/ domingo 1 de diciembre de 2019

Está resultando peor el remedio que la enfermedad

Oscura eliminación del León, y vergonzosa actitud del público leonés. El VAR sigue sin convencer.

¿Será posible que León y Morelia repitan una actuación como la del miércoles pasado? Bueno, este León de Ignacio Ambriz, ya nos tiene acostumbrados a la consistencia de su buen juego y, a partir de Pablo Guede, Monarcas continúa siendo el equipo entregado y de buen futbol, que antes de Guede dominaba el juego e inexplicablemente lo perdía, y muchas de las veces se lo sacaban de la bolsa cuando ya creíamos que lo ganaría.

Hoy ocurre lo contrario, ya ven el error que cometí cuando el juego fue suspendido a causa del grito homofóbico, lo marqué 2-3 y terminó 3-3, o sea que ahora fue Morelia el que le echó a perder el resultado a su oponente. Este es otro Morelia y el León sigue siendo el mismo del año pasado, así que no veo qué cosa pueda impedir que esta noche tengamos otra extraordinaria exhibición, en la que veamos un juego emocionante, excitante y eficaz.

Ignacio Ambriz se la juega con: Rodolfo Cota, Fernando Navarro, Miguel Herrera, Ramiro González, William Tesillos, Ángel Mena, Iván Ochoa, Luis Montes, Jean Meneses, Ismael Sosa, José Macías, mientras que Morelia puso a Sebastián Sosa, Joaquín “Chagui” Martínez, Ortiz, Sebastián Vegas, Efraín Velarde, Aldo Rocha, Rodrigo Millar, Mario Osuna, Luis Mendoza, Aristeguieta y Edison Flores.

En algo había de diferenciarse este juego del anterior, pues el primer gol que en el partido anterior cayó a los seis minutos, ahora los porteros de ambos equipos se encargaron de abortarlos con sendos achiques. Es mucho muy gratificante constatar que nuestros equipos ya no dependen de once titulares, tanto Morelia como León han tenido que encontrar sustituto para el jugador importante que, o se lastimó, o se encuentra inhabilitado por la comisión disciplinaria. Por León, no aparecieron Joel Campbell ni Yairo Moreno, y por Monarcas ni Gabriel Achiller ni Sebastián Ferreira, sin que se haya notado su ausencia.

No podemos hablar de un dominador, pues los dos equipos se han distribuido la posesión del balón en tiempos iguales y las opciones de gol creadas también han sido las mismas, faltando únicamente la caída del gol para que este juego fuera igual al anterior. Veremos qué es lo que los entrenadores deciden para la segunda parte, esperando no que mejoren su juego los equipos, pues hasta ahora lo han hecho bien, pero sí que puedan en este tiempo anotar el tan esperado gol.

En el segundo tiempo, por iniciativa de los jugadores o de los directores técnicos, el ritmo de juego disminuyó, igual que su calidad, dando la impresión de que todo cambiaría, pero el Morelia, aunque no con la misma movilidad, continuó imponiendo su juego de circulación de balón, hasta que en el minuto 51, Montes y Navarro ganan un balón a medio campo, ceden para Ismael Sosa, quien se lanza al frente donde un defensor le sale al frente precipitadamente, eludiéndolo fácil con un autopase, y al internarse al área se perfila para centrar, y el portero moreliano adivinando intenta salir, pero Sosa lo sorprende tirando justo al espacio que dejó libre, por donde pasa el balón que muy inteligentemente le lanzó su homónimo... Golazo, porque todo fue hecho intencionalmente, haciendo gala de buena técnica de golpeo y precisión.

Todo parecía a favor del León, porque Morelia no lograba realizar su juego, y ya sea porque el León no empujó más, o porque Morelia logró por fin volver a imponer su ritmo, el balón volvió a ser moreliano. Así, un centro desde la banda izquierda fue alcanzado con la cabeza por Sansores, que recién había entrado al juego, saliendo de ese golpe un balón bobo lentísimo pero imposible de detener para cualquiera de los defensores que ahí se encontraban, para anidarse desesperantemente en las redes leonesas empatándose el juego.

Independientemente del buen juego que propone el Morelia, cuenta con un arma que puede permanecer callada mucho tiempo y accionar sorpresivamente, siempre de manera contundente, mareados los leoneses por el juego moreliano, permitieron que Edison Flores se hiciera de un balón justo en el límite del área, para colocarlo justo en donde sería imposible que llegara Cota para remontar el marcador. A partir de este momento, en el minuto 71, se jugó más en las zonas de riesgo, más que en el resto del juego, pero desgraciadamente aparecieron los conocidos gritos en la tribuna, ocasionando paros en el juego, que ocasionaron que el juego se alargara; así, ya a punto de concluir, Mena remata con la cabeza y anota el gol que calificaría al León, pero es invalidado por el VAR, terminando todo para el León, y avanzando Monarcas.

Hasta pronto amigo.

Oscura eliminación del León, y vergonzosa actitud del público leonés. El VAR sigue sin convencer.

¿Será posible que León y Morelia repitan una actuación como la del miércoles pasado? Bueno, este León de Ignacio Ambriz, ya nos tiene acostumbrados a la consistencia de su buen juego y, a partir de Pablo Guede, Monarcas continúa siendo el equipo entregado y de buen futbol, que antes de Guede dominaba el juego e inexplicablemente lo perdía, y muchas de las veces se lo sacaban de la bolsa cuando ya creíamos que lo ganaría.

Hoy ocurre lo contrario, ya ven el error que cometí cuando el juego fue suspendido a causa del grito homofóbico, lo marqué 2-3 y terminó 3-3, o sea que ahora fue Morelia el que le echó a perder el resultado a su oponente. Este es otro Morelia y el León sigue siendo el mismo del año pasado, así que no veo qué cosa pueda impedir que esta noche tengamos otra extraordinaria exhibición, en la que veamos un juego emocionante, excitante y eficaz.

Ignacio Ambriz se la juega con: Rodolfo Cota, Fernando Navarro, Miguel Herrera, Ramiro González, William Tesillos, Ángel Mena, Iván Ochoa, Luis Montes, Jean Meneses, Ismael Sosa, José Macías, mientras que Morelia puso a Sebastián Sosa, Joaquín “Chagui” Martínez, Ortiz, Sebastián Vegas, Efraín Velarde, Aldo Rocha, Rodrigo Millar, Mario Osuna, Luis Mendoza, Aristeguieta y Edison Flores.

En algo había de diferenciarse este juego del anterior, pues el primer gol que en el partido anterior cayó a los seis minutos, ahora los porteros de ambos equipos se encargaron de abortarlos con sendos achiques. Es mucho muy gratificante constatar que nuestros equipos ya no dependen de once titulares, tanto Morelia como León han tenido que encontrar sustituto para el jugador importante que, o se lastimó, o se encuentra inhabilitado por la comisión disciplinaria. Por León, no aparecieron Joel Campbell ni Yairo Moreno, y por Monarcas ni Gabriel Achiller ni Sebastián Ferreira, sin que se haya notado su ausencia.

No podemos hablar de un dominador, pues los dos equipos se han distribuido la posesión del balón en tiempos iguales y las opciones de gol creadas también han sido las mismas, faltando únicamente la caída del gol para que este juego fuera igual al anterior. Veremos qué es lo que los entrenadores deciden para la segunda parte, esperando no que mejoren su juego los equipos, pues hasta ahora lo han hecho bien, pero sí que puedan en este tiempo anotar el tan esperado gol.

En el segundo tiempo, por iniciativa de los jugadores o de los directores técnicos, el ritmo de juego disminuyó, igual que su calidad, dando la impresión de que todo cambiaría, pero el Morelia, aunque no con la misma movilidad, continuó imponiendo su juego de circulación de balón, hasta que en el minuto 51, Montes y Navarro ganan un balón a medio campo, ceden para Ismael Sosa, quien se lanza al frente donde un defensor le sale al frente precipitadamente, eludiéndolo fácil con un autopase, y al internarse al área se perfila para centrar, y el portero moreliano adivinando intenta salir, pero Sosa lo sorprende tirando justo al espacio que dejó libre, por donde pasa el balón que muy inteligentemente le lanzó su homónimo... Golazo, porque todo fue hecho intencionalmente, haciendo gala de buena técnica de golpeo y precisión.

Todo parecía a favor del León, porque Morelia no lograba realizar su juego, y ya sea porque el León no empujó más, o porque Morelia logró por fin volver a imponer su ritmo, el balón volvió a ser moreliano. Así, un centro desde la banda izquierda fue alcanzado con la cabeza por Sansores, que recién había entrado al juego, saliendo de ese golpe un balón bobo lentísimo pero imposible de detener para cualquiera de los defensores que ahí se encontraban, para anidarse desesperantemente en las redes leonesas empatándose el juego.

Independientemente del buen juego que propone el Morelia, cuenta con un arma que puede permanecer callada mucho tiempo y accionar sorpresivamente, siempre de manera contundente, mareados los leoneses por el juego moreliano, permitieron que Edison Flores se hiciera de un balón justo en el límite del área, para colocarlo justo en donde sería imposible que llegara Cota para remontar el marcador. A partir de este momento, en el minuto 71, se jugó más en las zonas de riesgo, más que en el resto del juego, pero desgraciadamente aparecieron los conocidos gritos en la tribuna, ocasionando paros en el juego, que ocasionaron que el juego se alargara; así, ya a punto de concluir, Mena remata con la cabeza y anota el gol que calificaría al León, pero es invalidado por el VAR, terminando todo para el León, y avanzando Monarcas.

Hasta pronto amigo.