/ viernes 15 de junio de 2018

Que la transición sea tersa

Después del tercer y último debate electoral, donde se exhibió la pobreza de ideas de los contendientes y el exagerado protagonismo de uno de los tres moderadores...

No queda ya ninguna duda de que si no surgen sorpresas de última hora, será Andrés Manuel López Obrador el triunfador indiscutible de las elecciones presidenciales el próximo 1 de julio.

La ventaja del puntero es muy elevada y solo un fraude descomunal o un milagro podrían descontarla en beneficio de cualquiera de los dos alejados seguidores, o sea Anaya y Meade, quienes no obstante siguen en la brega política, en espera de que se produzca ese evento inesperado y hacer morder el polvo al hombre de Macuspana.

Quizá por eso ya en sus presentaciones públicas ante los seguidores de su proyecto, en lugar de hacer propuestas que tengan que ver con el bienestar del país, se dedican a denostar al candidato de MORENA buscando dañar su imagen en base a mentiras, inventos y medias verdades; solo que nadie les cree.

De todos es sabido que Andrés Manuel López Obrador ha venido construyendo su imagen e incrementando su capital político en base a una conducta moral irreprochable, gracias a la cual nadie puede llamarle corrupto sin caer en la diatriba y la difamación.

Su honestidad, pues, es el valor más importante de Andrés Manuel López Obrador y será ese el estandarte que despliegue en su mandato, según él mismo lo ha pregonado, para combatir la corrupción rampante que impera en todo el sistema político mexicano, como fórmula principal para lograr la regeneración de la Patria.

Por supuesto que los grandes intereses que rondan alrededor del gobierno, en todos sus niveles, están nerviosos unos, temerosos otros, porque todo parece indicar que el tabasqueño viene a terminar con los fraudes y las canonjías que se derivan del presupuesto público y que tanto daño han hecho a la nación.

López Obrador ha dicho que no viene en plan de venganza, sino de justicia, bien, luego entonces, ¿meterá a la cárcel a todos los gobernantes, funcionarios públicos y líderes corruptos que pululan en el país y que han medrado en las arcas a su cuidado, atentando contra el bienestar de los mexicanos?

Esa sería justicia, aunque la verdad sea dicha sin ambages, harían falta jueces para sentenciar y cárceles para encerrar a tantos y tantos servidores públicos que se han enriquecido robando a manos llenas el dinero del pueblo.

Es cierto que nadie sabe cuál será la verdadera mística del gobierno lopezobradorista en caso de que el Peje llegue al poder, como se vislumbra, pero como están las cosas en este momento en los altos círculos del poder, ya nada de lo que suceda sorprendería al pueblo mexicano, harto como está de la podredumbre que ha venido carcomiendo nuestra soberanía y nuestro bienestar, debilitando por demás nuestras anhelos por un México mejor.

Ahora solo nos queda esperar que la transición sea tersa, que los poderes fácticos se calmen, que acepten la decisión del pueblo en las urnas y que se unan al proyecto de una gran transformación por México.

P.D.- Gracias a Dios la caja de Pandora está cerrada, dejémosla así, porque al menos la esperanza aún vive entre nosotros.

armando_juarezbecerra@ hotmail.com

Después del tercer y último debate electoral, donde se exhibió la pobreza de ideas de los contendientes y el exagerado protagonismo de uno de los tres moderadores...

No queda ya ninguna duda de que si no surgen sorpresas de última hora, será Andrés Manuel López Obrador el triunfador indiscutible de las elecciones presidenciales el próximo 1 de julio.

La ventaja del puntero es muy elevada y solo un fraude descomunal o un milagro podrían descontarla en beneficio de cualquiera de los dos alejados seguidores, o sea Anaya y Meade, quienes no obstante siguen en la brega política, en espera de que se produzca ese evento inesperado y hacer morder el polvo al hombre de Macuspana.

Quizá por eso ya en sus presentaciones públicas ante los seguidores de su proyecto, en lugar de hacer propuestas que tengan que ver con el bienestar del país, se dedican a denostar al candidato de MORENA buscando dañar su imagen en base a mentiras, inventos y medias verdades; solo que nadie les cree.

De todos es sabido que Andrés Manuel López Obrador ha venido construyendo su imagen e incrementando su capital político en base a una conducta moral irreprochable, gracias a la cual nadie puede llamarle corrupto sin caer en la diatriba y la difamación.

Su honestidad, pues, es el valor más importante de Andrés Manuel López Obrador y será ese el estandarte que despliegue en su mandato, según él mismo lo ha pregonado, para combatir la corrupción rampante que impera en todo el sistema político mexicano, como fórmula principal para lograr la regeneración de la Patria.

Por supuesto que los grandes intereses que rondan alrededor del gobierno, en todos sus niveles, están nerviosos unos, temerosos otros, porque todo parece indicar que el tabasqueño viene a terminar con los fraudes y las canonjías que se derivan del presupuesto público y que tanto daño han hecho a la nación.

López Obrador ha dicho que no viene en plan de venganza, sino de justicia, bien, luego entonces, ¿meterá a la cárcel a todos los gobernantes, funcionarios públicos y líderes corruptos que pululan en el país y que han medrado en las arcas a su cuidado, atentando contra el bienestar de los mexicanos?

Esa sería justicia, aunque la verdad sea dicha sin ambages, harían falta jueces para sentenciar y cárceles para encerrar a tantos y tantos servidores públicos que se han enriquecido robando a manos llenas el dinero del pueblo.

Es cierto que nadie sabe cuál será la verdadera mística del gobierno lopezobradorista en caso de que el Peje llegue al poder, como se vislumbra, pero como están las cosas en este momento en los altos círculos del poder, ya nada de lo que suceda sorprendería al pueblo mexicano, harto como está de la podredumbre que ha venido carcomiendo nuestra soberanía y nuestro bienestar, debilitando por demás nuestras anhelos por un México mejor.

Ahora solo nos queda esperar que la transición sea tersa, que los poderes fácticos se calmen, que acepten la decisión del pueblo en las urnas y que se unan al proyecto de una gran transformación por México.

P.D.- Gracias a Dios la caja de Pandora está cerrada, dejémosla así, porque al menos la esperanza aún vive entre nosotros.

armando_juarezbecerra@ hotmail.com