/ jueves 22 de agosto de 2019

El futbol es el ballet de las masas...Dimitri Shostakóvich

Un juego de futbol femenil revela no sólo la belleza física de la mujer, sino también la de su espíritu.

El primer mundial de futbol femenino tuvo lugar en Italia en el año 1970, aunque no apareció registrado en la historia oficial del futbol femenino de la FIFA. Sin embargo, hay indicios de que la práctica de este deporte por parte de las mujeres fue a partir del juego de pelota, principalmente se jugaba en Escocia y Francia. El primer partido de futbol femenino registrado en la historia, se llevó a cabo en Escocia, en la ciudad de Glasgow, en 1892.

En 1894 Nettie Honeyball alzo la voz por todas las mujeres apasionadas del futbol y fundó el primer club deportivo llamado British Ladies Football Club y este fue el inicio del balompié femenino. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) el futbol femenino se masificó en Inglaterra. Ya que mientras los hombres peleaban en el campo de batalla, las mujeres ocupaban sus puestos en el campo laboral, trabajando en las fábricas, muchas de las cuales contaban con equipos de futbol. Pero una vez finalizada la guerra, la Federación Inglesa de Futbol (FA), pese a la popularidad y el éxito conseguido por las mujeres en ese deporte, desconoció lo realizado.

Como consecuencia se formó la English Ladies Football Association que tuvo que soportar los boicots permanentes de la FA, que debido a que no reconocía el futbol femenino obligaba a que jugaran los partidos en campos de juego para otros deportes, como ser canchas de rugby. Pero el interés de los seguidores se incrementó a tal punto, que la FA no tuvo más remedio en 1969 que incorporar a las mujeres al crear el área femenina de la FA. En los años venideros la Unión Europea de Asociaciones de Futbol (UEFA), se encargó de solicitar a sus asociados el gestionamiento y la difusión del futbol femenino, lo que lo consolidó de inmediato. Por ello, países como Italia, Alemania, Japón, Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, España, Estados Unidos y México, entre otros, cuentan con ligas que compiten profesionalmente o semiprofesionalmente.

En América Latina el futbol femenino no tuvo un desarrollo tan marcado como en Europa. Brasil fue el primer país con fuertes ligas femeninas de futbol, al punto que en los primeros mundiales de futbol femenino fue el único participante latinoamericano. Luego le siguió Argentina con el Campeonato de Futbol Femenino; Uruguay y Perú que en el 2000 organizó el 1er. Campeonato Internacional de Clubes.

Con la designación de la FIFA de Chile en 2008, para la organización de la Copa Mundial Femenina de Futbol Sub 20, la actuación de los equipos de futbol de la región de a poco se está comenzando a consolidar. Los primeros mundiales de futbol femenino despertaron gran interés del público; el primero, en 1970, lo ganó Dinamarca, el segundo realizado en México en 1971, también fue ganado por Dinamarca. Pese al éxito y la gran expectativa en torno a los mundiales femeninos de futbol, la desorganización llevó a que no hubiera una continuidad sino hasta dos décadas más tarde cuando con el respaldo de la FIFA se organizó el Primer campeonato mundial de futbol femenino oficial.

En 1986 en el 45º Congreso de la FIFA efectuado en México, Ellen Wille, delegada de la Asociación Noruega de Futbol, presentó una propuesta que pedía mayor participación y medidas para estimular e impulsar el futbol de mujeres. La FIFA aceptó la petición y creo una comisión especial que lo favoreció e hizo que tuviera un fuerte respaldo.Así comenzó la participación de las mujeres en el futbol profesional oficial cuando en 1991 se celebró el primer Campeonato Mundial de Futbol Femenino en China, con la participación de 12 seleccionados y con el arbitraje de una mujer. Desde 1999 en adelante, este evento despertó el interés internacional, consolidándose fuertemente en las ediciones siguientes.

Debido a la gran popularidad que adquirió el futbol femenino, el Comité Olímpico Internacional COI lo incluyó en el programa oficial de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Si bien los avances de las mujeres en el futbol profesional han sido importantes como en otras áreas antiguamente reservadas para los hombres, la brecha aún sigue siendo grande. De acuerdo a datos de la FIFA correspondientes al año 2000, en el mundo, aproximadamente, 40 millones de mujeres están federadas en comparación con 120 millones de hombres.

Y si bien el futbol femenino se ha convertido en un deporte muy popular en algunos países europeos, en China, EE.UU., entre otros, en América Latina y África las cosas aún siguen siendo muy distintas. Es por ello, que la FIFA destina un porcentaje de dinero anual para fomentar la realización de actividades vinculadas con el futbol femenino, a fin de achicar la brecha existente. En México, la Liga Mexicana de Futbol Femenil es la Primera División de Futbol Femenino en Liga Mexicana de Futbol, la cual fue fundada en septiembre de 2007 y cuenta con 24 equipos.

Hasta pronto amigo.

Un juego de futbol femenil revela no sólo la belleza física de la mujer, sino también la de su espíritu.

El primer mundial de futbol femenino tuvo lugar en Italia en el año 1970, aunque no apareció registrado en la historia oficial del futbol femenino de la FIFA. Sin embargo, hay indicios de que la práctica de este deporte por parte de las mujeres fue a partir del juego de pelota, principalmente se jugaba en Escocia y Francia. El primer partido de futbol femenino registrado en la historia, se llevó a cabo en Escocia, en la ciudad de Glasgow, en 1892.

En 1894 Nettie Honeyball alzo la voz por todas las mujeres apasionadas del futbol y fundó el primer club deportivo llamado British Ladies Football Club y este fue el inicio del balompié femenino. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) el futbol femenino se masificó en Inglaterra. Ya que mientras los hombres peleaban en el campo de batalla, las mujeres ocupaban sus puestos en el campo laboral, trabajando en las fábricas, muchas de las cuales contaban con equipos de futbol. Pero una vez finalizada la guerra, la Federación Inglesa de Futbol (FA), pese a la popularidad y el éxito conseguido por las mujeres en ese deporte, desconoció lo realizado.

Como consecuencia se formó la English Ladies Football Association que tuvo que soportar los boicots permanentes de la FA, que debido a que no reconocía el futbol femenino obligaba a que jugaran los partidos en campos de juego para otros deportes, como ser canchas de rugby. Pero el interés de los seguidores se incrementó a tal punto, que la FA no tuvo más remedio en 1969 que incorporar a las mujeres al crear el área femenina de la FA. En los años venideros la Unión Europea de Asociaciones de Futbol (UEFA), se encargó de solicitar a sus asociados el gestionamiento y la difusión del futbol femenino, lo que lo consolidó de inmediato. Por ello, países como Italia, Alemania, Japón, Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, España, Estados Unidos y México, entre otros, cuentan con ligas que compiten profesionalmente o semiprofesionalmente.

En América Latina el futbol femenino no tuvo un desarrollo tan marcado como en Europa. Brasil fue el primer país con fuertes ligas femeninas de futbol, al punto que en los primeros mundiales de futbol femenino fue el único participante latinoamericano. Luego le siguió Argentina con el Campeonato de Futbol Femenino; Uruguay y Perú que en el 2000 organizó el 1er. Campeonato Internacional de Clubes.

Con la designación de la FIFA de Chile en 2008, para la organización de la Copa Mundial Femenina de Futbol Sub 20, la actuación de los equipos de futbol de la región de a poco se está comenzando a consolidar. Los primeros mundiales de futbol femenino despertaron gran interés del público; el primero, en 1970, lo ganó Dinamarca, el segundo realizado en México en 1971, también fue ganado por Dinamarca. Pese al éxito y la gran expectativa en torno a los mundiales femeninos de futbol, la desorganización llevó a que no hubiera una continuidad sino hasta dos décadas más tarde cuando con el respaldo de la FIFA se organizó el Primer campeonato mundial de futbol femenino oficial.

En 1986 en el 45º Congreso de la FIFA efectuado en México, Ellen Wille, delegada de la Asociación Noruega de Futbol, presentó una propuesta que pedía mayor participación y medidas para estimular e impulsar el futbol de mujeres. La FIFA aceptó la petición y creo una comisión especial que lo favoreció e hizo que tuviera un fuerte respaldo.Así comenzó la participación de las mujeres en el futbol profesional oficial cuando en 1991 se celebró el primer Campeonato Mundial de Futbol Femenino en China, con la participación de 12 seleccionados y con el arbitraje de una mujer. Desde 1999 en adelante, este evento despertó el interés internacional, consolidándose fuertemente en las ediciones siguientes.

Debido a la gran popularidad que adquirió el futbol femenino, el Comité Olímpico Internacional COI lo incluyó en el programa oficial de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Si bien los avances de las mujeres en el futbol profesional han sido importantes como en otras áreas antiguamente reservadas para los hombres, la brecha aún sigue siendo grande. De acuerdo a datos de la FIFA correspondientes al año 2000, en el mundo, aproximadamente, 40 millones de mujeres están federadas en comparación con 120 millones de hombres.

Y si bien el futbol femenino se ha convertido en un deporte muy popular en algunos países europeos, en China, EE.UU., entre otros, en América Latina y África las cosas aún siguen siendo muy distintas. Es por ello, que la FIFA destina un porcentaje de dinero anual para fomentar la realización de actividades vinculadas con el futbol femenino, a fin de achicar la brecha existente. En México, la Liga Mexicana de Futbol Femenil es la Primera División de Futbol Femenino en Liga Mexicana de Futbol, la cual fue fundada en septiembre de 2007 y cuenta con 24 equipos.

Hasta pronto amigo.