/ sábado 2 de marzo de 2024

Gryta.com, Fylosofía en expresión / La ley de correspondencia

No es algo que nos agrade revisar.

Es mucho más fácil culpar a los demás, al gobierno, al clima y a todo lo que existe, que hacernos responsables y comprender que simplemente aquello que vivimos, en su mayor parte, para no negar la participación activa del medio, tiene que ver con nosotros, nuestros actos y nuestra responsabilidad.

"La siembra y la cosecha", es una idea que tampoco nos agrada tanto, primero porque corresponde a esos términos agrícolas de carácter bíblico muy antiguo, por lo que parece anacrónica y fuera de lugar, debido a que la mayor parte de las personas que hoy habitan esta tierra jamás han "sembrado" algo y esperado a recoger algún fruto y segundo porque ha sido mal usada, en mi opinión, por algunos liderazgos religiosos de forma irresponsable, abusiva y ambiciosa para obtener recursos económicos que no siempre están destinados al pobre o al necesitado y que solo engordan y mejoran el bienestar del receptor y su condición económica.

Pero qué le parece reflexionar en esto, que a lo largo de mis conferencias ha sido un punto medular: una de las mejores formas de "meditar" es hacerlo con los ojos abiertos y observar en silencio que "como está el entorno está el interno".

La referencia de los resultados que estamos obteniendo con nuestra conducta puede ser una información suficiente para trazar el primer plan de acción para mejorar la vida. ¿Cómo está nuestro trabajo, nuestra relación con los más cercanos, las finanzas?

¿Cómo está nuestro cuerpo y nuestra paz mental emocional?

Tal vez habrá que poner orden y elegir mejor nuestro contenido, aquello que de alguna forma "consumimos" diariamente y aquí están incluidas también las redes sociales y los medios de información.

Aquí la insistencia de revisar cómo anda nuestra relación con la comida, la bebida, las actividades autodestructivas, el consumo de alcohol, azúcar, sal, tabaco, harinas blancas y la comida chatarra.

Las relaciones tóxicas y las malas compañías, aquí incluido el chisme, el ejercicio inútil del "hate" en redes sociales y el deporte indeseable de compartir "fake news", datos no comprobados y otras mentiras en medios digitales.

Cambiar por actividades constructivas como la oración, la meditación, la reflexión, la lectura de temas con valor, videos, conferencias, audiolibros y otros contenidos que dentro de la vasta red de porquerías que hoy nos asedian en internet, también forman parte y están al alcance de todos.

El bienestar está en nuestro interior pero se manifestará en el exterior.

Si tu vida no te agrada analiza de qué forma estás contribuyendo con tu forma de pensar e interpretar lo que te sucede.

Vivir conectado a la ira, al miedo, a la desconfianza, al dolor, al resentimiento o a la envidia terminará por mostrar su efecto en la pantalla de tu día.

Puedes empezar por aceptar tus luces y oscuridades, para dar fuerza a lo que te enriquezca y disminuir lo que te daña.

Tratar de comprender de qué forma te has identificado con la parte más negativa de tu manera de ser y de modo inexplicable, al menos para tu consciente, está dirigiendo tus pasos.

Tus relaciones interpersonales, tus resultados académicos, laborales, financieros, tu peso, tu salud y en general tus hábitos son solamente el reflejo directo de aquello en lo que está centrado tu pensamiento y tus creencias más profundas.

No hay forma de actuar diferente sin cambiar nuestra manera de pensar, pero una forma de cambiar nuestra manera de pensar es empezando por actuar distinto.

“Dejar de hacer, para dejar de ser y empezar a hacer, para lograr ser” frase que dejo aquí para la reflexión y que me ha auxiliado a explicar esto a nuestros consultantes, pero que será motivo de otra entrega.

Buscar ayuda también puede hacerse necesario y totalmente razonable.

Piénsalo, no es posible sembrar un árbol de aguacates y esperar que te dé limones.

gryitafuerte@gmail.com

fb: Gryita Fuerte

RE-GENERACIÓN 19

No es algo que nos agrade revisar.

Es mucho más fácil culpar a los demás, al gobierno, al clima y a todo lo que existe, que hacernos responsables y comprender que simplemente aquello que vivimos, en su mayor parte, para no negar la participación activa del medio, tiene que ver con nosotros, nuestros actos y nuestra responsabilidad.

"La siembra y la cosecha", es una idea que tampoco nos agrada tanto, primero porque corresponde a esos términos agrícolas de carácter bíblico muy antiguo, por lo que parece anacrónica y fuera de lugar, debido a que la mayor parte de las personas que hoy habitan esta tierra jamás han "sembrado" algo y esperado a recoger algún fruto y segundo porque ha sido mal usada, en mi opinión, por algunos liderazgos religiosos de forma irresponsable, abusiva y ambiciosa para obtener recursos económicos que no siempre están destinados al pobre o al necesitado y que solo engordan y mejoran el bienestar del receptor y su condición económica.

Pero qué le parece reflexionar en esto, que a lo largo de mis conferencias ha sido un punto medular: una de las mejores formas de "meditar" es hacerlo con los ojos abiertos y observar en silencio que "como está el entorno está el interno".

La referencia de los resultados que estamos obteniendo con nuestra conducta puede ser una información suficiente para trazar el primer plan de acción para mejorar la vida. ¿Cómo está nuestro trabajo, nuestra relación con los más cercanos, las finanzas?

¿Cómo está nuestro cuerpo y nuestra paz mental emocional?

Tal vez habrá que poner orden y elegir mejor nuestro contenido, aquello que de alguna forma "consumimos" diariamente y aquí están incluidas también las redes sociales y los medios de información.

Aquí la insistencia de revisar cómo anda nuestra relación con la comida, la bebida, las actividades autodestructivas, el consumo de alcohol, azúcar, sal, tabaco, harinas blancas y la comida chatarra.

Las relaciones tóxicas y las malas compañías, aquí incluido el chisme, el ejercicio inútil del "hate" en redes sociales y el deporte indeseable de compartir "fake news", datos no comprobados y otras mentiras en medios digitales.

Cambiar por actividades constructivas como la oración, la meditación, la reflexión, la lectura de temas con valor, videos, conferencias, audiolibros y otros contenidos que dentro de la vasta red de porquerías que hoy nos asedian en internet, también forman parte y están al alcance de todos.

El bienestar está en nuestro interior pero se manifestará en el exterior.

Si tu vida no te agrada analiza de qué forma estás contribuyendo con tu forma de pensar e interpretar lo que te sucede.

Vivir conectado a la ira, al miedo, a la desconfianza, al dolor, al resentimiento o a la envidia terminará por mostrar su efecto en la pantalla de tu día.

Puedes empezar por aceptar tus luces y oscuridades, para dar fuerza a lo que te enriquezca y disminuir lo que te daña.

Tratar de comprender de qué forma te has identificado con la parte más negativa de tu manera de ser y de modo inexplicable, al menos para tu consciente, está dirigiendo tus pasos.

Tus relaciones interpersonales, tus resultados académicos, laborales, financieros, tu peso, tu salud y en general tus hábitos son solamente el reflejo directo de aquello en lo que está centrado tu pensamiento y tus creencias más profundas.

No hay forma de actuar diferente sin cambiar nuestra manera de pensar, pero una forma de cambiar nuestra manera de pensar es empezando por actuar distinto.

“Dejar de hacer, para dejar de ser y empezar a hacer, para lograr ser” frase que dejo aquí para la reflexión y que me ha auxiliado a explicar esto a nuestros consultantes, pero que será motivo de otra entrega.

Buscar ayuda también puede hacerse necesario y totalmente razonable.

Piénsalo, no es posible sembrar un árbol de aguacates y esperar que te dé limones.

gryitafuerte@gmail.com

fb: Gryita Fuerte

RE-GENERACIÓN 19