/ viernes 25 de marzo de 2022

¡De bien para arriba! | Huella hídrica

La cantidad de agua necesaria para producir un tomate de 70 gramos son 13 litros, 1 rebanada de pan de 30 gramos: 40 litros, 1 huevo de 40 gramos: 135 litros, 1 bolsa de papas fritas de 200 gramos: 185 litros, 1 vaso de leche de 200 mililitros: 200 litros

Uno de los principales desafíos de la sustentabilidad de los recursos hídricos en el mundo está relacionado con el incremento de la demanda de agua necesaria para satisfacer las crecientes necesidades de la población, de manera habitual, las evaluaciones de los usos del agua se realizaban exclusivamente midiendo o estimando las captaciones de las fuentes superficiales o subterráneas, ignorando la producción de bienes y servicios finales, sin tener en cuenta que estos productos se realizan en largas cadenas de producción con consumos determinados dentro de cada una de las etapas y con impactos específicos según cada zona.

Esta semana, el martes 22 de marzo, se celebró el “Día Mundial del Agua” y nos invita a tomar conciencia acerca de la importancia de cuidar el denominado "oro líquido", para la vida de los seres humanos y las especies en la Tierra; con esta celebración se pretende dar a conocer la crisis mundial del agua y la problemática que afrontan millones de personas que no tienen acceso al suministro de agua potable, así como las medidas urgentes que se deben tomar al respecto, además, fomenta la consecución de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ODS 6: garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

El aumento de la población a nivel mundial y el desarrollo económico hacen que la demanda de agua sea muy alta por parte de actividades como la industria, la agricultura o las fuentes de energía que requieren el uso de este recurso, pero también, en la actualidad los patrones de disponibilidad de agua son más irregulares debido al cambio climático, por ello, es importante dar un valor real y multidimensional al agua para gestionar y preservar este recurso en beneficio de todas las personas, en este sentido, una de las herramientas de gestión más útiles para organizaciones y compañías es el cálculo de la huella hídrica.

El indicador denominado "huella hídrica" (HH) consiste en la medición del volumen total de agua dulce empleada por una organización para la producción de bienes y servicios, teniendo en cuenta el agua consumida, evaporada y contaminada a lo largo de la cadena de suministro, incluyendo, en el cálculo, las materias primas, su cálculo se establece de forma modular, es decir, sumando las necesidades de uso y consumo de agua de cada etapa de producción desde el origen hasta el consumidor final.

Curiosamente, la mayor cantidad del agua que utilizamos se encuentra en los productos y servicios que usamos a diario, de tal suerte que, regar plantas, lavar los trastes, el coche o bañarnos, solo representa el 4% del agua que utilizamos todos los días, el 96% restante la usamos en nuestros servicios, actividades y comidas, se trata de un uso indirecto, es la llamada agua virtual, que muchas veces ni cuenta nos damos, si te preocupa el medio ambiente y la vida en la

Tierra, seguro te has preguntado cuánta agua se necesita para generar la carne que comemos o mantener limpia la ropa.

El sistema de producción industrial de carne toma en promedio tres años antes de que el animal sea sacrificado para producir unos 200 kg de carne deshuesada, cada ejemplar de ganado vacuno consume cerca de mil 300 kilos de granos, es decir trigo, avena, cebada, maíz, chícharos secos, harina de soya y otros granos pequeños; 7 mil 200 kilos de forrajes, es decir, pastos, heno seco y otros; 24 metros cúbicos de agua para beber y 7 metros cúbicos de agua para mantenimiento, esto significa que, para producir un kilo de carne vacuna deshuesada, utilizamos alrededor de 15 mil litros de agua en promedio.

Y en ese orden, la cantidad de agua necesaria para producir un tomate de 70 gramos son 13 litros, 1 rebanada de pan de 30 gramos: 40 litros, 1 huevo de 40 gramos: 135 litros, 1 bolsa de

papas fritas de 200 gramos: 185 litros, 1 vaso de leche de 200 mililitros: 200 litros, por poner algunos ejemplos.

La Conagua señala que los hábitos alimenticios, patrones de consumo y estilo de vida, es decir, transporte, tecnología, entretenimiento, ocupación, aficiones, son los que determinan la magnitud de nuestra huella hídrica individual, invariablemente, la cantidad de agua que se utilizó en un proceso fue a costa de otro posible uso, o del agua que requieren los ecosistemas.

En conclusión, una de las acciones para registrar una menor huella hídrica en los hogares es priorizar una dieta con alimentos que requieren menos agua como el pescado, las frutas y verduras, tengamos en cuenta que el desperdicio de alimentos también tiene un impacto en la huella hídrica, debido a la cantidad de agua que se usó en su proceso y aunque es inodora, inolora e insípida, el agua es vida.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!ReGeneración 19.

La cantidad de agua necesaria para producir un tomate de 70 gramos son 13 litros, 1 rebanada de pan de 30 gramos: 40 litros, 1 huevo de 40 gramos: 135 litros, 1 bolsa de papas fritas de 200 gramos: 185 litros, 1 vaso de leche de 200 mililitros: 200 litros

Uno de los principales desafíos de la sustentabilidad de los recursos hídricos en el mundo está relacionado con el incremento de la demanda de agua necesaria para satisfacer las crecientes necesidades de la población, de manera habitual, las evaluaciones de los usos del agua se realizaban exclusivamente midiendo o estimando las captaciones de las fuentes superficiales o subterráneas, ignorando la producción de bienes y servicios finales, sin tener en cuenta que estos productos se realizan en largas cadenas de producción con consumos determinados dentro de cada una de las etapas y con impactos específicos según cada zona.

Esta semana, el martes 22 de marzo, se celebró el “Día Mundial del Agua” y nos invita a tomar conciencia acerca de la importancia de cuidar el denominado "oro líquido", para la vida de los seres humanos y las especies en la Tierra; con esta celebración se pretende dar a conocer la crisis mundial del agua y la problemática que afrontan millones de personas que no tienen acceso al suministro de agua potable, así como las medidas urgentes que se deben tomar al respecto, además, fomenta la consecución de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ODS 6: garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

El aumento de la población a nivel mundial y el desarrollo económico hacen que la demanda de agua sea muy alta por parte de actividades como la industria, la agricultura o las fuentes de energía que requieren el uso de este recurso, pero también, en la actualidad los patrones de disponibilidad de agua son más irregulares debido al cambio climático, por ello, es importante dar un valor real y multidimensional al agua para gestionar y preservar este recurso en beneficio de todas las personas, en este sentido, una de las herramientas de gestión más útiles para organizaciones y compañías es el cálculo de la huella hídrica.

El indicador denominado "huella hídrica" (HH) consiste en la medición del volumen total de agua dulce empleada por una organización para la producción de bienes y servicios, teniendo en cuenta el agua consumida, evaporada y contaminada a lo largo de la cadena de suministro, incluyendo, en el cálculo, las materias primas, su cálculo se establece de forma modular, es decir, sumando las necesidades de uso y consumo de agua de cada etapa de producción desde el origen hasta el consumidor final.

Curiosamente, la mayor cantidad del agua que utilizamos se encuentra en los productos y servicios que usamos a diario, de tal suerte que, regar plantas, lavar los trastes, el coche o bañarnos, solo representa el 4% del agua que utilizamos todos los días, el 96% restante la usamos en nuestros servicios, actividades y comidas, se trata de un uso indirecto, es la llamada agua virtual, que muchas veces ni cuenta nos damos, si te preocupa el medio ambiente y la vida en la

Tierra, seguro te has preguntado cuánta agua se necesita para generar la carne que comemos o mantener limpia la ropa.

El sistema de producción industrial de carne toma en promedio tres años antes de que el animal sea sacrificado para producir unos 200 kg de carne deshuesada, cada ejemplar de ganado vacuno consume cerca de mil 300 kilos de granos, es decir trigo, avena, cebada, maíz, chícharos secos, harina de soya y otros granos pequeños; 7 mil 200 kilos de forrajes, es decir, pastos, heno seco y otros; 24 metros cúbicos de agua para beber y 7 metros cúbicos de agua para mantenimiento, esto significa que, para producir un kilo de carne vacuna deshuesada, utilizamos alrededor de 15 mil litros de agua en promedio.

Y en ese orden, la cantidad de agua necesaria para producir un tomate de 70 gramos son 13 litros, 1 rebanada de pan de 30 gramos: 40 litros, 1 huevo de 40 gramos: 135 litros, 1 bolsa de

papas fritas de 200 gramos: 185 litros, 1 vaso de leche de 200 mililitros: 200 litros, por poner algunos ejemplos.

La Conagua señala que los hábitos alimenticios, patrones de consumo y estilo de vida, es decir, transporte, tecnología, entretenimiento, ocupación, aficiones, son los que determinan la magnitud de nuestra huella hídrica individual, invariablemente, la cantidad de agua que se utilizó en un proceso fue a costa de otro posible uso, o del agua que requieren los ecosistemas.

En conclusión, una de las acciones para registrar una menor huella hídrica en los hogares es priorizar una dieta con alimentos que requieren menos agua como el pescado, las frutas y verduras, tengamos en cuenta que el desperdicio de alimentos también tiene un impacto en la huella hídrica, debido a la cantidad de agua que se usó en su proceso y aunque es inodora, inolora e insípida, el agua es vida.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!ReGeneración 19.