/ domingo 24 de diciembre de 2023

Liberándose del alcohol | Es tiempo de decidir

“Los miembros de Alcohólicos Anónimos no aprenden a manejar el alcohol sino a vivir sin él" . (Manual de información pública, pág. 40)

Jesús, es un borrachito que consumió alcohol durante cinco días seguidos, del sábado 16 al miércoles 20 del presente mes de diciembre. El jueves 21 su cuerpo ya no resistió los embates del alcohol y tuvo que ser atendido por un médico. Su organismo fue hidratado rápidamente, pero se negaba a tolerar alimento y lo vomitaba de inmediato. Sus manos empezaron a encoger sus dedos y no los podía extender. Un dolor de cabeza le atacaba fuertemente y el miedo se apoderó de su mente y de la de su madre quien llegó a pensar en el desenlace fatal.

Por fortuna los medicamentos hicieron su tarea y paulatinamente, Jesús fue saliendo de su crisis y su mamá fue recuperando poco a poco su tranquilidad.

No es la primera vez que Jesús sufre una crisis de tales características. Es la tercera vez que la padece, aunque dice que esta ha sido la peor. Jesús vivía en unión libre con una pareja con la cual tiene dos hijas, de las cuales la menor tiene apenas tres meses. Ante la realidad alcohólica de Jesús, su pareja decidió abandonarlo llevándose a sus dos hijas, hecho que complica todavía más el estado emocional de Jesús.

Ante tan desafortunada realidad la familia de Jesús, además de llevarlo con el médico, también le buscó ayuda en la comunidad de Alcohólicos Anónimos. La agrupación atendió la petición y acudió al domicilio de Jesús y tras un breve diálogo sobre la realidad de Jesús lo invitaron a las reuniones de recuperación de un Grupo de la comunidad. El viernes 22 Jesús asistió a una reunión de recuperación celebrada en un grupo de la organización de AA. Lo acompañó un cuñado, quien también había pertenecido a la comunidad y por decisiones equivocadas se había retirado del entorno de AA. El lamentable hecho que vivió Jesús, motivó a su cuñado a reincorporarse a la comunidad de AA.

Hay muchos enfermos alcohólicos, que no han llegado a vivir experiencias tan destructivas que los obliguen a pensar en la muerte como una opción de su realidad. Algunos tienen momentos de lucidez y deciden buscar el camino de la sobriedad, para evitarse experiencias tan dolorosas y muchas veces vergonzantes. “Cuando veas la barbas de tu vecino cortar echa las tuyas a remojar” dice el refrán.

La triste experiencia de Jesús nos presenta una oportunidad para decidir. Sin duda es tiempo de decidir. diciembre es un mes de exceso en el consumo de alcohol. Algunas personas tienen su primer contacto con esta droga y para no pocos es el inicio de una historia de fracasos y frustraciones que acaban con una vida en forma prematura. Sin duda es tiempo de decidir. Si estoy en las garras del alcoholismo, es momento de cambiar. El propósito de nuestra vida no es vivirla borracho, destruyendo mi existencia y la de mi familia. El propósito de mi vida es ser útil y feliz.

Esta noche, 24 de diciembre, es Nochebuena. Es una noche de alegría, de convivencia y de buenos deseos, sin duda esto será más consciente y bello si se hace sin alcohol. Feliz Navidad para todos.

La comunidad de AA tiene las puertas abiertas para recibir a toda persona que quiera erradicar de su vida el consumo de alcohol. Pide ayuda en los siguientes teléfonos: 8332125634, 8331055995 y 8332289003.

“Los miembros de Alcohólicos Anónimos no aprenden a manejar el alcohol sino a vivir sin él" . (Manual de información pública, pág. 40)

Jesús, es un borrachito que consumió alcohol durante cinco días seguidos, del sábado 16 al miércoles 20 del presente mes de diciembre. El jueves 21 su cuerpo ya no resistió los embates del alcohol y tuvo que ser atendido por un médico. Su organismo fue hidratado rápidamente, pero se negaba a tolerar alimento y lo vomitaba de inmediato. Sus manos empezaron a encoger sus dedos y no los podía extender. Un dolor de cabeza le atacaba fuertemente y el miedo se apoderó de su mente y de la de su madre quien llegó a pensar en el desenlace fatal.

Por fortuna los medicamentos hicieron su tarea y paulatinamente, Jesús fue saliendo de su crisis y su mamá fue recuperando poco a poco su tranquilidad.

No es la primera vez que Jesús sufre una crisis de tales características. Es la tercera vez que la padece, aunque dice que esta ha sido la peor. Jesús vivía en unión libre con una pareja con la cual tiene dos hijas, de las cuales la menor tiene apenas tres meses. Ante la realidad alcohólica de Jesús, su pareja decidió abandonarlo llevándose a sus dos hijas, hecho que complica todavía más el estado emocional de Jesús.

Ante tan desafortunada realidad la familia de Jesús, además de llevarlo con el médico, también le buscó ayuda en la comunidad de Alcohólicos Anónimos. La agrupación atendió la petición y acudió al domicilio de Jesús y tras un breve diálogo sobre la realidad de Jesús lo invitaron a las reuniones de recuperación de un Grupo de la comunidad. El viernes 22 Jesús asistió a una reunión de recuperación celebrada en un grupo de la organización de AA. Lo acompañó un cuñado, quien también había pertenecido a la comunidad y por decisiones equivocadas se había retirado del entorno de AA. El lamentable hecho que vivió Jesús, motivó a su cuñado a reincorporarse a la comunidad de AA.

Hay muchos enfermos alcohólicos, que no han llegado a vivir experiencias tan destructivas que los obliguen a pensar en la muerte como una opción de su realidad. Algunos tienen momentos de lucidez y deciden buscar el camino de la sobriedad, para evitarse experiencias tan dolorosas y muchas veces vergonzantes. “Cuando veas la barbas de tu vecino cortar echa las tuyas a remojar” dice el refrán.

La triste experiencia de Jesús nos presenta una oportunidad para decidir. Sin duda es tiempo de decidir. diciembre es un mes de exceso en el consumo de alcohol. Algunas personas tienen su primer contacto con esta droga y para no pocos es el inicio de una historia de fracasos y frustraciones que acaban con una vida en forma prematura. Sin duda es tiempo de decidir. Si estoy en las garras del alcoholismo, es momento de cambiar. El propósito de nuestra vida no es vivirla borracho, destruyendo mi existencia y la de mi familia. El propósito de mi vida es ser útil y feliz.

Esta noche, 24 de diciembre, es Nochebuena. Es una noche de alegría, de convivencia y de buenos deseos, sin duda esto será más consciente y bello si se hace sin alcohol. Feliz Navidad para todos.

La comunidad de AA tiene las puertas abiertas para recibir a toda persona que quiera erradicar de su vida el consumo de alcohol. Pide ayuda en los siguientes teléfonos: 8332125634, 8331055995 y 8332289003.