/ lunes 19 de octubre de 2020

Desde El Faro | Un proyecto, un desafío, un puente

El 17 de octubre de 1988, o sea hace 32 años fuimos testigos de la inauguración del monumental Puente Tampico.

Este puente representaba un proyecto que desde muchos años antes se tenía contemplado.

En cierta entrevista con don Joaquín Hernández Galicia, me platicó como querían dar solución a los problemas para cruzar el río y que la construcción de un puente sobre el Pánuco, sería de mucha utilidad para la población y el comercio en general.

Para muchos de nosotros hablar del puente Tampico es recordar aquellas horas interminables que pasábamos haciendo fila para cruzar a través de los añorados “chalanes”, único modo de cruzar en carro o autobús de un lado a otro. Porque también estaban las lanchas en los cruces de los pasos del Humo, 106 y Casa blanca, pero ese cruce era solo a pie”.

“Teníamos la disputa si el puente que se construiría sería elevado o un puente subterráneo que conectara los dos estados en un túnel por debajo del agua, como el que está en Cuba, los grandes empresarios (Grupo Continental y Grupo Tampico) y nosotros (Los petroleros) la verdad, no nos poníamos de acuerdo, aparte sabíamos que era una inversión muy fuerte y teníamos que trabajar muy duro por conseguir gran parte de la economía a través del gobierno federal”, platicó la Quina.

Después de un tiempo, se decidió que sería un puente elevado que uniría al estado de Veracruz con Tamaulipas.

La petición oficial se le hizo al ex presidente José López Portillo, cuando vino en una gira de trabajo a pedirnos que hiciéramos los gasoductos para Cadereyta y Reynosa, tal petición la aceptaron, pero ahí mismo le expuso, el proyecto del puente y le pidió la construcción del mismo, explicándole los beneficios de contar con una conectividad de todas las refinerías de Veracruz y Tabasco con Tamaulipas.

La construcción empezó en 1980, sin embargo, como ya se aproximaba el término de su gestión y sumándole la devolución, hizo que se interrumpiera la obra.

Continúa narrando el Sr. Hernández Galicia: “El ánimo no paró ahí, se dio la oportunidad que venía a Ciudad Madero el candidato a la presidencia de México, Miguel de la Madrid Hurtado a pedir el apoyo corporativo de los petroleros, aproveché para decirle, que todos los trabajadores pertenecientes al sindicato petroleros y nuestras familias, votaríamos por él para llevarlo al triunfo electoral.

Pero, una vez ganada la elección presidencial, estaba comprometido con nosotros para darle seguimiento a la construcción del añorado puente. A lo que el candidato aceptó y dijo que sería una obra a la que le daría seguimiento”

En 1984 se retoma la construcción, encontrándose con algunos problemas de asentamientos, mientras que, de un lado, los pilotes que instalaban, se les hundía, del otro lado, tuvieron que dinamitar para poder perforar.

La decisión de por qué se construiría en Tampico y no en Ciudad Madero, se debió sencillamente a que los asentamientos irregulares y lo accidentado de la superficie en esa área de la urbe petrolera, complicaban la construcción por lo cual optaron, por correrlo un poco hacia Tampico para que facilitara su trayectoria.

Con una inversión aproximada de $140 mil millones de pesos y casi al final del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, a marchas forzadas los últimos meses, se emplea a un ejército de trabajadores que laboraban día y noche para poder concluir la obra y obvio fuera inaugurada por el presidente de la república.

El puente libra una prueba de fuego en tema de resistencia, con la proximidad del ciclón Gilberto en septiembre de 1988, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson.

Con un avance del casi 90% de construcción, se esperaba la embestida de fuertes vientos de más de 260 de km/hora que definiría la resistencia del puente. Por suerte después de más de 48 horas de permanecer estacionado en las costas del Golfo, enfrente de Ciudad Madero, el Gilberto avanza hacia el norte, azotando en Soto la Marina y llegando hasta Monterrey en donde ocasionó graves desastres. Aun así, los fuertes vientos hicieron que los colgantes que sostenían el puente, tuvieran un leve movimiento en péndulo, pero lograron sostener la construcción.

Casi un mes después de este hecho, el 17 de octubre de 1988, se logra inaugurar el tan anhelado Puente Tampico, construido con mano de obra mexicana.

Dando la nota trágica, cuando una persona pretendía hacer historia al lanzarse desde lo más alto en un clavado. Desafortunadamente no logró caer en picada, ya que los vientos lo hicieron volcar y caer de manera estrepitosa de los más de 55 metros de altura e impactarse en el agua, que por la altura es el equivalente a caer en cemento, desafortunadamente no logra sobrevivir. En la actualidad el puente Tampico se ha vuelto tristemente famoso por ser escenario de muchos suicidas.

Con tanta historia del puente Tampico, hoy recordamos un ícono de la zona sur de Tamaulipas, a 32 años de su inauguración.

Cronista Municipal de Ciudad Madero

El 17 de octubre de 1988, o sea hace 32 años fuimos testigos de la inauguración del monumental Puente Tampico.

Este puente representaba un proyecto que desde muchos años antes se tenía contemplado.

En cierta entrevista con don Joaquín Hernández Galicia, me platicó como querían dar solución a los problemas para cruzar el río y que la construcción de un puente sobre el Pánuco, sería de mucha utilidad para la población y el comercio en general.

Para muchos de nosotros hablar del puente Tampico es recordar aquellas horas interminables que pasábamos haciendo fila para cruzar a través de los añorados “chalanes”, único modo de cruzar en carro o autobús de un lado a otro. Porque también estaban las lanchas en los cruces de los pasos del Humo, 106 y Casa blanca, pero ese cruce era solo a pie”.

“Teníamos la disputa si el puente que se construiría sería elevado o un puente subterráneo que conectara los dos estados en un túnel por debajo del agua, como el que está en Cuba, los grandes empresarios (Grupo Continental y Grupo Tampico) y nosotros (Los petroleros) la verdad, no nos poníamos de acuerdo, aparte sabíamos que era una inversión muy fuerte y teníamos que trabajar muy duro por conseguir gran parte de la economía a través del gobierno federal”, platicó la Quina.

Después de un tiempo, se decidió que sería un puente elevado que uniría al estado de Veracruz con Tamaulipas.

La petición oficial se le hizo al ex presidente José López Portillo, cuando vino en una gira de trabajo a pedirnos que hiciéramos los gasoductos para Cadereyta y Reynosa, tal petición la aceptaron, pero ahí mismo le expuso, el proyecto del puente y le pidió la construcción del mismo, explicándole los beneficios de contar con una conectividad de todas las refinerías de Veracruz y Tabasco con Tamaulipas.

La construcción empezó en 1980, sin embargo, como ya se aproximaba el término de su gestión y sumándole la devolución, hizo que se interrumpiera la obra.

Continúa narrando el Sr. Hernández Galicia: “El ánimo no paró ahí, se dio la oportunidad que venía a Ciudad Madero el candidato a la presidencia de México, Miguel de la Madrid Hurtado a pedir el apoyo corporativo de los petroleros, aproveché para decirle, que todos los trabajadores pertenecientes al sindicato petroleros y nuestras familias, votaríamos por él para llevarlo al triunfo electoral.

Pero, una vez ganada la elección presidencial, estaba comprometido con nosotros para darle seguimiento a la construcción del añorado puente. A lo que el candidato aceptó y dijo que sería una obra a la que le daría seguimiento”

En 1984 se retoma la construcción, encontrándose con algunos problemas de asentamientos, mientras que, de un lado, los pilotes que instalaban, se les hundía, del otro lado, tuvieron que dinamitar para poder perforar.

La decisión de por qué se construiría en Tampico y no en Ciudad Madero, se debió sencillamente a que los asentamientos irregulares y lo accidentado de la superficie en esa área de la urbe petrolera, complicaban la construcción por lo cual optaron, por correrlo un poco hacia Tampico para que facilitara su trayectoria.

Con una inversión aproximada de $140 mil millones de pesos y casi al final del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, a marchas forzadas los últimos meses, se emplea a un ejército de trabajadores que laboraban día y noche para poder concluir la obra y obvio fuera inaugurada por el presidente de la república.

El puente libra una prueba de fuego en tema de resistencia, con la proximidad del ciclón Gilberto en septiembre de 1988, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson.

Con un avance del casi 90% de construcción, se esperaba la embestida de fuertes vientos de más de 260 de km/hora que definiría la resistencia del puente. Por suerte después de más de 48 horas de permanecer estacionado en las costas del Golfo, enfrente de Ciudad Madero, el Gilberto avanza hacia el norte, azotando en Soto la Marina y llegando hasta Monterrey en donde ocasionó graves desastres. Aun así, los fuertes vientos hicieron que los colgantes que sostenían el puente, tuvieran un leve movimiento en péndulo, pero lograron sostener la construcción.

Casi un mes después de este hecho, el 17 de octubre de 1988, se logra inaugurar el tan anhelado Puente Tampico, construido con mano de obra mexicana.

Dando la nota trágica, cuando una persona pretendía hacer historia al lanzarse desde lo más alto en un clavado. Desafortunadamente no logró caer en picada, ya que los vientos lo hicieron volcar y caer de manera estrepitosa de los más de 55 metros de altura e impactarse en el agua, que por la altura es el equivalente a caer en cemento, desafortunadamente no logra sobrevivir. En la actualidad el puente Tampico se ha vuelto tristemente famoso por ser escenario de muchos suicidas.

Con tanta historia del puente Tampico, hoy recordamos un ícono de la zona sur de Tamaulipas, a 32 años de su inauguración.

Cronista Municipal de Ciudad Madero