Como pocas veces, este es un día con mucho de qué hablar, pero penosamente, de futbol extra cancha, tema en el que no me gusta incurrir, ya que, como el verdadero futbol, en él no existe la democracia, predominando siempre la voz del más fuerte, en este caso, los federativos y los dueños de equipo.
Esto me remonta a los tiempos de Pelé, quien descendiente de esclavos, fue tratado como esclavo. Los médicos lo advirtieron, si este hombre continúa jugando con la intensidad que se le obliga, no llegará a los 50 años de edad.
Y ahí, en el país en el que era idolatrado, no encontró a nadie que lo apoyara, cuando hastiado de que el Santos cobrara un extra de lo que se recaudaba de los contratos que exigían la presencia de Pelé en todos los partidos, que eran más de los sugeridos por la medicina deportiva.
La prensa, la radio, la televisión y sus mismos seguidores, lo llamaron “centavero”. Cuando se habla de los goles anotados por Pelé 1,262, se le descuentan los anotados durante los cuatro años que jugó para el Cosmos de Nueva York, ya que no son considerados oficiales, puesto que la Liga Norteamericana de aquel tiempo, era una no afiliada a la FIFA, pero los goles ahí están, y fueron anotados con todo el mundo como testigo, pues el Cosmos, igual que el Santos, teniendo a Pelé, jugaban más en el extranjero que en su país.
Así, si Pelé fue obligado a jugar 1,360 juegos a lo largo de su carrera, con más facilidad tendrán que seguir jugando Memo Ochoa y Andrés Guardado sin recibir una remuneración extra por poner en riesgo su salud. Los gringos, esclavos del dinero, aceptan que se les trate como a Pelé, por una razón que los asiste, su Sindicato que está muy atento, así, los pecosos aquellos, cobran por cada minuto extra que juegan.
Pero en México solo hay esclavos y, cada vez que ha aparecido un Emiliano Zapata, sus mismos compañeros lo han expulsado del futbol activo. Contéstenme ustedes, ¿Por qué esos valientes perdedores no se encuentran en el salón de la fama? Si lo que intentaron tiene mayor relevancia que lo que hicieron todos los célebres futbolistas que ahí en Pachuca, la cuna del futbol nacional, han sido encumbrados… ¡México! Creo en ti.
Pero como este es el cuento de nunca acabar, pasemos mejor a la aceptación, como lo sugiere Albert Camus, “La vida solo sirve para vivirla” si a ti te va bien o te va mal, a la vida la tiene sin cuidado, así que “Hay, hay, hay, hay, canta y no llores, porque cantando se alegran cielito lindo los corazones”, ahora que si crees que puedes contra Concacaf y contra Femexfut, adelante, éntrale.
Recuerdo un libro motivacional editado hará treinta o cuarenta años, titulado “El hombre más rico de Babilonia”. En un párrafo que intentaba abrirte los ojos decía. Andarás por la calle después de las ocho de la noche y, mirarás a través de la ventana, a un padre disfrutando de la compañía de su familia, pero ese no es tu caso.
¡WHAT!... o sea que para ser rico he de renunciar a mi familia. Miren que como es sabido, solemos enamorarnos de nuestros libros, hasta que comprendemos la filosofía que nos dice que si ya leíste un libro, no lo atesores, préstalo o regálalo a quien necesite de él, pero este libro al que hago alusión, lo destruí para evitar que contaminara el ambiente.
Excelente programación de la jornada 11, en la que sin embargo aparecen algunas cuestiones contradictorias, como es el que aparezca un juego correspondiente a la jornada 10 y otro de la 12, entre los que habrá que intercalar las finales de la Liga de Campeones de Concacaf, nuevamente entre dos equipos Mexicanos, juegos serios en donde somos los más recurrentes de la historia, algo que olvidamos porque nos gusta sufrir, dándole importancia a la Copa Oro que como dijera el Tuca, es una Copa Molera, tan importante para la borregada “Pocha” siempre dispuesta a pagar lo que sea, por ver este tipo de espectáculo.
Y a propósito del Tuca, parece ser que el hombre ya le encontró el ritmo al Noa Noa, cuatro juegos consecutivos sin saber de la derrota, ingresan a sus Bravos a la zona de los importantes. Lástima por la afición juarense, que ha de disfrutar al Tuca por lo que resta de este torneo, ya que en los sueños de este mexicano carioca, aparece la imagen imborrable que lleva tatuada en el pecho, de ese Puma al que tanto le debe.
Sobre todo a Miguel Mejía Barón, a quien ve como a su padre y, que ahora, como el último mayor éxito de la Institución universitaria, se le ha entregado la presidencia de la organización. Nada de esto está dicho, pero ni falta que hace.
No hay quien sirva para todo, de la misma forma que no hay quien no sirva para nada. Hoy que se avecina el clásico nacional más irregular de la historia, en donde uno de los involucrados es líder del campeonato, mientras que el otro atraviesa por una de sus peores campañas, no se justifica el andar buscando favorito, los números no mienten, sin embargo, mientras un juego no termine, cualquiera de los participantes puede ser vencedor.
No esperemos que en situaciones como la actual, tengamos que buscar un favorito, el América enfrenta al Guadalajara, once contra once y, todo puede pasar.
Hasta pronto amigo
