/ sábado 3 de octubre de 2020

Hablemos Legal | ¿Suprema corte?

Los tres poderes en que se divide la organización de nuestro país son el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial; Poderes que de acuerdo con la Constitución Política Mexicana deberían ser autónomos, independientes; con titulares que cumplan las obligaciones que tienen impuestas en la ley, se supone, ya que la verdad es que dependen y han dependido de uno de ellos, el Ejecutivo, encabezado por la máxima figura que representa a nuestro país.

En el caso del Poder Judicial Federal, representado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, encabezada por 11 Ministros y Ministras que toman las decisiones más difíciles e importantes en materia jurisdiccional, después de haber dado una muestra de gran autonomía en el desempeño de sus funciones, el jueves pasado pareciera que aconteció lo que muchos no esperaban, tomaron una decisión diferente de lo que a todas luces se encontraba en el marco inconstitucional, no por el derecho del cual se trataba sino más bien por el acto que se pretendía en razón de las causas que solo los que la generaron conocen.

Sabedores del Derecho expresaron su repudio a la decisión vertida en una sesión muy cerrada por la votación, que al final de cuentas estableció aprobando la constitucionalidad de un proyecto de consulta, del cual no tenemos duda alguna que es un derecho plasmado en nuestra máxima ley, la consulta; pero que mediante un acto que prohíbe la misma norma se lleve a cabo dicha consulta en relación a derechos fundamentales, para con ello resolver si es o no factible hacerlo, quedó vislumbrada la posición que el Poder Judicial ha tomado, sujetarse a lo dispuesto por otro Poder.

Una democracia plena se basa en la organización del Estado a través de su sistema político, donde los Poderes de la Unión al crear leyes, al Juzgar y al dirigir la Nación, lo hacen en forma que no se concentre todo ese poder en uno solo, por ellos es esa división que debería dar un verdadero equilibrio a todos los actos de los órganos gubernamentales.

Es sumamente peligroso que el concentrado de este no esté dividido, aun cuando pudiera pensarse que si se camina en una sola dirección todo debe marchar mucho mejor, pero la realidad que nos llevó a este sistema, encontrado en la historia, no solo de nuestro México, sino del mundo entero, obliga a que exista división de poderes, de contrapeso equilibrante a los actos de nuestros representantes.

Si deseamos darle un buen futuro a nuestra sociedad, debemos hacerlo con apego a las normas del derecho que regulan todas las conductas de los individuos en sociedad, leyes que deben contener justicia y no estar encaminadas a la satisfacción de interés particulares.

Es nuestra responsabilidad como ciudadanos elegir un equilibrio entre esos Poderes, para no llegar a las dictaduras que en la actualidad existen y que analizando la historia no debemos repetir, en las libertades que tanto nos han costado por siglos de lucha; tirar esos avances y retroceder, ello sería porque así lo hemos elegido. La Corte decidió, sólo ellos saben el porqué de su decisión, pero ya han marcado su historia.

Sabedores del Derecho expresaron su repudio a la decisión vertida en una sesión muy cerrada por la votación, que al final de cuentas estableció aprobando la constitucionalidad de un proyecto de consulta, del cual no tenemos duda alguna que es un derecho plasmado en nuestra máxima ley

Los tres poderes en que se divide la organización de nuestro país son el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial; Poderes que de acuerdo con la Constitución Política Mexicana deberían ser autónomos, independientes; con titulares que cumplan las obligaciones que tienen impuestas en la ley, se supone, ya que la verdad es que dependen y han dependido de uno de ellos, el Ejecutivo, encabezado por la máxima figura que representa a nuestro país.

En el caso del Poder Judicial Federal, representado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, encabezada por 11 Ministros y Ministras que toman las decisiones más difíciles e importantes en materia jurisdiccional, después de haber dado una muestra de gran autonomía en el desempeño de sus funciones, el jueves pasado pareciera que aconteció lo que muchos no esperaban, tomaron una decisión diferente de lo que a todas luces se encontraba en el marco inconstitucional, no por el derecho del cual se trataba sino más bien por el acto que se pretendía en razón de las causas que solo los que la generaron conocen.

Sabedores del Derecho expresaron su repudio a la decisión vertida en una sesión muy cerrada por la votación, que al final de cuentas estableció aprobando la constitucionalidad de un proyecto de consulta, del cual no tenemos duda alguna que es un derecho plasmado en nuestra máxima ley, la consulta; pero que mediante un acto que prohíbe la misma norma se lleve a cabo dicha consulta en relación a derechos fundamentales, para con ello resolver si es o no factible hacerlo, quedó vislumbrada la posición que el Poder Judicial ha tomado, sujetarse a lo dispuesto por otro Poder.

Una democracia plena se basa en la organización del Estado a través de su sistema político, donde los Poderes de la Unión al crear leyes, al Juzgar y al dirigir la Nación, lo hacen en forma que no se concentre todo ese poder en uno solo, por ellos es esa división que debería dar un verdadero equilibrio a todos los actos de los órganos gubernamentales.

Es sumamente peligroso que el concentrado de este no esté dividido, aun cuando pudiera pensarse que si se camina en una sola dirección todo debe marchar mucho mejor, pero la realidad que nos llevó a este sistema, encontrado en la historia, no solo de nuestro México, sino del mundo entero, obliga a que exista división de poderes, de contrapeso equilibrante a los actos de nuestros representantes.

Si deseamos darle un buen futuro a nuestra sociedad, debemos hacerlo con apego a las normas del derecho que regulan todas las conductas de los individuos en sociedad, leyes que deben contener justicia y no estar encaminadas a la satisfacción de interés particulares.

Es nuestra responsabilidad como ciudadanos elegir un equilibrio entre esos Poderes, para no llegar a las dictaduras que en la actualidad existen y que analizando la historia no debemos repetir, en las libertades que tanto nos han costado por siglos de lucha; tirar esos avances y retroceder, ello sería porque así lo hemos elegido. La Corte decidió, sólo ellos saben el porqué de su decisión, pero ya han marcado su historia.

Sabedores del Derecho expresaron su repudio a la decisión vertida en una sesión muy cerrada por la votación, que al final de cuentas estableció aprobando la constitucionalidad de un proyecto de consulta, del cual no tenemos duda alguna que es un derecho plasmado en nuestra máxima ley