/ lunes 29 de enero de 2024

Verba luminis | El problema del agua... ¿Difícil solución?

Una vez más el problema del agua y su desabasto vuelve a ocupar los primeros planos a nivel nacional.

Recientemente estuve en la ciudad de México y el agua se vuelve cada vez más escasa tanto en volumen como en calidad. No solamente en la capital del país, sino que debemos ocuparnos y preocuparnos como parte de la sociedad. Este problema que vivimos, trasciende el ámbito de competencia de una institución o dependencia pública, de un grupo social o económico.

El cuidado del agua requiere de la colaboración activa y responsable de todos los sectores de sociedad y gobierno. Debemos fomentar una cultura del cuidado responsable del uso del agua que incluya desde los niños a las familias. Cada ciudadano debemos estar conscientes que muchas pequeñas acciones cotidianas dependen en general de la mejoría al problema del abasto del agua.

Solo con un esfuerzo corresponsable se alcanzarán estos propósitos. Todo esfuerzo que emprendamos hoy, toda medida eficaz que hagamos ahora, será benéfica para nuestra salud y la de nuestras familias. Este problema también se acentúa por el mal estado de la infraestructura de distribución del agua que provoca fugas en altos porcentajes del agua abastecida, así como los sistemas de cobranza del agua que no estimulan su ahorro. Además en el marco de una adecuada normatividad los gobiernos tanto estatal como municipal deben alentar las inversiones del sector privado mediante esquemas de contratación de servicios de operación, mantenimiento y rehabilitación de redes de distribución, instalación, lectura y medidores, en un sistema de cobranza justo, sobre todo si la tarifa es baja en los niveles de consumo necesario para abastecer las necesidades familiares básicas. Lo anterior debe ser complementado con la estricta aplicación de normas para sancionar a quienes hagan mal uso del agua, no tengan el cuidado necesario, cultura que debe empezar por los hogares, además de desarrollar programas educativos para poder analizar, identificar, fomentar una mayor educación en materia del cuidado del agua para incrementar la conciencia de la ciudadanía.

Todo gobierno tiene como responsabilidad principal satisfacer las necesidades humanas. Sus objetivos de desarrollo deben incluir no solo el aliento de una mayor prosperidad y mejores condiciones sociales si no proveer un ambiente estimulante y saludable para sus habitantes, como agua potable suficiente, buenos drenajes, servicios eficaces, calles pavimentadas y otras formas de servicios e infraestructura para la salud y para una base económica próspera.

Por ello, considero que independientemente de cuestiones partidarias o políticas, se emprenda la participación ciudadana activa y en el pleno ejercicio de sus derechos y responsabilidades, para cuidar el agua, el cual es un derecho humano, pero también debemos tener el firme compromiso de cuidarla, haciendo un uso responsable de la misma, lo que redundará en beneficio de la salud y seguridad social. Este es uno de los retos de nuestro tiempo, una responsabilidad de nuestra generación y un firme compromiso que todos compartimos. El agua es un componente esencial para lograrlo. Sociedad y gobierno unidos, así como ciudadanos con conciencia y cultura cuidaremos del vital líquido necesario para la salud. Cuidemos el agua. Ese es el reto.

contacto: cesar.fentanesbanda@gmail.com

Una vez más el problema del agua y su desabasto vuelve a ocupar los primeros planos a nivel nacional.

Recientemente estuve en la ciudad de México y el agua se vuelve cada vez más escasa tanto en volumen como en calidad. No solamente en la capital del país, sino que debemos ocuparnos y preocuparnos como parte de la sociedad. Este problema que vivimos, trasciende el ámbito de competencia de una institución o dependencia pública, de un grupo social o económico.

El cuidado del agua requiere de la colaboración activa y responsable de todos los sectores de sociedad y gobierno. Debemos fomentar una cultura del cuidado responsable del uso del agua que incluya desde los niños a las familias. Cada ciudadano debemos estar conscientes que muchas pequeñas acciones cotidianas dependen en general de la mejoría al problema del abasto del agua.

Solo con un esfuerzo corresponsable se alcanzarán estos propósitos. Todo esfuerzo que emprendamos hoy, toda medida eficaz que hagamos ahora, será benéfica para nuestra salud y la de nuestras familias. Este problema también se acentúa por el mal estado de la infraestructura de distribución del agua que provoca fugas en altos porcentajes del agua abastecida, así como los sistemas de cobranza del agua que no estimulan su ahorro. Además en el marco de una adecuada normatividad los gobiernos tanto estatal como municipal deben alentar las inversiones del sector privado mediante esquemas de contratación de servicios de operación, mantenimiento y rehabilitación de redes de distribución, instalación, lectura y medidores, en un sistema de cobranza justo, sobre todo si la tarifa es baja en los niveles de consumo necesario para abastecer las necesidades familiares básicas. Lo anterior debe ser complementado con la estricta aplicación de normas para sancionar a quienes hagan mal uso del agua, no tengan el cuidado necesario, cultura que debe empezar por los hogares, además de desarrollar programas educativos para poder analizar, identificar, fomentar una mayor educación en materia del cuidado del agua para incrementar la conciencia de la ciudadanía.

Todo gobierno tiene como responsabilidad principal satisfacer las necesidades humanas. Sus objetivos de desarrollo deben incluir no solo el aliento de una mayor prosperidad y mejores condiciones sociales si no proveer un ambiente estimulante y saludable para sus habitantes, como agua potable suficiente, buenos drenajes, servicios eficaces, calles pavimentadas y otras formas de servicios e infraestructura para la salud y para una base económica próspera.

Por ello, considero que independientemente de cuestiones partidarias o políticas, se emprenda la participación ciudadana activa y en el pleno ejercicio de sus derechos y responsabilidades, para cuidar el agua, el cual es un derecho humano, pero también debemos tener el firme compromiso de cuidarla, haciendo un uso responsable de la misma, lo que redundará en beneficio de la salud y seguridad social. Este es uno de los retos de nuestro tiempo, una responsabilidad de nuestra generación y un firme compromiso que todos compartimos. El agua es un componente esencial para lograrlo. Sociedad y gobierno unidos, así como ciudadanos con conciencia y cultura cuidaremos del vital líquido necesario para la salud. Cuidemos el agua. Ese es el reto.

contacto: cesar.fentanesbanda@gmail.com