/ domingo 3 de enero de 2021

El universo de Maxwell | El hijo de la luz

Con mis mejores deseos a todos mis lectores para este año que inicia.

La energía eléctrica ha sido fundamental para el desarrollo de nuestra civilización. No podemos concebir nuestro mundo sin el uso de esta energía. Sin duda, la persona más importante en su expansión a casi todo el mundo ha sido Nikola Tesla. Después de décadas de olvido, ahora se le ha dado el reconocimiento que merece y se han escrito una gran cantidad de biografías suyas. En esta ocasión comentaremos sobre una etapa fundamental de su vida: la niñez.

FAMILIA

Los antepasados de Nikola Tesla eran serbios, emigraron desde el oeste de Serbia a la provincia de Lika, en lo que hoy es Croacia. Los serbios, descendientes de eslavos, viajaron originalmente al sur desde lo que actualmente es Alemania y Polonia, en busca de mejores tierras o huyendo de la violencia. En el siglo XV los turcos se extendieron al norte y desplazaron a varias poblaciones cristianas.

Por esta razón, la familia de Tesla vivía en Croacia, que constituía la frontera militar del Imperio austrohúngaro. Por lo tanto, era una zona fuertemente militarizada (los austríacos consideraban a Croacia como una fuente de tropas que usaban para proteger su frontera y en varias guerras).

El abuelo de Tesla, llamado también Nikola, vivió en la época de Napoleón y sirvió en el ejército. Se casó con Ana Kalinic, hija de un coronel. Tuvieron cinco hijos, uno de ellos, Milutin, no quiso seguir la carrera militar –dejó la escuela después de un castigo por no tener las botas limpias–, se inscribió en el seminario ortodoxo y se graduó en 1845 como el mejor de su clase, con lo que se convirtió en sacerdote de la Iglesia ortodoxa serbia.

Milutin se casó, en 1847, con Djuka Mandic, hija de un sacerdote. Fue asignado a una parroquia en Senc, en la costa adriática de Croacia. En busca de un mejor clima pidió su cambio, por lo que en 1852 fue trasladado a Smiljan, en Lika. Los Tesla forman un matrimonio feliz y viven varios años de paz. Con la mano férrea del sacerdote Milutin y la inteligencia y la labor incansable de la señora Djuka la familia dirige los destinos del pueblo.

NACIMIENTO

Nikola Tesla nació en la medianoche del 9 al 10 de julio de 1856, en Smiljan. Esa noche arreciaba una fuerte tormenta que mantenía asustada a la matrona, quien dijo: “Será el hijo de una tormenta”, a lo que la madre, con voz profética, replicó: “No, será el hijo de la luz”. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento, lo que indica que nació muy débil y sus padres pensaban que quizás no sobreviviría.

Tesla creció en el campo, disfrutaba la compañía de sus hermanos y de los animales de la granja como las palomas, los pollos, los gansos y las ovejas que tenía la familia. Pero lo que más le gustaba era jugar con Macak, el gato negro de la familia. Con esta mascota tuvo su primer contacto con la electricidad estática en un día seco de invierno. Notó cómo, al acercar su mano al gato, se despedían unas chispas que iluminaban la habitación.

Le preguntó a su padre qué era lo que pasaba y éste, al ser un hombre educado, le contestó que no era otra cosa más que la electricidad, lo mismo que observaba en los rayos de las tormentas. Parece ser que esta experiencia le inspiró para pasar su vida estudiando la electricidad.

TRAGEDIA

En 1863 ocurrió una desgracia, el caballo árabe, que su padre había recibido como regalo, aplastó y mató a su hermano mayor. Tesla fue testigo del suceso y lo dejó marcado. El sacerdote Milutin nunca se recuperó de la muerte de su primogénito –y al parecer, el favorito– y comenzó a envejecer prematuramente además de disminuir sus actividades en la Iglesia.

Tesla comenzó a buscar la perfección en sus actividades con el fin de recuperar el amor de su padre. En esa época descubrió el placer de la lectura, y devoraba los libros de la biblioteca, pero su papá, en lugar de motivarlo, le prohibió hacerlo y hasta le escondía las velas con el fin de que no leyera por las noches. Esto no lo detuvo, conseguía grasa y moldeaba sus propias velas para poder leer hasta el amanecer.

En esos años desarrolló varias de sus fobias, como tocar el pelo de otra persona, a los aretes y perlas en las mujeres, además de sus obsesiones, como calcular el volumen de sus comidas y bebidas, contar sus pasos, además de que sus actividades debía realizarlas en múltiplos de tres. Debido al dolor por la muerte de su hermano y la indiferencia de sus padres hacia él, Tesla se volvió introspectivo. Después llegó a controlar sus sentimientos y a desarrollar una gran fuerza de voluntad.

ENFERMEDAD

Después de haber completado un ciclo escolar, siendo un adolescente, Tesla ansiaba regresar a casa a pasar las vacaciones con su familia, pero recibió una carta de su padre en la que le indicaba que mejor se fuera de cacería y no los visitara. Debido a que sabía que a su padre no le gustaba que practicara esta actividad, le intrigó la carta y fue a casa.

La razón era que se había desatado una epidemia de cólera y su padre quería mantenerlo alejado. Tenía razón, Tesla contrajo la enfermedad y en unos días estaba al borde la muerte. En una tarde en que se encontraba grave y su padre lo animaba, le dijo: “Quizás mejore si me dejas estudiar ingeniería”. Aunque el reverendo Milutin quería que su hijo siguiera sus pasos en la Iglesia, le contestó: “Irás a la mejor institución técnica del mundo”. Esta promesa le dio fuerzas a Tesla para lograr su recuperación y milagrosamente sanó.

INVENTOS

A muy corta edad Tesla, siguiendo el ejemplo de su madre –quien había desarrollado varias herramientas de trabajo– comenzó a inventar diversos artefactos. Su idea era “emplear las fuerzas de la naturaleza al servicio del hombre”. Diseñó una máquina voladora y desmontaba relojes mecánicos sólo para volver a armarlos. En la demostración de la primera bomba contraincendios del pueblo surgió un desperfecto que impedía su funcionamiento. A pesar de ser sólo un niño, Tesla corrigió el problema con lo que ese día fue aclamado como héroe por todos los vecinos.

De acuerdo a su autobiografía, a los ocho años su imaginación estaba completamente desbordada. En esta etapa aparece una característica que le acompañaría durante toda su vida, las imágenes mentales: cuando Tesla inventaba algo lo veía funcionando completamente en su cabeza antes de armarlo.

Tesla siempre dijo que su inteligencia la había heredado de su madre, pero de su padre aprendió su compromiso social, lo que lo llevó a ser un idealista que deseaba, con sus inventos, liberar a la humanidad del gran trabajo físico que se realizaba en esa época.

LA PARTIDA

En el otoño de 1875 el joven Nikola Tesla partió hacia Graz, en Austria, con el propósito de estudiar ingeniería en la Escuela Politécnica Joanneum. Como equipaje llevaba únicamente su bolso de campesino. El desarrollo de la tecnología recibiría un impulso que perdura hasta nuestros días, pero ese es tema de otro artículo.

E-mail: rodolfoechavarria@eluniversodemaxwell.com

Con mis mejores deseos a todos mis lectores para este año que inicia.

La energía eléctrica ha sido fundamental para el desarrollo de nuestra civilización. No podemos concebir nuestro mundo sin el uso de esta energía. Sin duda, la persona más importante en su expansión a casi todo el mundo ha sido Nikola Tesla. Después de décadas de olvido, ahora se le ha dado el reconocimiento que merece y se han escrito una gran cantidad de biografías suyas. En esta ocasión comentaremos sobre una etapa fundamental de su vida: la niñez.

FAMILIA

Los antepasados de Nikola Tesla eran serbios, emigraron desde el oeste de Serbia a la provincia de Lika, en lo que hoy es Croacia. Los serbios, descendientes de eslavos, viajaron originalmente al sur desde lo que actualmente es Alemania y Polonia, en busca de mejores tierras o huyendo de la violencia. En el siglo XV los turcos se extendieron al norte y desplazaron a varias poblaciones cristianas.

Por esta razón, la familia de Tesla vivía en Croacia, que constituía la frontera militar del Imperio austrohúngaro. Por lo tanto, era una zona fuertemente militarizada (los austríacos consideraban a Croacia como una fuente de tropas que usaban para proteger su frontera y en varias guerras).

El abuelo de Tesla, llamado también Nikola, vivió en la época de Napoleón y sirvió en el ejército. Se casó con Ana Kalinic, hija de un coronel. Tuvieron cinco hijos, uno de ellos, Milutin, no quiso seguir la carrera militar –dejó la escuela después de un castigo por no tener las botas limpias–, se inscribió en el seminario ortodoxo y se graduó en 1845 como el mejor de su clase, con lo que se convirtió en sacerdote de la Iglesia ortodoxa serbia.

Milutin se casó, en 1847, con Djuka Mandic, hija de un sacerdote. Fue asignado a una parroquia en Senc, en la costa adriática de Croacia. En busca de un mejor clima pidió su cambio, por lo que en 1852 fue trasladado a Smiljan, en Lika. Los Tesla forman un matrimonio feliz y viven varios años de paz. Con la mano férrea del sacerdote Milutin y la inteligencia y la labor incansable de la señora Djuka la familia dirige los destinos del pueblo.

NACIMIENTO

Nikola Tesla nació en la medianoche del 9 al 10 de julio de 1856, en Smiljan. Esa noche arreciaba una fuerte tormenta que mantenía asustada a la matrona, quien dijo: “Será el hijo de una tormenta”, a lo que la madre, con voz profética, replicó: “No, será el hijo de la luz”. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento, lo que indica que nació muy débil y sus padres pensaban que quizás no sobreviviría.

Tesla creció en el campo, disfrutaba la compañía de sus hermanos y de los animales de la granja como las palomas, los pollos, los gansos y las ovejas que tenía la familia. Pero lo que más le gustaba era jugar con Macak, el gato negro de la familia. Con esta mascota tuvo su primer contacto con la electricidad estática en un día seco de invierno. Notó cómo, al acercar su mano al gato, se despedían unas chispas que iluminaban la habitación.

Le preguntó a su padre qué era lo que pasaba y éste, al ser un hombre educado, le contestó que no era otra cosa más que la electricidad, lo mismo que observaba en los rayos de las tormentas. Parece ser que esta experiencia le inspiró para pasar su vida estudiando la electricidad.

TRAGEDIA

En 1863 ocurrió una desgracia, el caballo árabe, que su padre había recibido como regalo, aplastó y mató a su hermano mayor. Tesla fue testigo del suceso y lo dejó marcado. El sacerdote Milutin nunca se recuperó de la muerte de su primogénito –y al parecer, el favorito– y comenzó a envejecer prematuramente además de disminuir sus actividades en la Iglesia.

Tesla comenzó a buscar la perfección en sus actividades con el fin de recuperar el amor de su padre. En esa época descubrió el placer de la lectura, y devoraba los libros de la biblioteca, pero su papá, en lugar de motivarlo, le prohibió hacerlo y hasta le escondía las velas con el fin de que no leyera por las noches. Esto no lo detuvo, conseguía grasa y moldeaba sus propias velas para poder leer hasta el amanecer.

En esos años desarrolló varias de sus fobias, como tocar el pelo de otra persona, a los aretes y perlas en las mujeres, además de sus obsesiones, como calcular el volumen de sus comidas y bebidas, contar sus pasos, además de que sus actividades debía realizarlas en múltiplos de tres. Debido al dolor por la muerte de su hermano y la indiferencia de sus padres hacia él, Tesla se volvió introspectivo. Después llegó a controlar sus sentimientos y a desarrollar una gran fuerza de voluntad.

ENFERMEDAD

Después de haber completado un ciclo escolar, siendo un adolescente, Tesla ansiaba regresar a casa a pasar las vacaciones con su familia, pero recibió una carta de su padre en la que le indicaba que mejor se fuera de cacería y no los visitara. Debido a que sabía que a su padre no le gustaba que practicara esta actividad, le intrigó la carta y fue a casa.

La razón era que se había desatado una epidemia de cólera y su padre quería mantenerlo alejado. Tenía razón, Tesla contrajo la enfermedad y en unos días estaba al borde la muerte. En una tarde en que se encontraba grave y su padre lo animaba, le dijo: “Quizás mejore si me dejas estudiar ingeniería”. Aunque el reverendo Milutin quería que su hijo siguiera sus pasos en la Iglesia, le contestó: “Irás a la mejor institución técnica del mundo”. Esta promesa le dio fuerzas a Tesla para lograr su recuperación y milagrosamente sanó.

INVENTOS

A muy corta edad Tesla, siguiendo el ejemplo de su madre –quien había desarrollado varias herramientas de trabajo– comenzó a inventar diversos artefactos. Su idea era “emplear las fuerzas de la naturaleza al servicio del hombre”. Diseñó una máquina voladora y desmontaba relojes mecánicos sólo para volver a armarlos. En la demostración de la primera bomba contraincendios del pueblo surgió un desperfecto que impedía su funcionamiento. A pesar de ser sólo un niño, Tesla corrigió el problema con lo que ese día fue aclamado como héroe por todos los vecinos.

De acuerdo a su autobiografía, a los ocho años su imaginación estaba completamente desbordada. En esta etapa aparece una característica que le acompañaría durante toda su vida, las imágenes mentales: cuando Tesla inventaba algo lo veía funcionando completamente en su cabeza antes de armarlo.

Tesla siempre dijo que su inteligencia la había heredado de su madre, pero de su padre aprendió su compromiso social, lo que lo llevó a ser un idealista que deseaba, con sus inventos, liberar a la humanidad del gran trabajo físico que se realizaba en esa época.

LA PARTIDA

En el otoño de 1875 el joven Nikola Tesla partió hacia Graz, en Austria, con el propósito de estudiar ingeniería en la Escuela Politécnica Joanneum. Como equipaje llevaba únicamente su bolso de campesino. El desarrollo de la tecnología recibiría un impulso que perdura hasta nuestros días, pero ese es tema de otro artículo.

E-mail: rodolfoechavarria@eluniversodemaxwell.com