/ martes 13 de abril de 2021

Cambiavía | El segundo sexo

El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortalSimone De Beauvoir


En la década de 1940 Simone De Beauvoir comenzó a escribir lo que se convertiría en su obra maestra, un texto revolucionario que, tan solo unas cuantas semanas después de su publicación (1949), ya había vendido miles de copias. Su influencia fue tal que se la considera como la incitadora de la segunda ola del feminismo. El segundo sexo, un extenso análisis en dos volúmenes a partir de la pregunta “¿Qué es la mujer?”, es una mirada profunda al género femenino a través de la biología, la historia, la literatura, la filosofía y la economía. En la obra se comparan experiencias masculinas y femeninas e intenta explicar cómo es que la reproducción ha funcionado para mantener esclavas a las mujeres.

Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand De Beauvoir es considerada como una de las pensadoras feministas más influyentes del siglo XX. Nació en 1908, en París, en el seno de una familia burguesa católica. Después de la Primera Guerra Mundial la familia De Beauvoir perdió su riqueza. Fue en 1929, cuando estudiaba filosofía en La Sorbona, cuando conoció a Jean-Paul Sartre. En ese entonces estudiaba para un examen de posgrado. Por sus méritos se convirtió en la novena mujer y más joven en aprobar un examen. Ella y Sartre ocuparon el segundo lugar general, pero Sartre consiguió el primero, al volver a presentarlo.

Una vez graduada, De Beauvoir trabajó como profesora. Ella y Sartre iniciaron una relación que duraría toda su vida. De Beauvoir creía en la libertad radical, y fue así que caracterizó su amor como “esencial”, con marcado énfasis en la honestidad emocional. De ese modo, la pareja mantuvo relaciones románticas con hombres y mujeres a lo largo de su vida. Para la anécdota, vale decir que, aunque se veían a diario, nunca vivieron juntos y no tuvieron hijos.

Era, sin duda, una pareja singular; su relación se basó en el hecho de compartir una profunda admiración por la filosofía y por la inteligencia del otro, ella creía que había encontrado a su igual intelectual en Sartre. De hecho, cuando Sartre publicó El ser y la nada en 1943; De Beauvoir escribió, dos años después, La ética de la ambigüedad, un texto en el que desarrolló las ideas de la obra de Sartre y en el que describió la ética existencialista.

El debut literario de Beauvoir ocurrió en 1943 cuando publicó La invitada. Bajo el influjo de su relación con Sartre y las hermanas Olga y Wanda Kosakiewicz, la novela es una suerte de indagación, de explorar lo que le sucede a una pareja en una relación abierta cuando deciden formar un ménage à trois. Se trata de una novela que explora la creencia existencialista fundamental de que los humanos son, en última instancia, responsables de sí mismos. Este será su planteamiento fundamental y se repetirá en las obras subsecuentes. En 1949 se publica en Francia El segundo sexo, la obra es presentada en dos partes: en la primera De Beauvoir analiza la historia a través de una mirada feminista e indaga cómo las mujeres llegaron a ocupar un lugar subordinado en la sociedad. La segunda parte examina la realidad de la vida de las mujeres en el contexto de la época en que vivió. En su texto sostiene que no hay razón para el trato injusto de las mujeres a lo largo de la historia, sino que afirma que las normas de género han sido deliberadamente construidas y luego reforzadas por la sociedad. Esta obra fue, y lo sigue siendo, extremadamente popular e influyente.

Simone De Beauvoir continuó publicando a lo largo de su vida y escribió lo mismo ficción que no ficción. Su novela Los Mandarines ganó el Premio Goncourt en 1954, en ella satirizaba las vidas de Sartre, Albert Camus y otros importantes intelectuales franceses. Escribió además las novelas La sangre de los otros, Todos los hombres son mortales, Las bellas imágenes, y La mujer rota. Son notables sus memorias en las que examina su vida con gran perspicacia intelectual: La plenitud de la vida, La fuerza de las cosas, Una muerte muy dulce, y Final de cuentas. Después de la muerte de Sartre, acaecida en 1980, publicó La ceremonia del adiós, en el que describe conmovedoramente los últimos diez años de su compañero de vida.

Mujer incansable, nunca dejó de lado los temas políticos, se convirtió en una férrea defensora de los derechos de la mujer y apoyó las leyes de aborto en Francia y Argelia; desde luego, también condenó la guerra de Vietnam.

Simone De Beauvoir murió el 14 de abril de 1986 a la edad de 78 años. Sus restos descansan junto a los de su compañero Jean-Paul Sartre en el Cementerio de Montparnasse. En reconocimiento a su lucha en favor de los derechos de la mujer, sus compañeras feministas Gloria Steinem y Betty Friedan elogiaron su influencia, Steinem expresó que: “Si a un sólo ser humano se le puede atribuir el mérito de inspirar el actual movimiento feminista internacional de las mujeres, es Simone De Beauvoir”. En 2008, a iniciativa de Julia Kristeva, se creó en su honor el “Premio Simone De Beauvoir por la Libertad de las Mujeres”, financiado por la Universidad Diderot de París para reconocer a las personas comprometidas por su obra artística y su acción para promover la libertad de las mujeres en el mundo.

  • Una vez graduada, De Beauvoir trabajó como profesora. Ella y Sartre iniciaron una relación que duraría toda su vida. De Beauvoir creía en la libertad radical, y fue así que caracterizó su amor como “esencial”, con marcado énfasis en la honestidad emocional.
  • Cuando Sartre publicó El ser y la nada en 1943; De Beauvoir escribió, dos años después, La ética de la ambigüedad, un texto en el que desarrolló las ideas de la obra de Sartre y en el que describió la ética existencialista.

Besitos a las niñas azules y a las mariposas amarillas.

El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortalSimone De Beauvoir


En la década de 1940 Simone De Beauvoir comenzó a escribir lo que se convertiría en su obra maestra, un texto revolucionario que, tan solo unas cuantas semanas después de su publicación (1949), ya había vendido miles de copias. Su influencia fue tal que se la considera como la incitadora de la segunda ola del feminismo. El segundo sexo, un extenso análisis en dos volúmenes a partir de la pregunta “¿Qué es la mujer?”, es una mirada profunda al género femenino a través de la biología, la historia, la literatura, la filosofía y la economía. En la obra se comparan experiencias masculinas y femeninas e intenta explicar cómo es que la reproducción ha funcionado para mantener esclavas a las mujeres.

Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand De Beauvoir es considerada como una de las pensadoras feministas más influyentes del siglo XX. Nació en 1908, en París, en el seno de una familia burguesa católica. Después de la Primera Guerra Mundial la familia De Beauvoir perdió su riqueza. Fue en 1929, cuando estudiaba filosofía en La Sorbona, cuando conoció a Jean-Paul Sartre. En ese entonces estudiaba para un examen de posgrado. Por sus méritos se convirtió en la novena mujer y más joven en aprobar un examen. Ella y Sartre ocuparon el segundo lugar general, pero Sartre consiguió el primero, al volver a presentarlo.

Una vez graduada, De Beauvoir trabajó como profesora. Ella y Sartre iniciaron una relación que duraría toda su vida. De Beauvoir creía en la libertad radical, y fue así que caracterizó su amor como “esencial”, con marcado énfasis en la honestidad emocional. De ese modo, la pareja mantuvo relaciones románticas con hombres y mujeres a lo largo de su vida. Para la anécdota, vale decir que, aunque se veían a diario, nunca vivieron juntos y no tuvieron hijos.

Era, sin duda, una pareja singular; su relación se basó en el hecho de compartir una profunda admiración por la filosofía y por la inteligencia del otro, ella creía que había encontrado a su igual intelectual en Sartre. De hecho, cuando Sartre publicó El ser y la nada en 1943; De Beauvoir escribió, dos años después, La ética de la ambigüedad, un texto en el que desarrolló las ideas de la obra de Sartre y en el que describió la ética existencialista.

El debut literario de Beauvoir ocurrió en 1943 cuando publicó La invitada. Bajo el influjo de su relación con Sartre y las hermanas Olga y Wanda Kosakiewicz, la novela es una suerte de indagación, de explorar lo que le sucede a una pareja en una relación abierta cuando deciden formar un ménage à trois. Se trata de una novela que explora la creencia existencialista fundamental de que los humanos son, en última instancia, responsables de sí mismos. Este será su planteamiento fundamental y se repetirá en las obras subsecuentes. En 1949 se publica en Francia El segundo sexo, la obra es presentada en dos partes: en la primera De Beauvoir analiza la historia a través de una mirada feminista e indaga cómo las mujeres llegaron a ocupar un lugar subordinado en la sociedad. La segunda parte examina la realidad de la vida de las mujeres en el contexto de la época en que vivió. En su texto sostiene que no hay razón para el trato injusto de las mujeres a lo largo de la historia, sino que afirma que las normas de género han sido deliberadamente construidas y luego reforzadas por la sociedad. Esta obra fue, y lo sigue siendo, extremadamente popular e influyente.

Simone De Beauvoir continuó publicando a lo largo de su vida y escribió lo mismo ficción que no ficción. Su novela Los Mandarines ganó el Premio Goncourt en 1954, en ella satirizaba las vidas de Sartre, Albert Camus y otros importantes intelectuales franceses. Escribió además las novelas La sangre de los otros, Todos los hombres son mortales, Las bellas imágenes, y La mujer rota. Son notables sus memorias en las que examina su vida con gran perspicacia intelectual: La plenitud de la vida, La fuerza de las cosas, Una muerte muy dulce, y Final de cuentas. Después de la muerte de Sartre, acaecida en 1980, publicó La ceremonia del adiós, en el que describe conmovedoramente los últimos diez años de su compañero de vida.

Mujer incansable, nunca dejó de lado los temas políticos, se convirtió en una férrea defensora de los derechos de la mujer y apoyó las leyes de aborto en Francia y Argelia; desde luego, también condenó la guerra de Vietnam.

Simone De Beauvoir murió el 14 de abril de 1986 a la edad de 78 años. Sus restos descansan junto a los de su compañero Jean-Paul Sartre en el Cementerio de Montparnasse. En reconocimiento a su lucha en favor de los derechos de la mujer, sus compañeras feministas Gloria Steinem y Betty Friedan elogiaron su influencia, Steinem expresó que: “Si a un sólo ser humano se le puede atribuir el mérito de inspirar el actual movimiento feminista internacional de las mujeres, es Simone De Beauvoir”. En 2008, a iniciativa de Julia Kristeva, se creó en su honor el “Premio Simone De Beauvoir por la Libertad de las Mujeres”, financiado por la Universidad Diderot de París para reconocer a las personas comprometidas por su obra artística y su acción para promover la libertad de las mujeres en el mundo.

  • Una vez graduada, De Beauvoir trabajó como profesora. Ella y Sartre iniciaron una relación que duraría toda su vida. De Beauvoir creía en la libertad radical, y fue así que caracterizó su amor como “esencial”, con marcado énfasis en la honestidad emocional.
  • Cuando Sartre publicó El ser y la nada en 1943; De Beauvoir escribió, dos años después, La ética de la ambigüedad, un texto en el que desarrolló las ideas de la obra de Sartre y en el que describió la ética existencialista.

Besitos a las niñas azules y a las mariposas amarillas.