/ jueves 9 de septiembre de 2021

Ocurrencias del futbol | El uno a cero es bueno si es a nuestro favor

Recuerdo bien, hace ya mucho tiempo, encontrándome en una clínica de ventas, el ponente nos enseñó a interpretar correctamente el significado que el énfasis da a las palabras. En el idioma de los chinos, una sola palabra suele interpretarse de acuerdo al énfasis con que se diga y, lo mismo ocurre con algunas de nuestras expresiones.

Y... aquel señor nos puso el siguiente ejemplo: Unos recién casados, en su primer despertar juntos, el hombre pregunta cariñosamente ¿Cómo amaneciste viejita? Y la dama, encantada. Diez años después en otro amanecer, el hombre dice: ¡Cómo amaneciste viejita! Y otros diez años más tarde… ¡Cómo!, ¿amaneciste, viejita?

ROGELIO FUNES MORI

Igual ocurre con los narradores de futbol, que no son nada objetivos, pero sí bastante tendenciosos. Los detractores gratuitos de Rogelio Funes Mori, al que no acaban de perdonar el que haya sido el único centro delantero disponible en el futbol mexicano, que siendo argentino, se haya naturalizado por convicción y no por interés, como lo piensan los que, como el león, creen que todos son de su condición, reclamando la presencia del "Chícharo", quien en un momento de sobradez se fue de la lengua rompiendo con su DT y, como donde manda capitán no gobierna marinero, pues a ver el Mundial por televisión.

Cuando, durante el juego contra Costa Rica, el Che mexicano no pudo vencer a Keylor Navas encontrándose solo frente a él, la reacción de los cotorros del micrófono fue determinante, ¡al paredón!, fue la sentencia dictada con gritos ensordecedores. Y al fondo, a unos metros de distancia se escuchaba a otro cotorro, este era tico, que gritaba igual que lo hacemos nosotros cuando Ochoa salva nuestro marco al ser fusilado a pocos metros de distancia.

¿Me entienden? El énfasis empleado por nuestro narrador nos dice que Funes Mori erró un gol que cualquiera hubiera podido anotar, con lo que deja a Keylor Navas como a un chambón al que cualquiera puede vencer. Pero resulta que Keylor, como portero, es top 5 del mundo, Ochoa nos ha salvado infinidad de ocasiones, y no he escuchado que los cotorros digan que el atacante al que bloqueó es un chambón.

LOS MEJORES DEL MUNDO

Si las cosas no fueran como han sido, Concacaf tendría en este momento a los dos mejores porteros del mundo. En el Mundial Rusia 2018, Thibaut Courtois, que estaba debajo de Ochoa en atrapadas, jugó un partido más que el mexicano rebasando su marca, con lo que le ganó el título de mejor portero del mundo. Igual le ocurrió en Brasil 2014, en donde nuestro equipo salió en el cuarto juego, mientras que Costa Rica llegó al quinto, suficiente para que Keylor superara a Ochoa y, lo peor fue en Sudáfrica 2010, en donde ridículamente, Javier Aguirre dejó en la banca a Ochoa para favorecer a su amigo el "Conejo" Pérez.

Sí señor, el énfasis a nivel transmisión de juegos tiene como termómetro las tendencias cromáticas del narrador, rojo con blanco y azul, maravilloso, azul, una rayita abajo. Crema, ni en pintura. Pobre de Funes Mori, que es ajeno a estos colores, pero que tiene como pecado habernos escogido como hermanos. ¿Qué tonto, no?, ¿qué puede tener México para querer quedarse aquí?

LA OTRA SOLUCIÓN

La otra solución la tenemos con la Sub-23, pero qué desmemoriados somos los mexicanos, que pronto olvidamos que no es la primera vez que nuestros brillantes jóvenes padecen del maldito estigma que los anula al cumplir los 24. ¿O estoy mintiendo?. ¿Qué pasó con los medallistas olímpicos? En dónde quedaron cuando Brasil 2014 y Rusia 2018. Ahora toca el turno a los Olímpicos Tokio 2020, ellos estarán en Catar, olvídense de Araujo, Moreno y Guardado, que pasarán a formar la gran lista de ilustres eméritos del TRI.

¡Cuidado con el énfasis! Sobre todo el que se aplica al de ganar caminando, o al de hasta yo lo hubiera metido. El tiempo del Mundial ha llegado y, como es costumbre, descolgamos del perchero nuestro traje de director técnico y el de asesor, pero tengamos cuidado con nuestro énfasis para tomar el uno a cero como tres valiosos puntos.

UN NIÑO EN CADA HOMBRE

Cuando salimos de la cordura, recuerdo a Alberto Cortés en su poema “Hay un niño en cada hombre” cuando aconseja a su niño diciéndole que no se junte con los malos: “Ni tampoco con los otros, que están en el otro extremo y, que son los promotores de la burla y el desprecio, a la espera de un milagro, sin hacer nada por ello”.

Hasta pronto amigo.

Recuerdo bien, hace ya mucho tiempo, encontrándome en una clínica de ventas, el ponente nos enseñó a interpretar correctamente el significado que el énfasis da a las palabras. En el idioma de los chinos, una sola palabra suele interpretarse de acuerdo al énfasis con que se diga y, lo mismo ocurre con algunas de nuestras expresiones.

Y... aquel señor nos puso el siguiente ejemplo: Unos recién casados, en su primer despertar juntos, el hombre pregunta cariñosamente ¿Cómo amaneciste viejita? Y la dama, encantada. Diez años después en otro amanecer, el hombre dice: ¡Cómo amaneciste viejita! Y otros diez años más tarde… ¡Cómo!, ¿amaneciste, viejita?

ROGELIO FUNES MORI

Igual ocurre con los narradores de futbol, que no son nada objetivos, pero sí bastante tendenciosos. Los detractores gratuitos de Rogelio Funes Mori, al que no acaban de perdonar el que haya sido el único centro delantero disponible en el futbol mexicano, que siendo argentino, se haya naturalizado por convicción y no por interés, como lo piensan los que, como el león, creen que todos son de su condición, reclamando la presencia del "Chícharo", quien en un momento de sobradez se fue de la lengua rompiendo con su DT y, como donde manda capitán no gobierna marinero, pues a ver el Mundial por televisión.

Cuando, durante el juego contra Costa Rica, el Che mexicano no pudo vencer a Keylor Navas encontrándose solo frente a él, la reacción de los cotorros del micrófono fue determinante, ¡al paredón!, fue la sentencia dictada con gritos ensordecedores. Y al fondo, a unos metros de distancia se escuchaba a otro cotorro, este era tico, que gritaba igual que lo hacemos nosotros cuando Ochoa salva nuestro marco al ser fusilado a pocos metros de distancia.

¿Me entienden? El énfasis empleado por nuestro narrador nos dice que Funes Mori erró un gol que cualquiera hubiera podido anotar, con lo que deja a Keylor Navas como a un chambón al que cualquiera puede vencer. Pero resulta que Keylor, como portero, es top 5 del mundo, Ochoa nos ha salvado infinidad de ocasiones, y no he escuchado que los cotorros digan que el atacante al que bloqueó es un chambón.

LOS MEJORES DEL MUNDO

Si las cosas no fueran como han sido, Concacaf tendría en este momento a los dos mejores porteros del mundo. En el Mundial Rusia 2018, Thibaut Courtois, que estaba debajo de Ochoa en atrapadas, jugó un partido más que el mexicano rebasando su marca, con lo que le ganó el título de mejor portero del mundo. Igual le ocurrió en Brasil 2014, en donde nuestro equipo salió en el cuarto juego, mientras que Costa Rica llegó al quinto, suficiente para que Keylor superara a Ochoa y, lo peor fue en Sudáfrica 2010, en donde ridículamente, Javier Aguirre dejó en la banca a Ochoa para favorecer a su amigo el "Conejo" Pérez.

Sí señor, el énfasis a nivel transmisión de juegos tiene como termómetro las tendencias cromáticas del narrador, rojo con blanco y azul, maravilloso, azul, una rayita abajo. Crema, ni en pintura. Pobre de Funes Mori, que es ajeno a estos colores, pero que tiene como pecado habernos escogido como hermanos. ¿Qué tonto, no?, ¿qué puede tener México para querer quedarse aquí?

LA OTRA SOLUCIÓN

La otra solución la tenemos con la Sub-23, pero qué desmemoriados somos los mexicanos, que pronto olvidamos que no es la primera vez que nuestros brillantes jóvenes padecen del maldito estigma que los anula al cumplir los 24. ¿O estoy mintiendo?. ¿Qué pasó con los medallistas olímpicos? En dónde quedaron cuando Brasil 2014 y Rusia 2018. Ahora toca el turno a los Olímpicos Tokio 2020, ellos estarán en Catar, olvídense de Araujo, Moreno y Guardado, que pasarán a formar la gran lista de ilustres eméritos del TRI.

¡Cuidado con el énfasis! Sobre todo el que se aplica al de ganar caminando, o al de hasta yo lo hubiera metido. El tiempo del Mundial ha llegado y, como es costumbre, descolgamos del perchero nuestro traje de director técnico y el de asesor, pero tengamos cuidado con nuestro énfasis para tomar el uno a cero como tres valiosos puntos.

UN NIÑO EN CADA HOMBRE

Cuando salimos de la cordura, recuerdo a Alberto Cortés en su poema “Hay un niño en cada hombre” cuando aconseja a su niño diciéndole que no se junte con los malos: “Ni tampoco con los otros, que están en el otro extremo y, que son los promotores de la burla y el desprecio, a la espera de un milagro, sin hacer nada por ello”.

Hasta pronto amigo.