/ martes 24 de noviembre de 2020

Emprende y aprende | Emprendedoras que transforman

El pasado jueves 19 de noviembre se celebró el Día Internacional de la Mujer Emprendedora que tiene como finalidad contribuir al empoderamiento femenino en el mundo, además de acabar con la desigualdad de género.

En 1975, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declara el Año Internacional de la Mujer, lo que dio lugar a que se realizara la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, todo esto gracias a los innumerables movimientos feministas que en todo el mundo se llevaron a cabo durante la década de los 70. El Día Internacional de la Mujer Emprendedora es una fecha que busca, entre otras cosas, reivindicar los derechos salariales de las mujeres con respecto a los hombres, esta desigualdad es bastante notoria y ocurre en diversas partes del mundo.

De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, los hombres registran un salario diario asociado a trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social mayor que el de las mujeres a nivel nacional, 416.4 frente a 363.5 pesos por día, es decir, una diferencia (brecha) de 14.6%, estas cifras son realmente significativas en una sociedad donde el sexo femenino está preparado para tener las mismas aspiraciones salariales que los hombres, sin embargo, durante años ha tenido que enfrentar duros retos financieros y empresariales para poder alcanzar sus propios emprendimientos.

Aquí se hace evidente una clara desigualdad de género, que, sin lugar a dudas, afecta a la sociedad en general, ya que el valor de la mujer cada vez cobra mayor fuerza en cualquier ámbito de la vida.

El emprendimiento femenino se ha visto como una necesidad de romper con los prejuicios sociales sobre las verdaderas capacidades que tienen las mujeres para los negocios y los nuevos emprendimientos, no es casual que las regiones del planeta que presentan mayores tasas de emprendimiento de las mujeres son las que se encuentran en vías de desarrollo como es el caso de América Latina y África. En Angola, de cada diez mujeres, cuatro o más son capaces de desarrollar su propia empresa, lo mismo ocurre en países como Chile y Colombia.

En México, el número de Pymes lideradas por mujeres alcanza el 60 por ciento, dato que cobra mayor relevancia si se considera que el 98 por ciento de la economía mexicana es sostenida por pequeñas y medianas empresas. Pero, ¿por qué colocar este tema entre las prioridades de las grandes organizaciones? La respuesta es simple: porque está comprobado que con la participación de emprendimientos femeninos en sus redes de proveeduría, la economía se fortalece, y hoy, como nunca antes, se necesitan motores que generen oportunidades de empleo.

De acuerdo con un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, reducir a la mitad la brecha de género incrementaría en mil cien dólares el PIB per cápita en nuestro país; o visto desde otra óptica, impulsar la participación de las mujeres significaría un crecimiento económico de 26% para el año 2025.

Sin embargo, en lo que se refiere a emprendimiento femenino, aún existen diversos retos a considerar, pues, los datos del Banco Interamericano de Desarrollo muestran que solo el uno por ciento de los presupuestos de los sectores público y privado a nivel mundial se destina a empresas con liderazgo femenino, lo que nos indica que hay aún un largo camino por recorrer.

El emprendimiento femenino en las últimas décadas, ha sido muy positivo para la sociedad, ya que representa un gran aporte que ayuda a generar ingresos, además de brindarle a la mujer el empoderamiento necesario en un mundo donde los hombres siguen teniendo mayores y mejores oportunidades, ¡por lo que a emprender se ha dicho!

Un (a) empresario(a) es una persona creativa, con energía e iniciativa personal para construir una empresa con la pasión, el compromiso y la motivación suficiente para dirigir una empresa y avanzar en su crecimiento, en su gestión y en su profesionalización, no olvides lograr tu objetivo sea cual sea. iTú puedes!

¡Hasta la próxima semana!

Regeneración 19

Emprendedor, asesor y docente.

CEO fundador de CSMX PARTNERS

francisco.pedraza@csmxpartners.com

@frankjpedraza

El pasado jueves 19 de noviembre se celebró el Día Internacional de la Mujer Emprendedora que tiene como finalidad contribuir al empoderamiento femenino en el mundo, además de acabar con la desigualdad de género.

En 1975, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declara el Año Internacional de la Mujer, lo que dio lugar a que se realizara la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, todo esto gracias a los innumerables movimientos feministas que en todo el mundo se llevaron a cabo durante la década de los 70. El Día Internacional de la Mujer Emprendedora es una fecha que busca, entre otras cosas, reivindicar los derechos salariales de las mujeres con respecto a los hombres, esta desigualdad es bastante notoria y ocurre en diversas partes del mundo.

De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, los hombres registran un salario diario asociado a trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social mayor que el de las mujeres a nivel nacional, 416.4 frente a 363.5 pesos por día, es decir, una diferencia (brecha) de 14.6%, estas cifras son realmente significativas en una sociedad donde el sexo femenino está preparado para tener las mismas aspiraciones salariales que los hombres, sin embargo, durante años ha tenido que enfrentar duros retos financieros y empresariales para poder alcanzar sus propios emprendimientos.

Aquí se hace evidente una clara desigualdad de género, que, sin lugar a dudas, afecta a la sociedad en general, ya que el valor de la mujer cada vez cobra mayor fuerza en cualquier ámbito de la vida.

El emprendimiento femenino se ha visto como una necesidad de romper con los prejuicios sociales sobre las verdaderas capacidades que tienen las mujeres para los negocios y los nuevos emprendimientos, no es casual que las regiones del planeta que presentan mayores tasas de emprendimiento de las mujeres son las que se encuentran en vías de desarrollo como es el caso de América Latina y África. En Angola, de cada diez mujeres, cuatro o más son capaces de desarrollar su propia empresa, lo mismo ocurre en países como Chile y Colombia.

En México, el número de Pymes lideradas por mujeres alcanza el 60 por ciento, dato que cobra mayor relevancia si se considera que el 98 por ciento de la economía mexicana es sostenida por pequeñas y medianas empresas. Pero, ¿por qué colocar este tema entre las prioridades de las grandes organizaciones? La respuesta es simple: porque está comprobado que con la participación de emprendimientos femeninos en sus redes de proveeduría, la economía se fortalece, y hoy, como nunca antes, se necesitan motores que generen oportunidades de empleo.

De acuerdo con un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, reducir a la mitad la brecha de género incrementaría en mil cien dólares el PIB per cápita en nuestro país; o visto desde otra óptica, impulsar la participación de las mujeres significaría un crecimiento económico de 26% para el año 2025.

Sin embargo, en lo que se refiere a emprendimiento femenino, aún existen diversos retos a considerar, pues, los datos del Banco Interamericano de Desarrollo muestran que solo el uno por ciento de los presupuestos de los sectores público y privado a nivel mundial se destina a empresas con liderazgo femenino, lo que nos indica que hay aún un largo camino por recorrer.

El emprendimiento femenino en las últimas décadas, ha sido muy positivo para la sociedad, ya que representa un gran aporte que ayuda a generar ingresos, además de brindarle a la mujer el empoderamiento necesario en un mundo donde los hombres siguen teniendo mayores y mejores oportunidades, ¡por lo que a emprender se ha dicho!

Un (a) empresario(a) es una persona creativa, con energía e iniciativa personal para construir una empresa con la pasión, el compromiso y la motivación suficiente para dirigir una empresa y avanzar en su crecimiento, en su gestión y en su profesionalización, no olvides lograr tu objetivo sea cual sea. iTú puedes!

¡Hasta la próxima semana!

Regeneración 19

Emprendedor, asesor y docente.

CEO fundador de CSMX PARTNERS

francisco.pedraza@csmxpartners.com

@frankjpedraza