/ sábado 31 de octubre de 2020

Tampico hermoso | El Carpintero

¿Por qué el deterioro inmenso de la laguna no comenzó en este sexenio, ni siquiera en los pasados diez años?, se necesitó el peor de los descuidos, el mayor desprecio por la ecología de parte de gobierno y ciudadanos, del pueblo todo, para que lo que fuera un sitio de vida se convirtiera en un descuido total por el respeto a la naturaleza.

Crónica de un renacimiento, de Isabel Arvide

Nuestro alcalde ha puesto su mirada en El Carpintero, en varias ocasiones he tenido el gusto de oírlo decir que hay un apoyo gubernamental e interés para restaurar en todos aspectos la hermosa laguna, esto es evitar su deterioro ecológico y promover su funcionalidad como centro turístico.

Con anterioridad hace ya algunos años, siendo alcalde Álvaro Garza Cantú, se abocó al saneamiento y recuperación de la laguna, controlando algunas descargas que la contaminaban, siendo tal el olor que despedía, que fue bautizada como “el paseo buenos aires”. Se construyeron palapas, jardines y hasta se llevaron a cabo sesiones de cabildo en su margen. La confianza de los vecinos renació, la visitan con frecuencia convirtiéndose en uno de sus principales paseos.

Vinieron nuevos alcaldes interesados en continuar y mantener esta importante obra, hubo andadores, cocodrilarios, autobuses turísticos, lanchas de paseo y hasta un puente que permite visitar el Centro de Convenciones y el Metro.

Se celebraron regatas, competencias de lanchas rápidas; la Nauticopa, en los tiempos de Fernando Azcárraga, convocó no solo a la zona conurbada, sino internacionalmente y a muchos estados vecinos, convirtiéndose en un magnífico evento.

Sin embargo, el deterioro ha comenzado, el descuido es evidente, el mal olor se siente, autoridades y ciudadanía han olvidado la laguna, es por eso que cobran tanta importancia las palabras de don Jesús, así como su voluntad e intención de restaurarla, como ya se dijo, en todos sus aspectos.

Para ello se necesitan, a mi juicio, saneamiento del drenaje controlar la población de cocodrilos para que se permita usar la laguna como lo que es, lanchas de remo, veleros, bicicletas acuáticas, dentro de lo mismo, vigilar y controlar los lugares de zoológico al público, evitando la contaminación humana en el hábitat de los cocodrilos.

Y por último, crear restaurantes concesionados en el centro y en los extremos del paseo.

Felicito y apoyo a la primera autoridad, por su preocupación por El Carpintero.

¿Por qué el deterioro inmenso de la laguna no comenzó en este sexenio, ni siquiera en los pasados diez años?, se necesitó el peor de los descuidos, el mayor desprecio por la ecología de parte de gobierno y ciudadanos, del pueblo todo, para que lo que fuera un sitio de vida se convirtiera en un descuido total por el respeto a la naturaleza.

Crónica de un renacimiento, de Isabel Arvide

Nuestro alcalde ha puesto su mirada en El Carpintero, en varias ocasiones he tenido el gusto de oírlo decir que hay un apoyo gubernamental e interés para restaurar en todos aspectos la hermosa laguna, esto es evitar su deterioro ecológico y promover su funcionalidad como centro turístico.

Con anterioridad hace ya algunos años, siendo alcalde Álvaro Garza Cantú, se abocó al saneamiento y recuperación de la laguna, controlando algunas descargas que la contaminaban, siendo tal el olor que despedía, que fue bautizada como “el paseo buenos aires”. Se construyeron palapas, jardines y hasta se llevaron a cabo sesiones de cabildo en su margen. La confianza de los vecinos renació, la visitan con frecuencia convirtiéndose en uno de sus principales paseos.

Vinieron nuevos alcaldes interesados en continuar y mantener esta importante obra, hubo andadores, cocodrilarios, autobuses turísticos, lanchas de paseo y hasta un puente que permite visitar el Centro de Convenciones y el Metro.

Se celebraron regatas, competencias de lanchas rápidas; la Nauticopa, en los tiempos de Fernando Azcárraga, convocó no solo a la zona conurbada, sino internacionalmente y a muchos estados vecinos, convirtiéndose en un magnífico evento.

Sin embargo, el deterioro ha comenzado, el descuido es evidente, el mal olor se siente, autoridades y ciudadanía han olvidado la laguna, es por eso que cobran tanta importancia las palabras de don Jesús, así como su voluntad e intención de restaurarla, como ya se dijo, en todos sus aspectos.

Para ello se necesitan, a mi juicio, saneamiento del drenaje controlar la población de cocodrilos para que se permita usar la laguna como lo que es, lanchas de remo, veleros, bicicletas acuáticas, dentro de lo mismo, vigilar y controlar los lugares de zoológico al público, evitando la contaminación humana en el hábitat de los cocodrilos.

Y por último, crear restaurantes concesionados en el centro y en los extremos del paseo.

Felicito y apoyo a la primera autoridad, por su preocupación por El Carpintero.