/ martes 24 de marzo de 2020

Ocurrencias del futbol | En aquel tiempo, el periódico ilustraba las acciones con dibujos. Vaya tarea la de aquellos reporteros

La peste ha infectado la ciudad de Oran, confinada a sus fronteras y límites, aislada del resto del mundo, en cuarentena de abastos, afectos, comunicaciones externas. La peste se ha apoderado de sus calles y arterias, el ánimo de sus habitantes y de su presente... Comienza la tragedia... Así se resume el libro más luminoso del Nobel de Literatura y fut-bolista profesional francés Albert Camus, en donde mantiene su capacidad simbólica, su apuesta por la solidaridad, la fraternidad y la heroicidad del hombre común. Camus afirma que en el hombre hay más cosas dignas de admiración, que de desprecio, pero dice que la peste no es la única causa que debiera unirnos, lo que vine a comprender cuando ayer escuché que en México morían mil personas cada mes a causa de accidentes automovilísticos en los que las más de las veces está presente el alcohol... He aquí otra peste, más peligrosa aún, contra la que no hacemos nada... Si esta emergencia nos ha hecho reaccionar, igual podremos combatir a la diabetes, el alcoholismo y la obesidad, que son igualmente peligrosas, pero a las que nos hemos acostumbrado.

Ya vimos anteriormente la fundación de unos clubes pioneros ingleses. Ahora le tocaba el turno a Escocia, una tierra glacial y dura, de habitantes curtidos por el frío y el trabajo. Alli se fundó en 1867, una institución de leyenda: el famoso Queens Park Club; sonaban por consiguiente los clarines que anunciaban la primera gran rivalidad. Si Inglaterra tenía ya sus propios clubes y Escocia también, ello significaba que estaban creadas las condiciones para la celebración de competiciones entre los clubes representantes de ambos países británicos, a la espera de que en Irlanda y País de Gales ocurriera un fenómeno idéntico. Pues bien, tales condiciones de rivalidad se materializaron en 1871, con la fundación de la primera competición oficial de la historia, la denominada Copa de la Football Association; más tarde, en 1872, se celebró el primer gran match de selecciones nacionales entre ingleses y escoceses.

Fueron varios los equipos invitados a participar en aquella primera competición oficial de 1871, previo pago de una guinea como derecho a inscripción en el torneo. Concretamente quince, todos ingleses... salvo el escoces Queens Park Club. Sin embargo surgieron problemas que explican la precariedad que rodeaba al despegue futbolístico. La carencia de medios era un obstáculo insuperable para el equipo escocés, que habría de desplazarse una y otra vez a territorio inglés para jugar contra sus equipos y, la realidad económica del club era de auténtica subsistencia. De hecho los jugadores tenían que pagarse los propios desplazamientos. Coyunturalmente se solucionó el problema facilitando el acceso directo del club escocés a las semifinales, dada su sólida fama de equipo invulnerable. En esas semifinales, el Queens Park Club y el Bolton Wanderers empataron a cero goles el 4 de marzo de 1872, en un campo de juego situado en Londres y, con la inusitda y expectante asistencia de dos mil personas. El segundo match no llegó a celebrarse, pues definitivamente los escoces no disponían de dinero para un nuevo desplazamiento. Así el Bolton Wanderers accedió a la final, batiendo por uno a cero al otro finalista, el Royal Engeeners, club de breve existencia.

Aquella fue, de hecho, la primera final del prologo de lo que sería después la prestigiosa Copa de Inglaterra, que todavía se juega entre los vencedores de los Campeonatos de Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y País de Gales y, cuyo escenario clásico es el vetustoi E#stadio de Wembley, catedral del futbol mundial. Es necesario señalar que a pesar de no haber quedado campeón, el Queens Park Club fue considerdo en aquellos tiempos como la mejor escuadra, ya que permaneció imbatido durante siete años.

Fue en aquel año de 1872., pues una coyuntura importante en los anales del futbol moderno, ya que el 30 de noviembre tuvo tambien efecto el primer partido de selecciones nacionales, como ya apuntamos anteriormente. Las escuadras de Inglaterra y Escocia se enfrentron en un terreno escocés, en la industriosa ciudad de Glasgow. Y el equipo escocés era íntegro el célebre Queens Park Club. El resultado no satisfizo a nadie, pues el match finalizó con empate a cero, a pesar de predominar el ardor atacante sobre cualquier otra estrategia y táctica, las metas no pudieron perforarse. Sin embargo, las repercusiones promovidas por el partido supusieron un nuevo impulso en los principios asociativos del futbol: en 1873 se fundó la Federación Escocesa, entidad que rápidamente organizó la primera Copa de Escocia y, en 1876. los galeses optaron por formar su propia Federación y su primer campeonato. Poco después, en 1879, en Irlanda surgió el primer equipo, el Clifftonville Club y, su federación nacional al año siguiente, en 1880. El Futbol Asociación estaba ya definitivamente organizado en las Islas Británicas en la década de 1880.

La peste ha infectado la ciudad de Oran, confinada a sus fronteras y límites, aislada del resto del mundo, en cuarentena de abastos, afectos, comunicaciones externas. La peste se ha apoderado de sus calles y arterias, el ánimo de sus habitantes y de su presente... Comienza la tragedia... Así se resume el libro más luminoso del Nobel de Literatura y fut-bolista profesional francés Albert Camus, en donde mantiene su capacidad simbólica, su apuesta por la solidaridad, la fraternidad y la heroicidad del hombre común. Camus afirma que en el hombre hay más cosas dignas de admiración, que de desprecio, pero dice que la peste no es la única causa que debiera unirnos, lo que vine a comprender cuando ayer escuché que en México morían mil personas cada mes a causa de accidentes automovilísticos en los que las más de las veces está presente el alcohol... He aquí otra peste, más peligrosa aún, contra la que no hacemos nada... Si esta emergencia nos ha hecho reaccionar, igual podremos combatir a la diabetes, el alcoholismo y la obesidad, que son igualmente peligrosas, pero a las que nos hemos acostumbrado.

Ya vimos anteriormente la fundación de unos clubes pioneros ingleses. Ahora le tocaba el turno a Escocia, una tierra glacial y dura, de habitantes curtidos por el frío y el trabajo. Alli se fundó en 1867, una institución de leyenda: el famoso Queens Park Club; sonaban por consiguiente los clarines que anunciaban la primera gran rivalidad. Si Inglaterra tenía ya sus propios clubes y Escocia también, ello significaba que estaban creadas las condiciones para la celebración de competiciones entre los clubes representantes de ambos países británicos, a la espera de que en Irlanda y País de Gales ocurriera un fenómeno idéntico. Pues bien, tales condiciones de rivalidad se materializaron en 1871, con la fundación de la primera competición oficial de la historia, la denominada Copa de la Football Association; más tarde, en 1872, se celebró el primer gran match de selecciones nacionales entre ingleses y escoceses.

Fueron varios los equipos invitados a participar en aquella primera competición oficial de 1871, previo pago de una guinea como derecho a inscripción en el torneo. Concretamente quince, todos ingleses... salvo el escoces Queens Park Club. Sin embargo surgieron problemas que explican la precariedad que rodeaba al despegue futbolístico. La carencia de medios era un obstáculo insuperable para el equipo escocés, que habría de desplazarse una y otra vez a territorio inglés para jugar contra sus equipos y, la realidad económica del club era de auténtica subsistencia. De hecho los jugadores tenían que pagarse los propios desplazamientos. Coyunturalmente se solucionó el problema facilitando el acceso directo del club escocés a las semifinales, dada su sólida fama de equipo invulnerable. En esas semifinales, el Queens Park Club y el Bolton Wanderers empataron a cero goles el 4 de marzo de 1872, en un campo de juego situado en Londres y, con la inusitda y expectante asistencia de dos mil personas. El segundo match no llegó a celebrarse, pues definitivamente los escoces no disponían de dinero para un nuevo desplazamiento. Así el Bolton Wanderers accedió a la final, batiendo por uno a cero al otro finalista, el Royal Engeeners, club de breve existencia.

Aquella fue, de hecho, la primera final del prologo de lo que sería después la prestigiosa Copa de Inglaterra, que todavía se juega entre los vencedores de los Campeonatos de Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y País de Gales y, cuyo escenario clásico es el vetustoi E#stadio de Wembley, catedral del futbol mundial. Es necesario señalar que a pesar de no haber quedado campeón, el Queens Park Club fue considerdo en aquellos tiempos como la mejor escuadra, ya que permaneció imbatido durante siete años.

Fue en aquel año de 1872., pues una coyuntura importante en los anales del futbol moderno, ya que el 30 de noviembre tuvo tambien efecto el primer partido de selecciones nacionales, como ya apuntamos anteriormente. Las escuadras de Inglaterra y Escocia se enfrentron en un terreno escocés, en la industriosa ciudad de Glasgow. Y el equipo escocés era íntegro el célebre Queens Park Club. El resultado no satisfizo a nadie, pues el match finalizó con empate a cero, a pesar de predominar el ardor atacante sobre cualquier otra estrategia y táctica, las metas no pudieron perforarse. Sin embargo, las repercusiones promovidas por el partido supusieron un nuevo impulso en los principios asociativos del futbol: en 1873 se fundó la Federación Escocesa, entidad que rápidamente organizó la primera Copa de Escocia y, en 1876. los galeses optaron por formar su propia Federación y su primer campeonato. Poco después, en 1879, en Irlanda surgió el primer equipo, el Clifftonville Club y, su federación nacional al año siguiente, en 1880. El Futbol Asociación estaba ya definitivamente organizado en las Islas Británicas en la década de 1880.