El Palacio Nacional amaneció amurallado.
Este mensaje de indiferencia, distancia y desprecio suena más contundente que cualquier muestra aparente de apoyo o acompañamiento.
Las voces a favor y en contra se dejan escuchar.
Hace un par de días mientras preparábamos la cabina de radio para hacer la transmisión de mi programa semanal, conversaba sobre esto con nuestro productor.
Ese día nuestra invitada era la licenciada Claudia Eréndira Valdez, connotada psicóloga y amiga mía y dedicamos la emisión a la Mujer en la víspera del sonado día 8 de Marzo.
El tema giraba en torno a los orígenes del citado movimiento que da vida a las marchas que se llevan a cabo en esta conmemoración.
Él me mostraba algunos documentos digitales que sugieren que los eventos con los que se relaciona el origen de esta movilización masiva de mujeres contienen ciertas inexactitudes y probablemente han sido usados para manipularla con oscuros fines, políticos sobre todo.
Yo no dudo para nada de esto pero no me parece lo más relevante de la fecha.
México sufre de esos males de forma y fondo desde que tengo consciencia y la mezcolanza de motivos, intereses sumados a la manipulación de las masas pues son aquí el pan de cada día, más al fin, analizar los datos a fondo creo que siempre ayuda.
Durante la entrevista surgieron algunos puntos que también llamaron mi atención, como el hecho de someter a una reflexión las formas en que ciertos sectores de estas marchas se comportan.
El punto de los brotes de violencia, que en todos los casos cuentan, digamos, con el aval general de la contundencia del motivo, al menos en algunos pudieran resultar de una agresividad desmedida y sin límites de afectación incluso para quienes no están oponiendo resistencia alguna a que la movilización se lleve a cabo.
También el hecho de que algunas fracciones descalifican de modo contundente, excluyente y absoluto la participación de cualquier hombre que pretenda sumarse para apoyarlas, argumentando que no se puede ser algo así como "juez y parte" al pertenecer por género, aun también sin culpa, al desa-gradable patriarcado, quien es de alguna manera el agresor de fondo del grupo en cuestión.
Por último el punto que también hoy se generaliza de la solicitud de evitar la celebración del día como si fuera una fiesta, la entrega de flores y otras muestras de cariño o solidaridad para hacer consciencia de que esto es una conmemoración de una lucha que ha costado incluso vidas y que aún no ha terminado.
En mi caso, he podido participar en cumbres, algunas mundiales, en defensa de los derechos de la mujer gracias a algunas entregas como ésta, además de foros, debates, eventos artísticos con algunas de mis canciones y poemas y he visto cómo también en estos niveles dicha exclusión u hostilidad a la masculinidad opera.
El punto para mí no es juzgarlas a ellas ni analizar con un microscopio los orígenes o si el movimiento tiene fuerzas políticas con sucios fines involucradas, que como ya dije en este país de la podredumbre, la corrupción y las malas prácticas no sería nada raro, aquí el tema principal para mí sigue siendo la obtención de la libertad, la paz, la seguridad y la igualdad que por muchos años han buscado y que además les pertenece.
Que ciertamente como dicen algunas voces no están pidiendo ningún favor, solo lo que les corresponde, el ser tomadas en cuenta, respetadas, escuchadas, valoradas y además protegidas por un sistema que igual que en años pasados, hoy se esconde detrás de sus ridículas vallas y les escupe la cara con su desprecio.
El mismo que en lugar de ofrecer resultados contundentes se regodea, a través del máximo órgano y su dirigente, del "timbre de orgullo", según su decir, de contar con el aparato gubernamental que más mujeres ha tenido entre sus filas, como si esto fuera una gracia o como si ellas no fueran capaces por méritos propios de contar con esas posiciones.
Creo que este año no será la excepción, las cercas metálicas se llenarán de pintas, flores y veladoras, los nombres de las que se han perdido gritarán desde su silencio, en las gargantas de las vivas, que exigen justicia, que no se han muerto del todo y que seguirán presentes en sus pesadillas.
Que mientras exista el acoso, la violencia de género, el abuso, los feminicidios, la desigualdad laboral, la falta de oportunidades y sobre todo el machismo habrá que salir, que marchar, que cantar y que recordarle a México y al mundo que con todo y sus muros este planeta no es solo para hombres sino de todos y todas.
Que cuando dañan a una nos dañan a todos y a todas.
Fuerza mujeres, hoy y siempre.
gryitafuerte@gmail.com
fb: Gryita Fuerte
RE-GENERACIÓN 19
