/ martes 8 de enero de 2019

La ilusión es tan útil como la certeza y en la formación del espíritu entran tanto los cuentos de hadas como los problemas de enérides

Finalmente, Gerardo “Tata” Martino fue presentado como Director técnico de la Selección Mexicana de futbol.

No niego que Juan Carlos Osorio me impresionó con su propuesta, pero el colombiano no contaba con una experiencia que la apoyara y, el hecho de que apareciéramos como conejillos de Indias, no me brindaba comodidad alguna y, lo mismo ocurrió con el público y los medios de comunicación mexicanos. Su plan de trabajo encerraba tanta ciencia, que era igual a que yo tuviera que interpretar propuestas de Albert Einstein y, lo mismo ocurrió con cuanto profesional de la comunicación lo entrevistó. Pareciera que el señor no tenía capacidad para hacer que su comunicación fuera comprensible para quienes no tenemos sus estudios.

He escuchado hablar a los más connotados técnicos de los últimos años, sin haber tenido problema para entenderlos, Johan Cruyff, Menotti, Valdano, Aragonés, Del Bosque, Ancelloti, Guardiola, Enrique Meza, Ricardo Lavolpe y a muchos otros de rica dialéctica, que saben dejar bien claro las instrucciones que están dando a sus dirigidos, sin que el lenguaje vulgar sea causa para no entender el mensaje. Las reglas del bien decir, han aceptado que palabras como por ejemplo: “Evento” cuya acepción es “Hecho casual y fortuito libre de la voluntad humana” ejemplo, un ciclón, un terremoto, un accidente estc. Y no como los malinchistas lingüísticos lo han venido acostumbrando, como: Salón de eventos donde se celebran onomásticos, bodas, juntas, concursos etc, que ante la imposibilidad de evitar su uso, la Academia de la lengua lo ha aceptado, dividiendo así el lenguaje en correcto y vulgar, ya que de una u otra forma, el mensaje es comprensible.

Sin temor a equivocarme, puedo asegurar que la comunicación entre Martino, prensa, público y jugadores, será precisa y concisa, dejando los tecnicismos para el vestidor, en donde, los jugadores tienen la obligación de empaparse del argot futbolero en el que los stopers, los carrileros, los mediapunta, zona de creatividad, de definición, segundo tercio etc., forman parte del discurso del entrenador y, cuidarse ahí de caer también en el malinchismo lingüístico como el hablar del mal interpretado “hat trick”. Lo mismo que el “ciclo” es al beisbol, sencillo, doble, triple y cuadrangular, el mentado hat trick es al futbol, un gol de derecha, uno de izquierda y otro más con la cabeza, de otra forma es triplete.

Lo que más me entusiasma de la llegada de Martino, es que en algunos comentarios que he escuchado de los comunicadores extranjeros, sobre todo argentinos, es que el “Tata” es amante del juego bonito, igual que los brasileños, lo cual no es de extrañarse, pues habiendo sido en sus tiempos de jugador activo, un organizador de mediocampo, en donde las características importantes son, la buena técnica de control, conducción y golpeo y, la inteligencia suficiente para estar atendiendo las constantes transiciones ataque defensa, defensa ataque que son las herramientas necesarias para generar la creatividad, que es la madre del arte, lo ideal para obtener la identidad que no hemos podido ganar.

Mucho nos gustó el equipo que dirigió Mejía Barón, igual nos gustó el de Lapuente y el de Lavolpe, de Herrera y, más aún el de Osorio que venció a Alemania, todos distintos pero bellos y, sin embargo, los dejamos perderse. Francia tiene un futbol bello, pero juega distinto que los demás, lo mismo ocurre con Alemania, con Brasil, Italia, España, Uruguay y Argentina, que son los únicos ganadores de Mundiales, pero nosotros, nosotros ¿cómo jugamos? ¿Creen ustedes que el resto del mundo tiene identificado nuestra forma de jugo? ¡No! Ni nosotros mismos lo sabemos, porque el equipo de hoy juega distinto al de ayer y al otro y al otro ¿O no?

Echemos un vistazo nuestra legión extranjera: en Portugal: Feirense, Antonio Briseño... Porto, Héctor Herrera y Jesús Corona... España: Celta de Vigo, Néstor Araujo... Villarreal, Miguel Layún... Betis, Andrés Guardado... Real Sociedad, Héctor Moreno... Real Oviedo, Oswaldo Alanís... Inglaterra, Wolverhampton, Raúl Jiménez... West Ham, Javier Hernández... Holanda: Groningen, Uriel Antuna... PSV Eindhoven, Hirving Lozano y Erick Gutiérrez... Bélgica: Standard de Lieja, Guillermo Ochoa... Alemania: Eintracht Frankfurt, Carlos Salcedo y Marco Fabián... en Finlandia (Brrrr, qué frío) Jerónimo Amione... La India: East Bengal, Enrique Esqueda... Costa Rica: Herediano (Campeón), Omar Arellano, Gerardo Lugo, Antonio Pedroza y Aldo Magaña.

El que quiere trascender, le busca. Tenemos los casos de Gerardo Torrado, Jesús Corona, Guillermo Ochoa, Antonio Briseño, que se fueron a la buena de Dios y ahora los imitan: Antuna, Amione, imaginen adaptarse a la vida der Finlandia, o Esqueda persiguiendo tigres en la India... El que quiere, le busca.

Hasta pronto amigo.

Finalmente, Gerardo “Tata” Martino fue presentado como Director técnico de la Selección Mexicana de futbol.

No niego que Juan Carlos Osorio me impresionó con su propuesta, pero el colombiano no contaba con una experiencia que la apoyara y, el hecho de que apareciéramos como conejillos de Indias, no me brindaba comodidad alguna y, lo mismo ocurrió con el público y los medios de comunicación mexicanos. Su plan de trabajo encerraba tanta ciencia, que era igual a que yo tuviera que interpretar propuestas de Albert Einstein y, lo mismo ocurrió con cuanto profesional de la comunicación lo entrevistó. Pareciera que el señor no tenía capacidad para hacer que su comunicación fuera comprensible para quienes no tenemos sus estudios.

He escuchado hablar a los más connotados técnicos de los últimos años, sin haber tenido problema para entenderlos, Johan Cruyff, Menotti, Valdano, Aragonés, Del Bosque, Ancelloti, Guardiola, Enrique Meza, Ricardo Lavolpe y a muchos otros de rica dialéctica, que saben dejar bien claro las instrucciones que están dando a sus dirigidos, sin que el lenguaje vulgar sea causa para no entender el mensaje. Las reglas del bien decir, han aceptado que palabras como por ejemplo: “Evento” cuya acepción es “Hecho casual y fortuito libre de la voluntad humana” ejemplo, un ciclón, un terremoto, un accidente estc. Y no como los malinchistas lingüísticos lo han venido acostumbrando, como: Salón de eventos donde se celebran onomásticos, bodas, juntas, concursos etc, que ante la imposibilidad de evitar su uso, la Academia de la lengua lo ha aceptado, dividiendo así el lenguaje en correcto y vulgar, ya que de una u otra forma, el mensaje es comprensible.

Sin temor a equivocarme, puedo asegurar que la comunicación entre Martino, prensa, público y jugadores, será precisa y concisa, dejando los tecnicismos para el vestidor, en donde, los jugadores tienen la obligación de empaparse del argot futbolero en el que los stopers, los carrileros, los mediapunta, zona de creatividad, de definición, segundo tercio etc., forman parte del discurso del entrenador y, cuidarse ahí de caer también en el malinchismo lingüístico como el hablar del mal interpretado “hat trick”. Lo mismo que el “ciclo” es al beisbol, sencillo, doble, triple y cuadrangular, el mentado hat trick es al futbol, un gol de derecha, uno de izquierda y otro más con la cabeza, de otra forma es triplete.

Lo que más me entusiasma de la llegada de Martino, es que en algunos comentarios que he escuchado de los comunicadores extranjeros, sobre todo argentinos, es que el “Tata” es amante del juego bonito, igual que los brasileños, lo cual no es de extrañarse, pues habiendo sido en sus tiempos de jugador activo, un organizador de mediocampo, en donde las características importantes son, la buena técnica de control, conducción y golpeo y, la inteligencia suficiente para estar atendiendo las constantes transiciones ataque defensa, defensa ataque que son las herramientas necesarias para generar la creatividad, que es la madre del arte, lo ideal para obtener la identidad que no hemos podido ganar.

Mucho nos gustó el equipo que dirigió Mejía Barón, igual nos gustó el de Lapuente y el de Lavolpe, de Herrera y, más aún el de Osorio que venció a Alemania, todos distintos pero bellos y, sin embargo, los dejamos perderse. Francia tiene un futbol bello, pero juega distinto que los demás, lo mismo ocurre con Alemania, con Brasil, Italia, España, Uruguay y Argentina, que son los únicos ganadores de Mundiales, pero nosotros, nosotros ¿cómo jugamos? ¿Creen ustedes que el resto del mundo tiene identificado nuestra forma de jugo? ¡No! Ni nosotros mismos lo sabemos, porque el equipo de hoy juega distinto al de ayer y al otro y al otro ¿O no?

Echemos un vistazo nuestra legión extranjera: en Portugal: Feirense, Antonio Briseño... Porto, Héctor Herrera y Jesús Corona... España: Celta de Vigo, Néstor Araujo... Villarreal, Miguel Layún... Betis, Andrés Guardado... Real Sociedad, Héctor Moreno... Real Oviedo, Oswaldo Alanís... Inglaterra, Wolverhampton, Raúl Jiménez... West Ham, Javier Hernández... Holanda: Groningen, Uriel Antuna... PSV Eindhoven, Hirving Lozano y Erick Gutiérrez... Bélgica: Standard de Lieja, Guillermo Ochoa... Alemania: Eintracht Frankfurt, Carlos Salcedo y Marco Fabián... en Finlandia (Brrrr, qué frío) Jerónimo Amione... La India: East Bengal, Enrique Esqueda... Costa Rica: Herediano (Campeón), Omar Arellano, Gerardo Lugo, Antonio Pedroza y Aldo Magaña.

El que quiere trascender, le busca. Tenemos los casos de Gerardo Torrado, Jesús Corona, Guillermo Ochoa, Antonio Briseño, que se fueron a la buena de Dios y ahora los imitan: Antuna, Amione, imaginen adaptarse a la vida der Finlandia, o Esqueda persiguiendo tigres en la India... El que quiere, le busca.

Hasta pronto amigo.