/ domingo 25 de febrero de 2024

Paradigmas / El G20, cambio climático y la pobreza

Los ministros de Asuntos Exteriores del grupo de países del G20 se reunieron esta semana en Río de Janeiro para debatir sobre las tensiones mundiales y las formas de mejorar las organizaciones multilaterales, en preparación de su cumbre anual de líderes presidida por Brasil.

El presidente brasileño, Luiz Ignacio Lula da Silva, mostró sus reflectores enfocados a la gobernanza mundial, una de las principales prioridades del G20 este año, junto con la lucha contra el cambio climático y la reducción de la pobreza. Brasil asumió la presidencia del G20 en diciembre de 2023 y finalizará su mandato en noviembre de este año, con la cumbre presidencial del foro en Río de Janeiro.

Desde hace varios años el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), nos informa que la temperatura de la Tierra, es más alta con respecto al año anterior. Y como ciudadanos vamos recabando evidencias por las cuales sabemos que no estamos haciendo nada para revertir las estadísticas.

LA CARTA DE BELGRADO

En 1975 se llevó a cabo el Seminario Internacional de Educación Ambiental en Belgrado, en la entonces Yugoslavia, a fin de fomentar la inclusión de la perspectiva ambiental en la acción educativa. De este seminario surgió La Carta de Belgrado, donde se definen metas, objetivos y principios de la educación ambiental.

Esta estrategia para combatir el Cambio Climático, fue aprobado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pidió una nueva definición de “desarrollo” que tuviera en cuenta la satisfacción de las necesidades y los deseos de todos los habitantes de la Tierra, el pluralismo de las sociedades y el equilibrio, la armonía entre el hombre y el ambiente.

Con ello la ONU buscaba la erradicación de las causas básicas de la pobreza, del hambre, del analfabetismo, de la contaminación, la explotación y la dominación.

Ya desde esos años se consideraba la existencia del incremento de la desigualdad entre ricos y pobres, entre las naciones y dentro de ellas; y existen evidencias de un creciente deterioro del ambiente físico, bajo diferentes formas, a escala mundial. Esta situación, aunque causada principalmente por un número relativamente pequeño de países, afecta a toda la humanidad.

DETERIORO AMBIENTAL

Las consecuencias de las acciones con respecto al deterioro ambiental del planeta son las siguientes: Calentamiento global y desertificación, debido al aumento de los niveles de CO2 y otros contaminantes atmosféricos. Incremento de la ocurrencia de fenómenos climáticos extremos como huracanes o sequías.

Toda la Tierra tiene una superficie de más de 500 millones de kilómetros cuadrados. Y en menos del 1% de esa extensión existe la mayor pérdida de biodiversidad. La concentración del daño ambiental se encuentra localizada principalmente en los Andes Tropicales, en Centroamérica y en el sudeste asiático.

Países como Australia, China, Colombia, Ecuador, Indonesia, Malasia, México y Estados Unidos son los grandes culpables de los problemas de conservación de aves, mamíferos y anfibios. En apenas un puñado de estas ecorregiones se concentra más del 50% del deterioro global, en el estado de conservación de aves, mamíferos y anfibios. De acuerdo al estudio realizado en 2015 por la investigadora española Ana Rodríguez.

¡Vamos mal! Y lo cierto que reuniones de toda índole se efectúan en diferentes sitios, donde los líderes mundiales llevan dentro de sus agendas discutir las mayores preocupaciones del planeta, pero la realidad es que no han logrado trazar un plan efectivo, con las estrategias pertinentes para conseguir los niveles óptimos, evitar se siga calentando la Tierra.

Los ministros de Asuntos Exteriores del grupo de países del G20 se reunieron esta semana en Río de Janeiro para debatir sobre las tensiones mundiales y las formas de mejorar las organizaciones multilaterales, en preparación de su cumbre anual de líderes presidida por Brasil.

El presidente brasileño, Luiz Ignacio Lula da Silva, mostró sus reflectores enfocados a la gobernanza mundial, una de las principales prioridades del G20 este año, junto con la lucha contra el cambio climático y la reducción de la pobreza. Brasil asumió la presidencia del G20 en diciembre de 2023 y finalizará su mandato en noviembre de este año, con la cumbre presidencial del foro en Río de Janeiro.

Desde hace varios años el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), nos informa que la temperatura de la Tierra, es más alta con respecto al año anterior. Y como ciudadanos vamos recabando evidencias por las cuales sabemos que no estamos haciendo nada para revertir las estadísticas.

LA CARTA DE BELGRADO

En 1975 se llevó a cabo el Seminario Internacional de Educación Ambiental en Belgrado, en la entonces Yugoslavia, a fin de fomentar la inclusión de la perspectiva ambiental en la acción educativa. De este seminario surgió La Carta de Belgrado, donde se definen metas, objetivos y principios de la educación ambiental.

Esta estrategia para combatir el Cambio Climático, fue aprobado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pidió una nueva definición de “desarrollo” que tuviera en cuenta la satisfacción de las necesidades y los deseos de todos los habitantes de la Tierra, el pluralismo de las sociedades y el equilibrio, la armonía entre el hombre y el ambiente.

Con ello la ONU buscaba la erradicación de las causas básicas de la pobreza, del hambre, del analfabetismo, de la contaminación, la explotación y la dominación.

Ya desde esos años se consideraba la existencia del incremento de la desigualdad entre ricos y pobres, entre las naciones y dentro de ellas; y existen evidencias de un creciente deterioro del ambiente físico, bajo diferentes formas, a escala mundial. Esta situación, aunque causada principalmente por un número relativamente pequeño de países, afecta a toda la humanidad.

DETERIORO AMBIENTAL

Las consecuencias de las acciones con respecto al deterioro ambiental del planeta son las siguientes: Calentamiento global y desertificación, debido al aumento de los niveles de CO2 y otros contaminantes atmosféricos. Incremento de la ocurrencia de fenómenos climáticos extremos como huracanes o sequías.

Toda la Tierra tiene una superficie de más de 500 millones de kilómetros cuadrados. Y en menos del 1% de esa extensión existe la mayor pérdida de biodiversidad. La concentración del daño ambiental se encuentra localizada principalmente en los Andes Tropicales, en Centroamérica y en el sudeste asiático.

Países como Australia, China, Colombia, Ecuador, Indonesia, Malasia, México y Estados Unidos son los grandes culpables de los problemas de conservación de aves, mamíferos y anfibios. En apenas un puñado de estas ecorregiones se concentra más del 50% del deterioro global, en el estado de conservación de aves, mamíferos y anfibios. De acuerdo al estudio realizado en 2015 por la investigadora española Ana Rodríguez.

¡Vamos mal! Y lo cierto que reuniones de toda índole se efectúan en diferentes sitios, donde los líderes mundiales llevan dentro de sus agendas discutir las mayores preocupaciones del planeta, pero la realidad es que no han logrado trazar un plan efectivo, con las estrategias pertinentes para conseguir los niveles óptimos, evitar se siga calentando la Tierra.