/ domingo 17 de abril de 2022

Café Cultura | Pascua, Vida Nueva

Ya sus hermosos nidos habitan las cigüeñas,

y escriben en las torres sus blancos garabatos.

Antonio Machado.

El domingo siguiente a la primera luna llena de primavera los cristianos conmemoran la Pascua, fiesta regida justamente por la edad siempre cambiante de la luna. Los misterios de la hermosa blanca luna en duermevela... Leamos a Unamuno:

Mientras la tierra sueña solitaria,

vela la blanca luna; vela el Hombre

desde su cruz, mientras los hombres sueñan;

vela el Hombre sin sangre, el Hombre blanco

como la luna de la noche negra;

vela el Hombre que dio toda su sangre

porque las gentes sepan que son hombres.

..Y al no coincidir el plenilunio anterior al equinoccio de primavera con tiempo fijo de nuestro calendario, la fiesta de la Pascua y todas las que se relacionan a ésta, varían de fecha. Dicha celebración, cuyo tema es la Libertad, recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y utiliza en forma simbólica el alimento como búsqueda de sentido. La Última Cena cristiana –comida ritual de Pascua– es una historia de comunión, de recordación tangible de hechos históricos que celebra la salida judía de Egipto, que define y da vida a estos valores. La ceremonia incluye alimentos determinados que contribuyen a dar significación al relato, como son las ramas de perejil y otros cultivos del tiempo nuevo, humedecidos en agua salada para figurar el lloro de los esclavos judíos...

Siempre ha sido bueno tener presente que el ritual, tan fácil de añadir a lo cotidiano, es uno de los principales aderezos de la comida que otorga una profunda sensación de orden y sentido. Momentos en que lo físico y lo intelectual interactúan influyéndose, debido a que, desde el instante mismo en que nacemos, las dos fuerzas vitales, respiración y alimentación, sostienen la vida. Y al regularse exaltan el espíritu y modelan la relación con el entorno. Recuérdese si no, que en los grandes tratados y aun al margen de ellos, las tradiciones sapienciales ofrecen las directrices para dar al cuerpo y al espíritu mayor armonía, fortaleciéndose dichas prácticas con la glorificación de estas dos fuerzas interdependientes.

Sí. De antiguo alimento y espiritualidad aparecen unidos en las diversas fuentes del saber y el conocimiento. El monje budista Donald Altman habla en uno de sus libros sobre el significado místico del alimento: “Para los hindúes, el alimento constituye un medio a través del cual se llega a descubrir la auténtica conciencia. Los budistas lo consideran un camino que lleva a la liberación de la conciencia, a la moderación y a la bondad. En el judaísmo concede la santidad y la salud en cada momento de la vida. Entre los cristianos introduce la esencia de la comunión en el interior de la comunidad, a través del servicio y el amor al prójimo. Para la religión musulmana, el alimento constituye un medio de entregarse a la voluntad de Dios”.

Hace dos mil años, Jesús salió del desierto y muchos meditaron su predicación. Al esparcir su epístola de amor, inscribió en el imaginario colectivo el profundo misterio de la Resurrección, del fluir con la vida. Su palabra perdura y se sigue extendiendo a todos los pueblos como una invitación a la Esperanza...

La Pascua cristiana incorpora al Éxodo del pueblo de Israel las celebraciones de pastores y agricultores loando el renacimiento en las crías, en el verdeo de los campos, en el silbo de los pájaros. Esplendor de la primavera que hace florecer las semillas y granar los frutos. Tiempo de Pascua, Tiempo de Vida Nueva...

Llévame contigo al viaje

allí donde las fronteras del tiempo están en juego.

A las catedrales de los bosques,

a los mundos de lenguas ya perdidas.

Halla las respuestas, haz las preguntas,

halla las raíces de un árbol antiguo,

hazme bailar, hazme cantar.

Seguiré hasta que la luna se encuentre con el mar.

Loreen Mcknnitt. Cabalgada nocturna por el Cáucaso.

Ya sus hermosos nidos habitan las cigüeñas,

y escriben en las torres sus blancos garabatos.

Antonio Machado.

El domingo siguiente a la primera luna llena de primavera los cristianos conmemoran la Pascua, fiesta regida justamente por la edad siempre cambiante de la luna. Los misterios de la hermosa blanca luna en duermevela... Leamos a Unamuno:

Mientras la tierra sueña solitaria,

vela la blanca luna; vela el Hombre

desde su cruz, mientras los hombres sueñan;

vela el Hombre sin sangre, el Hombre blanco

como la luna de la noche negra;

vela el Hombre que dio toda su sangre

porque las gentes sepan que son hombres.

..Y al no coincidir el plenilunio anterior al equinoccio de primavera con tiempo fijo de nuestro calendario, la fiesta de la Pascua y todas las que se relacionan a ésta, varían de fecha. Dicha celebración, cuyo tema es la Libertad, recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y utiliza en forma simbólica el alimento como búsqueda de sentido. La Última Cena cristiana –comida ritual de Pascua– es una historia de comunión, de recordación tangible de hechos históricos que celebra la salida judía de Egipto, que define y da vida a estos valores. La ceremonia incluye alimentos determinados que contribuyen a dar significación al relato, como son las ramas de perejil y otros cultivos del tiempo nuevo, humedecidos en agua salada para figurar el lloro de los esclavos judíos...

Siempre ha sido bueno tener presente que el ritual, tan fácil de añadir a lo cotidiano, es uno de los principales aderezos de la comida que otorga una profunda sensación de orden y sentido. Momentos en que lo físico y lo intelectual interactúan influyéndose, debido a que, desde el instante mismo en que nacemos, las dos fuerzas vitales, respiración y alimentación, sostienen la vida. Y al regularse exaltan el espíritu y modelan la relación con el entorno. Recuérdese si no, que en los grandes tratados y aun al margen de ellos, las tradiciones sapienciales ofrecen las directrices para dar al cuerpo y al espíritu mayor armonía, fortaleciéndose dichas prácticas con la glorificación de estas dos fuerzas interdependientes.

Sí. De antiguo alimento y espiritualidad aparecen unidos en las diversas fuentes del saber y el conocimiento. El monje budista Donald Altman habla en uno de sus libros sobre el significado místico del alimento: “Para los hindúes, el alimento constituye un medio a través del cual se llega a descubrir la auténtica conciencia. Los budistas lo consideran un camino que lleva a la liberación de la conciencia, a la moderación y a la bondad. En el judaísmo concede la santidad y la salud en cada momento de la vida. Entre los cristianos introduce la esencia de la comunión en el interior de la comunidad, a través del servicio y el amor al prójimo. Para la religión musulmana, el alimento constituye un medio de entregarse a la voluntad de Dios”.

Hace dos mil años, Jesús salió del desierto y muchos meditaron su predicación. Al esparcir su epístola de amor, inscribió en el imaginario colectivo el profundo misterio de la Resurrección, del fluir con la vida. Su palabra perdura y se sigue extendiendo a todos los pueblos como una invitación a la Esperanza...

La Pascua cristiana incorpora al Éxodo del pueblo de Israel las celebraciones de pastores y agricultores loando el renacimiento en las crías, en el verdeo de los campos, en el silbo de los pájaros. Esplendor de la primavera que hace florecer las semillas y granar los frutos. Tiempo de Pascua, Tiempo de Vida Nueva...

Llévame contigo al viaje

allí donde las fronteras del tiempo están en juego.

A las catedrales de los bosques,

a los mundos de lenguas ya perdidas.

Halla las respuestas, haz las preguntas,

halla las raíces de un árbol antiguo,

hazme bailar, hazme cantar.

Seguiré hasta que la luna se encuentre con el mar.

Loreen Mcknnitt. Cabalgada nocturna por el Cáucaso.