/ jueves 21 de mayo de 2020

Ocurrencias del futbol | Entre todos los campeones del mundo habidos, Argentina dejó más dudas

Argentina 1978, desde mi muy humilde punto de vista, fue una de las burlas más descaradas al espíritu del futbol y una burla vil a toda la afición del mundo. Si bien recuerdan, al llegar al sexto partido, Brasil superaba a Argentina en goles anotados cuando a los argentinos les faltaba jugar contra Perú, al que debía de anotarle 4 goles sin recibir ninguno, Perú alineaba con Quiroga en la portería, y Quiroga era un argentino naturalizado al que Brasil le había anotado 3 goles, pero resulta que Argentina, que necesitaba anotarle cuatro para poder calificar, le anotó 6, algo que generó incredulidad al público y a los medios de comunicación especializados.

Semejante a lo ocurrido en Italia, en donde Benito Mussolini encontró la forma de que el arbitraje favoreciera a Italia, que debía ganar o ganar, igual en Argentina '78, Jorge Rafael Videla, militar que ocupaba la precidencia de Argentina, tenía el propósito de que su gobierno ganara popularidad con el triunfo de su equipo, surgiendo la sospecha nada descabellada de que haya existido una comunicación entre el gobierno militar de Argentina con el de Perú, en donde Víctor Raúl Haya de la Torre, quien también militar fungía como presidente de la Asamblea Constituyente de Perú, gestándose de esta forma la eliminación de Brasil... Muy al estilo del Generalísimo Francisco Franco, cuyas armas eran bendecidas por el Opus Dei, para que garantizaran el triunfo de su causa, Argentina '78 es el único Campeonato Mundial en cuya inauguración se ofició una misa.

Brasil 0-0 España, Brasil 1-1 Suecia, Brasil 1-0 Austria, Brasil 3-0 Perú, Brasil 0-0 Argentina, Brasil 3-1 Polonia, Brasil 2-1 Italia... Argentina 2-1 Hungría, Argentina 2-1 Francia, Argentina 0-1 Italia, Argentina 0-0 Brasil, Argentina 2-0 Polonia, Argentina 6-0 Perú, Argentina 1-1 Holanda (3-1 en tiempos extra) ¡Sí, Brasil con siete juegos sin perder, fue eliminado! Ese fue el primer Campeonato Mundial ganado por Argentina, el segundo lo consiguió en México, cuando Maradona, con un gol anotado con la mano, avanzó, eliminando injustamente a Inglaterra, incurriendo nuevamente en blasfemia y profanación, al nombrar a la jugada del gol de Maradona como "La mano de Dios", insinuando que Dios es tramposo.

En Argentina '78, el encuentro para determinar el tercer puesto del torneo enfrentó a un equipo ligeramente en alza, Brasil, y otro en claro declive, Italia. Pero al margen de la evolución del juego de más selecciones, italianos y brasileños compartían idéntica desmoralización, ya que unas jornadas antes albergaban la esperanza de encontrarse, pero no para dirimir la tercera plaza en un partido de consolación, sino para disputarse la Copa del Mundo. El desinterés de los dos equipos se reflejó en la pobre calidad del juego. Italia estableció durante todo el primer tiempo un sistema de contraataque que concedía a Brasil el dominio territorial del campo, pero que proporcionaba a los delanteros europeos las mejores ocasiones de gol frente a un Leao muy inseguro. A los 38 minutos consiguió Causio el gol italiano, al rematar con la cabeza un centro de Paolo Rossi.

Tras el descanso, Brasil reemplazó al extremo Gil por el delantero centro Reinaldo, mientras Roberto se mantenía en el equipo. La presión territorial de los brasileños se hizo más acuciante a partir de ese momento, aunque persistían en su inútil empeño de penetrar en la tupida defensa italiana por el vértice del ataque, en donde se estrellaban todos los intentos. Tuvo que ser un tiro libre lanzado por el defensa Nelinho en el minuto 63, en fallo incomprensible del veterano guardameta Dino Zoff, el que diera el empate a los brasileños. Con el 1-1 en el marcador, Claudio Coutinho se decidió a dar entrada en el equipo a Roberto Rivelino, el hombre que había sido postergado durante los últimos cinco partidos disputados por su selección.

La presencia del bigotudo capitán del Fluminense tuvo efectos inmediatos. El primer balón que llegó a sus pies lo jugó con gran maestría desde el centro del campo, rebasó a varios jugadores italianos y profundizó hacia la izquierda para el extremo Mendoça, este retrasó a Dirceu, el pequeño volante y este soltó un espléndido disparo que Zoff no alcanzó a detener. Italia, muy encogida durante todo el segundo tiempo por falta de fuerza física y de espíritu de lucha, había perdido una vez más al aplicar el viejo catenaccio en vez de lucir el juego agresivo, técnico y vistoso que en pocos días la había convertido en una de las selecciones más calificadas para ganar el torneo. Fue así que Brasil evidenció la falta de gente como Pelé y Gerson, que bien pudieron ser suplidos por Zico y Rivelino, que fueron ignorados por Coutinho, quien demostró ser mejor como técnico de voleibol que de futbol.

Hasta pronto amigo.