/ sábado 27 de abril de 2024

Gryita.com Filosofía en expresión / La última cruda

Ese agónico despertar en medio de la confusión.

Por segundos pareciera que el tiempo se detuvo.

La vida, tan seca como la boca y el corazón agitado en un mar de dudas.

Por un segundo sin saber qué día, ni qué hora, ni qué año es, para poco a poco sin levantar el rostro, ir recuperando los recuerdos de la noche de anoche.

Pequeñas piezas de un rompecabezas empiezan a aparecer y a la traición de la memoria, parece que de inicio no hubiera ocurrido nada grave, hasta que de pronto empiezas a recrear las discusiones, el ridículo, las peleas, las infracciones a la ley, las ofensas, las blasfemias y otros demonios, que se esconden en el néctar de las fauces del monstruo y que seductoramente te llevan a terminar devorado entre sus dientes.

Tu amigo el alcohol, tu gran compañero de supuestas alegrías, te ha vuelto a traicionar y vestido de verdugo te ha esperado toda la noche para al amanecer sentarte en el eterno banquillo de los acusados y restregarte la verdad en el rostro, no puedes con él, volviste a perder, otra vez borracho, otra vez rendido, otra vez así.

Aún falta por saber si ha sido todo, ¿no habrá algo que no recuerdes, no tendrá algo escondido el “blackout” en líneas pequeñas que pudiera ser la ruina de tu historia?, ¡sal a ver el auto, revisa el teléfono, checa tus mensajes y tus redes, también tus llamadas, esto puede ser mucho peor de lo que piensas!

Culpa, pesadez, vergüenza, dudas, desenfoque, duele sin duda el alma, aunque a veces duele también el cuerpo, el olor del alcohol procesado pareciera venir de cualquier parte y emanar en trazas a través de la respiración y el sudor.

Lo que en algún momento inició como una diversión, un relax, un premio a la labor cumplida o un exquisito maridaje con tinte de cata, terminó en ebriedad y la búsqueda de la piedra filosofal en la búsqueda de la propia dirección a casa o a la habitación. En ese despertar abundan los fantasmas, dan ganas de jamás haberlo hecho, de poder regresar el tiempo para decir “no” a esa primera copa, de haber logrado controlar a "la bestia", ese ser “sin llenadera” que también se es, el que jamás consigue cubrir esos vacíos y que por más que lo intenta no logra ahogar su tragedia personal con ningún licor, cóctel, destilado o fermento, por delicado o vulgar que el trago sea.

Con la historia averiada y también el bolsillo, parece ser que hubieras tirado tu dinero por una alcantarilla, un barril sin fondo con sonido de hielo y carcajadas, que termina en la soledad de una vida rota.

Pero, ¿a quién pedir perdón?

Ya casi nadie espera nada.

Promesas incumplidas, mandas, metas, proyectos que involucran la sobriedad, la abstinencia o la moderación se han quedado más de una vez en el tintero y has perdido la credibilidad y la confianza de propios y extraños.

Pero, ¿qué queda por hacer?

Seguir repitiendo esta historia, día tras día, semana tras semana hasta el amargo final, como reza un reconocido programa de rehabilitación de doce pasos o hacer algo para lograr detener el ciclo y cambiar tu historia.

¿Te has imaginado despertar en paz, sabiendo en dónde estás y cumpliendo con tu agenda?

¿El no tener nada de qué avergonzarte sobre tu conducta del día anterior, el saberte responsable de cada uno de tus actos, el no sentir dolor de cabeza, ni de cuerpo o de espíritu?

¿Poder iniciar un festejo o cualquier evento sabiendo que pase lo que pase tú estarás consciente y a cargo de tu vida, sin temor a despertar en medio de la psicodelia? Piénsalo, te aseguro que existe remedio y también que no hay un solo método sino muchos, para lograr salir de ese laberinto.

Seguramente no podrás hacerlo solo o sola, pero tampoco tiene que ser así, toma valor, haz consciencia, sé honesto contigo y concluye si vale la pena seguir sufriendo, si crees que ya ha sido suficiente busca ayuda. Tal vez logres que ésta sea tu última cruda.

Escríbeme.

gryitafuerte@gmail.com

fb: Gryita Fuerte

RE-GENERACIÓN 19

Ese agónico despertar en medio de la confusión.

Por segundos pareciera que el tiempo se detuvo.

La vida, tan seca como la boca y el corazón agitado en un mar de dudas.

Por un segundo sin saber qué día, ni qué hora, ni qué año es, para poco a poco sin levantar el rostro, ir recuperando los recuerdos de la noche de anoche.

Pequeñas piezas de un rompecabezas empiezan a aparecer y a la traición de la memoria, parece que de inicio no hubiera ocurrido nada grave, hasta que de pronto empiezas a recrear las discusiones, el ridículo, las peleas, las infracciones a la ley, las ofensas, las blasfemias y otros demonios, que se esconden en el néctar de las fauces del monstruo y que seductoramente te llevan a terminar devorado entre sus dientes.

Tu amigo el alcohol, tu gran compañero de supuestas alegrías, te ha vuelto a traicionar y vestido de verdugo te ha esperado toda la noche para al amanecer sentarte en el eterno banquillo de los acusados y restregarte la verdad en el rostro, no puedes con él, volviste a perder, otra vez borracho, otra vez rendido, otra vez así.

Aún falta por saber si ha sido todo, ¿no habrá algo que no recuerdes, no tendrá algo escondido el “blackout” en líneas pequeñas que pudiera ser la ruina de tu historia?, ¡sal a ver el auto, revisa el teléfono, checa tus mensajes y tus redes, también tus llamadas, esto puede ser mucho peor de lo que piensas!

Culpa, pesadez, vergüenza, dudas, desenfoque, duele sin duda el alma, aunque a veces duele también el cuerpo, el olor del alcohol procesado pareciera venir de cualquier parte y emanar en trazas a través de la respiración y el sudor.

Lo que en algún momento inició como una diversión, un relax, un premio a la labor cumplida o un exquisito maridaje con tinte de cata, terminó en ebriedad y la búsqueda de la piedra filosofal en la búsqueda de la propia dirección a casa o a la habitación. En ese despertar abundan los fantasmas, dan ganas de jamás haberlo hecho, de poder regresar el tiempo para decir “no” a esa primera copa, de haber logrado controlar a "la bestia", ese ser “sin llenadera” que también se es, el que jamás consigue cubrir esos vacíos y que por más que lo intenta no logra ahogar su tragedia personal con ningún licor, cóctel, destilado o fermento, por delicado o vulgar que el trago sea.

Con la historia averiada y también el bolsillo, parece ser que hubieras tirado tu dinero por una alcantarilla, un barril sin fondo con sonido de hielo y carcajadas, que termina en la soledad de una vida rota.

Pero, ¿a quién pedir perdón?

Ya casi nadie espera nada.

Promesas incumplidas, mandas, metas, proyectos que involucran la sobriedad, la abstinencia o la moderación se han quedado más de una vez en el tintero y has perdido la credibilidad y la confianza de propios y extraños.

Pero, ¿qué queda por hacer?

Seguir repitiendo esta historia, día tras día, semana tras semana hasta el amargo final, como reza un reconocido programa de rehabilitación de doce pasos o hacer algo para lograr detener el ciclo y cambiar tu historia.

¿Te has imaginado despertar en paz, sabiendo en dónde estás y cumpliendo con tu agenda?

¿El no tener nada de qué avergonzarte sobre tu conducta del día anterior, el saberte responsable de cada uno de tus actos, el no sentir dolor de cabeza, ni de cuerpo o de espíritu?

¿Poder iniciar un festejo o cualquier evento sabiendo que pase lo que pase tú estarás consciente y a cargo de tu vida, sin temor a despertar en medio de la psicodelia? Piénsalo, te aseguro que existe remedio y también que no hay un solo método sino muchos, para lograr salir de ese laberinto.

Seguramente no podrás hacerlo solo o sola, pero tampoco tiene que ser así, toma valor, haz consciencia, sé honesto contigo y concluye si vale la pena seguir sufriendo, si crees que ya ha sido suficiente busca ayuda. Tal vez logres que ésta sea tu última cruda.

Escríbeme.

gryitafuerte@gmail.com

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RE-GENERACIÓN 19