/ jueves 14 de julio de 2022

La curul rosa | El fin de Remain in Mexico y la actualización de la agenda migratoria binacional

La visita de López Obrador a Washington, para reunirse como Joe Biden, debe dar pie para actualizar las relaciones de nuestro país con Estados Unidos en materia de migración. El reto: que dejemos de ser percibidos como el “verdadero muro de Trump” por las políticas que se han adoptado de contención, a replantear esquemas de colaboración en materias de seguridad, combate al crimen organizado y sus redes de tráfico de migrantes y trata de personas y terrorismo y, especialmente abrir programas de empleo temporal más amplios.

El tiempo apremia: tragedias como la ocurrida el mes pasado en San Antonio, Texas, donde murieron 50 personas migrantes en un remolque de un camión, entre ellos 26 mexicanos, muestra que las redes del crimen organizado no pueden combatirse estableciendo controles demasiado estrictos en las fronteras, como ha intentado el gobernador de Texas, Greg Abbot, sino mejorando la colaboración e intercambio de información a ambos lados de la frontera: el problema es compartido, y solo uniendo esfuerzos lo podremos superar.

Por lo pronto, la iniciativa del presidente Joe Biden por finalizar el programa Remain in Mexico abre la esperanza de una nueva dinámica en nuestras relaciones bilaterales. Al momento, la Suprema Corte de ese país permitió su terminación: solo falta que la corte inferior diseñe procedimientos adicionales. ¿De qué estamos hablando?

El programa Remain in Mexico fue dado a conocer el 20 de diciembre de 2018 por el entonces presidente Donald Trump. Bajo esta política, Estados Unidos comunicó a México que las personas que entrasen de manera irregular y pidieran asilo, serían enviadas a nuestro país para que esperasen la resolución de sus trámites migratorios en Estados Unidos. Es decir, todas las personas que transitan por territorio nacional debían esperar aquí hasta que concluyeran sus procedimientos migratorios.

Desde 2021, han tenido lugar varios esfuerzos durante el gobierno de Joe Biden por revocar esta política. El 20 de enero, suspendió las nuevas inscripciones al programa. Posteriormente, se inició el proceso para permitir gradualmente a quienes solicitaron asilo, sujetos a lo establecido en Remain in Mexico.

El primer intento formal por detener el programa tuvo lugar en abril de 2021, pero los estados de Texas y Missouri demandaron que se reinstalase. Por lo anterior, se envió a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos la solicitud para revocar el programa, el cual fue aprobado, digamos, en lo general.

Nuestros países requieren diseñar una política más estrecha de colaboración que no solamente refuerce la seguridad del hemisferio, sino también respete los derechos humanos de quienes ingresan a nuestros territorios.

¿Tendrá el presidente López Obrador la capacidad de poner los puntos sobre les íes, o seguirá jugando al hermano mayor de Iberoamérica, mientras perdemos oportunidades para repensar las relaciones bilaterales?

La visita de López Obrador a Washington, para reunirse como Joe Biden, debe dar pie para actualizar las relaciones de nuestro país con Estados Unidos en materia de migración. El reto: que dejemos de ser percibidos como el “verdadero muro de Trump” por las políticas que se han adoptado de contención, a replantear esquemas de colaboración en materias de seguridad, combate al crimen organizado y sus redes de tráfico de migrantes y trata de personas y terrorismo y, especialmente abrir programas de empleo temporal más amplios.

El tiempo apremia: tragedias como la ocurrida el mes pasado en San Antonio, Texas, donde murieron 50 personas migrantes en un remolque de un camión, entre ellos 26 mexicanos, muestra que las redes del crimen organizado no pueden combatirse estableciendo controles demasiado estrictos en las fronteras, como ha intentado el gobernador de Texas, Greg Abbot, sino mejorando la colaboración e intercambio de información a ambos lados de la frontera: el problema es compartido, y solo uniendo esfuerzos lo podremos superar.

Por lo pronto, la iniciativa del presidente Joe Biden por finalizar el programa Remain in Mexico abre la esperanza de una nueva dinámica en nuestras relaciones bilaterales. Al momento, la Suprema Corte de ese país permitió su terminación: solo falta que la corte inferior diseñe procedimientos adicionales. ¿De qué estamos hablando?

El programa Remain in Mexico fue dado a conocer el 20 de diciembre de 2018 por el entonces presidente Donald Trump. Bajo esta política, Estados Unidos comunicó a México que las personas que entrasen de manera irregular y pidieran asilo, serían enviadas a nuestro país para que esperasen la resolución de sus trámites migratorios en Estados Unidos. Es decir, todas las personas que transitan por territorio nacional debían esperar aquí hasta que concluyeran sus procedimientos migratorios.

Desde 2021, han tenido lugar varios esfuerzos durante el gobierno de Joe Biden por revocar esta política. El 20 de enero, suspendió las nuevas inscripciones al programa. Posteriormente, se inició el proceso para permitir gradualmente a quienes solicitaron asilo, sujetos a lo establecido en Remain in Mexico.

El primer intento formal por detener el programa tuvo lugar en abril de 2021, pero los estados de Texas y Missouri demandaron que se reinstalase. Por lo anterior, se envió a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos la solicitud para revocar el programa, el cual fue aprobado, digamos, en lo general.

Nuestros países requieren diseñar una política más estrecha de colaboración que no solamente refuerce la seguridad del hemisferio, sino también respete los derechos humanos de quienes ingresan a nuestros territorios.

¿Tendrá el presidente López Obrador la capacidad de poner los puntos sobre les íes, o seguirá jugando al hermano mayor de Iberoamérica, mientras perdemos oportunidades para repensar las relaciones bilaterales?