Si eres de la clase de persona que desea cambiar el mundo, fomentando una mejora en el medio ambiente, al tiempo que cuidas de tu salud para elevar tus índices de energía y productividad, entonces, te tenemos buenas noticias. Una manera de lograr tus objetivos puede ser: comer frijoles.
En el mundo existen cerca de 40 mil tipos diferentes de legumbres, una de ellas son los frijoles. La semilla o fruto de la planta homónima es uno de los platillos más populares en el país. Ya sean negros, bayos o pintos, sazonados con epazote, acompañados de queso y salsa, quizás preparados en versión charra, los frijoles forman parte de la canasta básica familiar.
Alto valor nutricional
Acorde a la nota “Por qué los frijoles pueden ser la solución a muchos de los problemas del mundo”, escrita por la redacción de la BBC, con apoyo de la Universidad de Oxford, este alimento puede ser considerado tanto como un vegetal como una rica fuente de proteína. Ese es solo uno de sus tantos beneficios.
Su alto valor nutricional se basa en las altas tasas de proteína, hierro, zinc y fibra que presenta, en contraposición a bajos niveles de grasa.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés) informa que la proteína es indispensable para la formación de nuevas células en el organismo. En tanto que el hierro es un mineral indispensable para generar hemoglobina y mioglobina, proteínas necesarias para almacenar y transportar oxígeno.
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El zinc es vital para fomentar la cicatrización y, por último, la fibra ayuda a la digestión y previene el estreñimiento.
¿Cómo benefician los frijoles al mundo?
Las raíces de los frijoles, al igual que las de todas las demás legumbres, liberan nitrógeno en el suelo en un proceso llamado, valga la redundancia, “fijación de nitrógeno”. De esta manera, los frijoles se convierte en un fertilizante natural que aporta diversos nutrientes al ecosistema donde habita.
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Otra ventaja en términos agrícolas del alimento es que puede ser sembrado y cosechado en multitud de superficies y se adapta a diferentes situaciones meteorológicas. Además, no requiere de un gran suministro de agua para desarrollarse.
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Entonces, si quieres proteger el medio ambiente, al mismo tiempo que cuidas de tu salud, una buena alternativa para cumplir tus objetivos es comer frijoles. Sírvete un delicioso plato de estas legumbres acompañado de queso molido, salsa en molcajete y tortillas calientes, ¿qué más le pides a la vida? Estás consumiendo proteína y aportando nitrógeno al ambiente.
