salvan de esta dura prueba. Esta pandemia nos ha hecho ver la ineptitud de muchos de ellos en la gestión a tiempo de la crisis y la habilidad de otros por encontrar un oportunismo y destacar en el contexto de las anquilosadas prácticas de campaña. Aún desconocemos los alcances del daño que como sociedad nos ha hecho esta pandemia, pero desde ya conocemos la torpeza de quienes tienen el mando en el país ¿tendrán tiempo para enderezar el camino, colocar en primer lugar a la gente y pensar a futuro? …pronto lo descubriremos.

marioagamezh@hotmail.com

Luis Sepúlveda

Escritor chileno

Los gobiernos viven de las dentelladas traicioneras que les propinan a los ciudadanos”