/ jueves 2 de marzo de 2023

Fractal | Quién diría que la historia de Pedro y el Lobo será la historia de nuestra civilización

Qué pensarías si te enteraras que personas con muchos recursos están creando refugios especiales en zonas altas, equipados con toda la tecnología alimenticia, de salud y de purificación de oxígeno y agua, adelantándose a algo que todos sabemos que pasará, pero que no lo atendemos por apatía.

En alguna ocasión un emperador romano fue avisado que en el trayecto de su marcha existía un río muy peligroso, el cual se encontraba a cien días de camino, la sugerencia del comandante era, mandar un grupo nutrido de arquitectos y obreros para que construyeran un puente, ya que la época del año es la idónea y se cuenta con los materiales de construcción, así para cuando las legiones llegaran al río, el paso fuera fluido y evitar pérdidas humanas y escapar del invierno.

La respuesta del emperador fue la siguiente:

Comandante en este momento tenemos muchas cosas entre manos, ya nos preocuparemos del puente cuando lleguemos al río.

Tristemente esa es nuestra mentalidad, nos encontramos en el año 2023, las proyecciones fatalistas están para el 2030 o 2050, con los adelantos tecnológicos, estadísticos y de proyección a futuro, sabemos los muy probables escenarios, los cuales ninguno es alentador, pero si analizamos las proyecciones en cualquier plataforma u organización, se puede notar que los números de las personas con hambre, sed y miseria ya están previstos, se sabe las zonas, se sabe los motivos y la cantidad de muertos, en pocas palabras sabemos que usted, mis nietos y hasta un servidor, estamos en esas listas.

Conocemos dónde está el río, tenemos la manera de hacer el puente y aún contamos con el tiempo justo para evitar una tragedia anunciada.

Lo preocupante es, que lo proyectado ya se da como un hecho.

Por lo consiguiente ya no importa, si terminamos con las selvas, descomponemos el agua, chupamos hasta el último nutriente de nuestra tierra, eliminamos a todas las especies y de paso arruinamos nuestra atmósfera, a final de cuentas, sabremos que los científicos tenían razón, y nuestros hijos podrán llorar sobre la leche que nosotros derramamos.

Cómo explicarles que lo sabíamos y no se hizo nada.

O ¿usted qué opina?

Regeneración 19.


Qué pensarías si te enteraras que personas con muchos recursos están creando refugios especiales en zonas altas, equipados con toda la tecnología alimenticia, de salud y de purificación de oxígeno y agua, adelantándose a algo que todos sabemos que pasará, pero que no lo atendemos por apatía.

En alguna ocasión un emperador romano fue avisado que en el trayecto de su marcha existía un río muy peligroso, el cual se encontraba a cien días de camino, la sugerencia del comandante era, mandar un grupo nutrido de arquitectos y obreros para que construyeran un puente, ya que la época del año es la idónea y se cuenta con los materiales de construcción, así para cuando las legiones llegaran al río, el paso fuera fluido y evitar pérdidas humanas y escapar del invierno.

La respuesta del emperador fue la siguiente:

Comandante en este momento tenemos muchas cosas entre manos, ya nos preocuparemos del puente cuando lleguemos al río.

Tristemente esa es nuestra mentalidad, nos encontramos en el año 2023, las proyecciones fatalistas están para el 2030 o 2050, con los adelantos tecnológicos, estadísticos y de proyección a futuro, sabemos los muy probables escenarios, los cuales ninguno es alentador, pero si analizamos las proyecciones en cualquier plataforma u organización, se puede notar que los números de las personas con hambre, sed y miseria ya están previstos, se sabe las zonas, se sabe los motivos y la cantidad de muertos, en pocas palabras sabemos que usted, mis nietos y hasta un servidor, estamos en esas listas.

Conocemos dónde está el río, tenemos la manera de hacer el puente y aún contamos con el tiempo justo para evitar una tragedia anunciada.

Lo preocupante es, que lo proyectado ya se da como un hecho.

Por lo consiguiente ya no importa, si terminamos con las selvas, descomponemos el agua, chupamos hasta el último nutriente de nuestra tierra, eliminamos a todas las especies y de paso arruinamos nuestra atmósfera, a final de cuentas, sabremos que los científicos tenían razón, y nuestros hijos podrán llorar sobre la leche que nosotros derramamos.

Cómo explicarles que lo sabíamos y no se hizo nada.

O ¿usted qué opina?

Regeneración 19.