Apenas nacen los pollitos machos en granjas francesas y ya están destinados a morir, al ser considerados improductivos por las empresas por no poner huevos.

Por lo general son sacrificados después de la eclosión, ya sea triturándolos vivos o asfixiándolos con dióxido de carbono y a menudo sus restos son utilizados como alimento para otros animales

Según investigadores del gobierno español cada año en Francia son sacrificados cerca de 50 millones de pollitos macho bajo estas inhumanas condiciones.

Aunque es despiadada, esta es una práctica en la industria europea sobre la crianza de pollos que resulta bastante agresiva, por lo que el Ministro Galo de agricultura Dider Guillaume ha declarado que el objetivo es lograr que las empresas abandonen este sistema tan cruel de sacrificio de animales.

El diario El País publicó que Francia ha decidido prohibir a partir de finales de 2021 el triturado de pollitos macho vivos, una práctica muy extendida en la industria avícola en toda Europa.