/ lunes 7 de marzo de 2022

Desde el faro | Sucumbe el Hospital Civil de Madero

La noticia causa melancolía y muchos recuerdos entre la población. Con 89 años de funcionamiento, finalmente el Hospital Civil de Ciudad Madero "Dr. Heriberto Espinosa Rosales" pasa a la historia de edificios que desaparecen en Ciudad Madero.

Cuántas historias, me pregunto, si ¿existe algún registro de cuántos niños nacieron ahí? O cuántas defunciones hubo?

A lo largo de su historia sin duda por ahí pasaron muchos médicos, enfermeras, parteras, intendentes, proveedores, vendedores de comida afuera del nosocomio o vendedoras de ropa zapatos, joyas, bolsas, perfumes, tuppers, quesos y cualquier cantidad de cosas que se puedan imaginar.

Algunas historias felices, otras no tanto, se me viene a la mente que ahí atendieron desde parturientas, heridos, quemados, enfermos y tal vez algunos hipocondriacos.

Por ser un hospital cercano a la refinería debe haber infinidad de historias relacionadas con los trabajadores petroleros.

¡Bueno, hasta una anécdota platican!, dicen que, si el médico Cheto’s, sí el de las Glorias de Baco sino lograba curar a los que le llegaban bien crudos, los enviaba al Civil a que los atendieran, aunque casi siempre se recuperaban de la resaca con sus ricas e hidratantes bebidas espirituosas.

Entre otras historias está la del luchador “Gronda” que en una lucha estelar de la triple A, realizada en el Centro de Convenciones, hoy llamado Domo Madero, sufrió un accidente en una caída estrepitosa, causándole una lesión grave que hubo necesidad de trasladarlo urgentemente al hospital civil, en donde fue atendido de inmediato y lograron estabilizarlo para que finalmente en un par de días se recuperó y pudo regresar a la Ciudad de México.

Tantos malos recuerdos de niños que llegaban quemados en plena celebración de Navidad y Año Nuevo, algunos de ellos perdieron sus deditos o con quemaduras de segundo y tercer grado. Y todo por permitirles usar pirotecnia sin supervisión de un adulto. Muy triste.

Pero qué tal la noticia de unos recién estrenados papás que creían que nacería un bebé y de repente hasta mellizos y trillizos ¡tremenda sorpresa!

Y la costumbre de algunas damas de clubes sociales que les entregaban regalos a la madre y al primer recién nacido del primero de enero de cada año. ¿Seguirán con esa costumbre?

Las leyendas urbanas y rumores que, durante la época de mayor inseguridad en la zona, llegaban a ejecutar a los contrarios de los grupos de la delincuencia organizada que eran atendidos ahí.

Pero las que, si eran historias secretas pero conocidas por todos, las cirugías estéticas que se realizaban a familiares o amigas de altos funcionarios con cargo al erario público. Lo bueno que hace muchos años de esas prácticas ya no se llevan a cabo.

Lo rescatable de todo esto es que finalmente se va poder utilizar el nuevo hospital civil que está en construcción allá por la entrada a Miramapolis y que tanta falta hace para dar atención de calidad, no solo a la gente de aquí, sino recordemos que vienen a atenderse muchos pacientes del norte de Veracruz y del estado de San Luis Potosí.

Para quienes no tienen el dato, acordarse que en abril de 1932 fue cuando inició su construcción, siendo en ese entonces el presidente municipal don Victoriano Garza Leal, quien contaba con el apoyo de la desaparecida Sociedad Cultural Amado Nervo, se hizo todo lo necesario para poder cristalizar ese proyecto que brindaría una mejor atención y servicio a la población. El lugar para su edificación contaba con una extensión de 5 mil 720 metros cuadrados, correspondía a una manzana completa, se encontraba situada en la zona de la recién nombrado Ciudad Madero, antes Villa Cecilia, específicamente en la calle Servando Canales entre Chihuahua y Pénjamo, de la colonia Miguel Hidalgo. Pasaron cinco años, para que la tarde del miércoles 15 de septiembre de 1937 fuera inaugurado el Hospital Civil “Dr. Heriberto Espinoza Rosales” de Ciudad Madero, Aunque el terreno se encontraba en calidad de comodato, hubo que pasar muchos años para adquirir su propiedad.

Se cierra un capítulo de esta historia en donde de todo corazón esperamos que se consolide la edificación del nuevo hospital abandonado por muchos años y que ahora tendrán que reconstruirlo para su funcionamiento.

Nos leemos la próxima semana DESDE EL FARO.

La noticia causa melancolía y muchos recuerdos entre la población. Con 89 años de funcionamiento, finalmente el Hospital Civil de Ciudad Madero "Dr. Heriberto Espinosa Rosales" pasa a la historia de edificios que desaparecen en Ciudad Madero.

Cuántas historias, me pregunto, si ¿existe algún registro de cuántos niños nacieron ahí? O cuántas defunciones hubo?

A lo largo de su historia sin duda por ahí pasaron muchos médicos, enfermeras, parteras, intendentes, proveedores, vendedores de comida afuera del nosocomio o vendedoras de ropa zapatos, joyas, bolsas, perfumes, tuppers, quesos y cualquier cantidad de cosas que se puedan imaginar.

Algunas historias felices, otras no tanto, se me viene a la mente que ahí atendieron desde parturientas, heridos, quemados, enfermos y tal vez algunos hipocondriacos.

Por ser un hospital cercano a la refinería debe haber infinidad de historias relacionadas con los trabajadores petroleros.

¡Bueno, hasta una anécdota platican!, dicen que, si el médico Cheto’s, sí el de las Glorias de Baco sino lograba curar a los que le llegaban bien crudos, los enviaba al Civil a que los atendieran, aunque casi siempre se recuperaban de la resaca con sus ricas e hidratantes bebidas espirituosas.

Entre otras historias está la del luchador “Gronda” que en una lucha estelar de la triple A, realizada en el Centro de Convenciones, hoy llamado Domo Madero, sufrió un accidente en una caída estrepitosa, causándole una lesión grave que hubo necesidad de trasladarlo urgentemente al hospital civil, en donde fue atendido de inmediato y lograron estabilizarlo para que finalmente en un par de días se recuperó y pudo regresar a la Ciudad de México.

Tantos malos recuerdos de niños que llegaban quemados en plena celebración de Navidad y Año Nuevo, algunos de ellos perdieron sus deditos o con quemaduras de segundo y tercer grado. Y todo por permitirles usar pirotecnia sin supervisión de un adulto. Muy triste.

Pero qué tal la noticia de unos recién estrenados papás que creían que nacería un bebé y de repente hasta mellizos y trillizos ¡tremenda sorpresa!

Y la costumbre de algunas damas de clubes sociales que les entregaban regalos a la madre y al primer recién nacido del primero de enero de cada año. ¿Seguirán con esa costumbre?

Las leyendas urbanas y rumores que, durante la época de mayor inseguridad en la zona, llegaban a ejecutar a los contrarios de los grupos de la delincuencia organizada que eran atendidos ahí.

Pero las que, si eran historias secretas pero conocidas por todos, las cirugías estéticas que se realizaban a familiares o amigas de altos funcionarios con cargo al erario público. Lo bueno que hace muchos años de esas prácticas ya no se llevan a cabo.

Lo rescatable de todo esto es que finalmente se va poder utilizar el nuevo hospital civil que está en construcción allá por la entrada a Miramapolis y que tanta falta hace para dar atención de calidad, no solo a la gente de aquí, sino recordemos que vienen a atenderse muchos pacientes del norte de Veracruz y del estado de San Luis Potosí.

Para quienes no tienen el dato, acordarse que en abril de 1932 fue cuando inició su construcción, siendo en ese entonces el presidente municipal don Victoriano Garza Leal, quien contaba con el apoyo de la desaparecida Sociedad Cultural Amado Nervo, se hizo todo lo necesario para poder cristalizar ese proyecto que brindaría una mejor atención y servicio a la población. El lugar para su edificación contaba con una extensión de 5 mil 720 metros cuadrados, correspondía a una manzana completa, se encontraba situada en la zona de la recién nombrado Ciudad Madero, antes Villa Cecilia, específicamente en la calle Servando Canales entre Chihuahua y Pénjamo, de la colonia Miguel Hidalgo. Pasaron cinco años, para que la tarde del miércoles 15 de septiembre de 1937 fuera inaugurado el Hospital Civil “Dr. Heriberto Espinoza Rosales” de Ciudad Madero, Aunque el terreno se encontraba en calidad de comodato, hubo que pasar muchos años para adquirir su propiedad.

Se cierra un capítulo de esta historia en donde de todo corazón esperamos que se consolide la edificación del nuevo hospital abandonado por muchos años y que ahora tendrán que reconstruirlo para su funcionamiento.

Nos leemos la próxima semana DESDE EL FARO.