Así es como deberíamos considerar el sorpresivo triunfo de México ante Francia. La gran diferencia entre esta Francia y el Brasil de Londres: Aquel Brasil alineó contra México con: Gabriel, Rafael (Inglaterra), Thiago (Francia), Juan, Marcelo (España), Romulo, Sandro y Alex Sandro (Italia), Óscar, Neymar (España), Leandro (Italia), Hulk (Rusia), Alexandre Pato (Italia) y Lucas.
Una selección conformada con jugadores de reconocida valía, como Thiago Silva, para mi gusto, junto a Sergio Ramos, los mejores defensas centrales del mundo; Rafael, titular indiscutible del Manchester United; Marcelo, extraordinario defensa del Real Madrid; Neymar con el Barcelona, y Hulk y Pato, dos zurdos de reconocida habilidad.
Selección brasileña infinitamente superior a la francesa a la que hoy ha goleado nuestro Tri, de la que solamente destacan los tigres André Pierre Gignac y Florian Thauvin, que nos habla claramente del poco interés que países como Francia, Inglaterra, Alemania e Italia, muestran por el fut-bol olímpico. El equipo francés ha jugado hoy con Paul Bernardoni, Antoni Caci, Modibo Sagnan, Pierre Kalulu, Clement Michelin, Lucas Tousart, Teji Savanier, Enzo Le Fee, Arnaud Nordin y nuestros conocidos Florian Thauvin y André Pierre Gignac.
Así pues, independientemente de la importancia que los demás países concedan a los Juegos Olímpicos, nuestra selección ha iniciado con el pie derecho, lo cual nos da mucho gusto, pero que no nos asegura que todo será igual que lo ha sido hoy, en un grupo en el que se encuentra el anfitrión Japón, que si bien no se encuentra entre las grandes potencias, conocida es su condición de guerreros en cualquiera de los deportes en los que compiten.
En las Olimpiadas de México 1968, México había logrado llegar más alto que nunca en el futbol olímpico, se había vencido a Colombia, se perdió con Francia (hoy nos vengamos), goleamos a Guinea, pero Bulgaria nos derrotó en semifinales dejándonos como única opción la medalla de bronce y Japón sería nuestro contendiente. De ellos sabíamos que eran rápidos, pero que adolecían de una pobre técnica. El problema era que los nipones contaban con un temible líder, Kamamoto, quien se bastó para eliminarnos al anotarnos dos goles llevándose el bronce. Kunishe Kamamoto era lo único que tenía Japón, lo sabíamos y aun así lo descuidamos y nos hizo los dos goles que nos hundieron. Kamamoto fue el campeon de goleo.
El equipo mexicano opuso a Bulgaria a los siguientes jugadores: Vargas, Manuel Alejandres, Sánchez Galindo, Sanabria y Mario "Pichojos" Pérez, Luis Regueiro, Héctor Pulido, Carlos Muñoz, Vicente Pereda, Cesáreo Victorino y Albino Morales... Y contra Japón lo hizo con: Vargas, Alejandres, Sánchez Galindo, Sanabria, Mario Pérez, Luis Regueiro, Estrada, Ignacio Basaguren, Vicente Pereda, Cesáreo Victorino y Albino Morles
Existen muchos rumores negativos respecto de esta selección. Se dice que la asociación ofreció una prima a los mexicanos si lograban vencer a España, juego que se ganó, sin embargo la prima ofrecida no fue cumplida ya, y que en represalia los jugadores mexicanos se dejaron vencer por Bulgaria y Japón, vaya, ni siquiera daré el nombre del jugador que supuestamente hizo esta declaración, porque me niego a pensar que haya un mexicano capaz de semejante traición. Después de esto que ocurrió hace 44 años, es seguro que nuestros jugadores hoy estarán alertas, máxime si como ya dije, Japón es el equipo anfitrión.
El negrito del arroz apareció cuando antes y durante el juego México-Francia, nadie advirtió que en el uniforme de Erik Aguirre la bandera mexicana impresa en el escudo aparecía al revés, lo que ha ocasionado un problema para la empresa Li-Uing México, encargados de uniformar a nuestra selección, empresa que ha de responder ante la Secretaría de Gobernación por faltar al artículo 20 de la ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, que no puede alterarse bajo ninguna circunstancia... ¿Qué nos pasa?, esto es algo tan recurrente entre nuestros equipos, que están en todo menos en misa, ¿recuerdan cómo el América perdió tres puntos que tenía ganados por un descuido semejante a este?
Y ya que nos hemos metido en esto, yo propondría que a las selecciones mexicanas se les agregara un maestro de canto para que los jugadores cuando menos abran la boca durante la ceremonia de los himnos, ya que algunos ni siquiera conocen la letra y otros son tan desentonados que les da vergüenza cantar, vaya que me impresionaron los salvadoreños cuando a una voz, los miles que en el estadio de Dallas se encontraban elevaron su canto junto con su orgullo hasta lo más alto, en cambio nuestra gente solo eleva su voz cuando lanza el estúpido grito homofóbico, enarbolando orgullosos nuestra bandera y, me pregunto, en dónde está la Secretaría de Gobernción que no ordena a estos enmascarados. Estoy seguro de que si no se les hiciera caso, desaparecerían, pues insignificantes como son sienten que haciendo lo que hacen es la única forma de sentirse vistos. Por favor, que no se les permita entrar con la bandera mexicana a los estadios.
Hasta pronto amigo.
