/ viernes 2 de agosto de 2019

Ambición

Parodiando en algo el poema de Campoamor, en política, que es en realidad un mundo traidor, nada es verdad ni nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira y si nos atenemos a la moral de esa lógica absoluta, lo que vimos antier no se trató de una simple renuncia por razones personales ni de salud, sino que fue un fulminante cese ordenado por lo más alto de la cúpula gubernamental tamaulipeca.

Germán Pacheco, el tampiqueño subido casi de mosca al tren de los vientos de cambio, fue “descharchinado” de su cargo como titular del Itife, con lo que se vienen abajo sus sueños de escalar lo más alto en la nomenclatura política del Estado.

Quienes manejan los más delicados asuntos políticos del entramaje oficial que mora en el Palacio del l5 y l6 Hidalgo de Ciudad Victoria, coinciden en que Germán Pacheco está pagando sus coqueteos y reuniones con los enemigos de su jefe máximo, con quienes, dicen, pactó alianzas encaminadas a trabajar por las causas que no comulgan con los proyectos azules, sobre todo, con los que maneja el mero preciso de Tamaulipas.

De cualquier manera, la destitución fulminante de Germán Pacheco, según lo deducen en los altos círculos políticos de Tamaulipas, es el principio de una labor de limpieza dentro de la estructura panista que labora en el régimen cabecista, en preparación temprana de lo que se ventilará dentro de tres años.

Se comenta que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ha logrado a la fecha posicionarse muy alto en las filas de su partido y en las preferencias de los tamaulipecos, logrando incluso un tercer lugar de aceptación en encuesta nacional, colocando a Tamaulipas muy por encima de 25 entidades homólogas de la República Mexicana.

Lo anterior será un factor determinante, según los analistas y politólogos tamaulipecos, para el futuro político de Francisco García Cabeza de Vaca y por lo tanto, desde ya está conformando la estructura que le garantice lealtad y eficiencia en sus proyectos hacia metas superiores.

Luego entonces, se especula que al cese disfrazado de renuncia de Germán Pacheco le seguirá otra purga más amarga, e incluso se mencionan nombres de altos funcionarios que habían sido contaminados con el canto de las sirenas entonado por el hoy extitular del Itife.

La ambición política es mala consejera, puede llevar a la traición y a la deslealtad, pecados que se pagan muy caros, pero además, el funcionario público y el político, no deben olvidar jamás que en nuestro firmamento nunca una estrella puede brillar más que el sol, so pena de tronar y fenecer en su propias llamas.

Como afirmara Oscar Wilde, “La ambición es el último refugio del fracaso”.

P.D.- “Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro, las funde”: William Shakespeare.

E-mail:

armando_juarezbecerra@hotmail.com

Parodiando en algo el poema de Campoamor, en política, que es en realidad un mundo traidor, nada es verdad ni nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira y si nos atenemos a la moral de esa lógica absoluta, lo que vimos antier no se trató de una simple renuncia por razones personales ni de salud, sino que fue un fulminante cese ordenado por lo más alto de la cúpula gubernamental tamaulipeca.

Germán Pacheco, el tampiqueño subido casi de mosca al tren de los vientos de cambio, fue “descharchinado” de su cargo como titular del Itife, con lo que se vienen abajo sus sueños de escalar lo más alto en la nomenclatura política del Estado.

Quienes manejan los más delicados asuntos políticos del entramaje oficial que mora en el Palacio del l5 y l6 Hidalgo de Ciudad Victoria, coinciden en que Germán Pacheco está pagando sus coqueteos y reuniones con los enemigos de su jefe máximo, con quienes, dicen, pactó alianzas encaminadas a trabajar por las causas que no comulgan con los proyectos azules, sobre todo, con los que maneja el mero preciso de Tamaulipas.

De cualquier manera, la destitución fulminante de Germán Pacheco, según lo deducen en los altos círculos políticos de Tamaulipas, es el principio de una labor de limpieza dentro de la estructura panista que labora en el régimen cabecista, en preparación temprana de lo que se ventilará dentro de tres años.

Se comenta que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ha logrado a la fecha posicionarse muy alto en las filas de su partido y en las preferencias de los tamaulipecos, logrando incluso un tercer lugar de aceptación en encuesta nacional, colocando a Tamaulipas muy por encima de 25 entidades homólogas de la República Mexicana.

Lo anterior será un factor determinante, según los analistas y politólogos tamaulipecos, para el futuro político de Francisco García Cabeza de Vaca y por lo tanto, desde ya está conformando la estructura que le garantice lealtad y eficiencia en sus proyectos hacia metas superiores.

Luego entonces, se especula que al cese disfrazado de renuncia de Germán Pacheco le seguirá otra purga más amarga, e incluso se mencionan nombres de altos funcionarios que habían sido contaminados con el canto de las sirenas entonado por el hoy extitular del Itife.

La ambición política es mala consejera, puede llevar a la traición y a la deslealtad, pecados que se pagan muy caros, pero además, el funcionario público y el político, no deben olvidar jamás que en nuestro firmamento nunca una estrella puede brillar más que el sol, so pena de tronar y fenecer en su propias llamas.

Como afirmara Oscar Wilde, “La ambición es el último refugio del fracaso”.

P.D.- “Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro, las funde”: William Shakespeare.

E-mail:

armando_juarezbecerra@hotmail.com