/ domingo 31 de julio de 2022

Liberándose del alcohol | La mujer en Alcohólicos Anónimos

Como en todo lo importante de la vida, la mujer es y será la compañera inseparable del hombre, con características muy diferentes, se complementan admirablemente y participan de los mismos derechos y obligaciones en el desarrollo de una sociedad con visión de libertad y justicia. Desde luego que esto no se da en todas partes, pero es un destino por el que se lucha incansablemente.

En el terreno de la enfermedad del alcoholismo la mujer ha ido avanzando en el consumo de esta letal droga como si fuera un propósito inevitable, como si quisiera no sólo igualar al hombre sino superarlo. La Conadic que es la Comisión Nacional contra las Adicciones nos informa que las jovencitas entre 18 y 29 años ya están a la par con los jovencitos. En esta etapa de la vida ya estamos hablando de millones de mujercitas en nuestro país.

Debo señalar que no todas las mujeres consumidoras de alcohol ya están enfermas, NO. El alcoholismo es una enfermedad progresiva y hay que pasar por diversas etapas, para llegar a la definitiva, en la cual la consumidora se convierte en una adicta dependiente del alcohol.

Cuando una adolescente se inicia por la ruta del alcohol, lo hace por curiosidad, por imitación o por ser aceptada en un grupo de amigas, en la escuela, en una fiesta o en reuniones de chamacas contemporáneas. Cuando el sabor o el efecto de la bebida alcohólica le gusta, avanza y se convierte en una bebedora social, en esta etapa el alcohol no le provoca ningún problema, porque consume con temor y se detiene.

Pero viene la siguiente etapa, que es el bebedor fuerte y aquí ya no bebe con prudencia sino con desbordado entusiasmo; toma grandes cantidades en corto tiempo y llega a embriagarse y a sentir la famosa cruda, pero todavía no le impacta en sus responsabilidades de escuela o familiares.

La siguiente etapa es la del bebedor problema, es aquella donde la adicción alcohólica controla la voluntad del consumidor y es cuando se presentan los problemas en todos los ámbitos con los que interactúa un bebedor, dígase la familia, los vecinos, la escuela, las amistades etc. ES UNA ENFERMA ALCOHOLICA.

La facilidad de adquirir las bebidas alcohólicas, la publicidad que impunemente entra a nuestros hogares a través de los medios de comunicación social masivos (radio, televisión, prensa, redes sociales, etc.) promueven mucho el consumo de alcohol en todos los sectores de nuestra sociedad y muchas veces no es posible sustraerse a esta influencia, sobre todo cuando en la persona no hay la formación de un carácter basado en principios que orienten la conducta humana por los caminos de una sana convivencia. Todas estas circunstancias han llevado a que el consumo de alcohol tenga una aceptación social con muy alto porcentaje.

Que pasa en nuestro estado con todas esas mujeres que ya se convirtieron en unas enfermas alcohólicas. La mayoría sigue consumiendo, otras están buscando soluciones para evitarse problemas con su esposo, con sus hijos, con su patrón etc. según sea su realidad existencial y pocas muy pocas han llegado a los Grupos de Alcohólicos Anónimos. Leamos un dato que nos indica claramente la situación: En el Area Tamaulipas de la estructura de la Central Mexicana de Alcohólicos Anónimos se encuentran registrados 1138 miembros de AA de los cuales sólo 74 son mujeres, es apenas un 6.5 % del total de agremiados.

¿Por qué si el programa de Alcohólicos Anónimos es la mejor opción conocida hasta la fecha para recuperarse de la enfermedad del alcoholismo, las mujeres lo están desaprovechando? En esta realidad sí están lejos pero muy lejos de los varones.

¿Por qué si conocen la gravedad de la enfermedad se rehúsan a luchar adecuadamente para detenerla? Hay varias respuestas que nos permiten entender estos despropósitos femeninos

1.- La crítica de sus mismas compañeras o amigas. El alcoholismo dispara el orgullo y el ego y estas dos emociones hacen imposible que se doblegue y permita ser humillada por otra mujer.

2.- El pensar que su obsesión alcohólica es pasajera y que pronto dejará de consumir y volverá la normalidad, etc.etc.

Es necesario reflexionar que permanecer en la ruta del alcohol es una decisión muy equivocada, porque, ese camino no tiene reversa y tarde o temprano te conviertes en una adicta a esta droga.

Sobrevivir con una adicción es sufrir permanentemente y por supuesto hacer sufrir a las personas de tu entorno. Invito cordialmente a todas las damas que hayan caído en esta grave adicción a que investiguen y que superen esa crítica que les evita luchar por su felicidad. Quienes hoy las critican mañana les reconocerán su nuevo estilo de vida libre de cualquier droga y llena de alegría y proyectos.

Llamen sin demora a cualquiera de los siguientes teléfonos para que les den la orientación pertinente: 8332125634, 8332289003 ó el 8332166058.

Como en todo lo importante de la vida, la mujer es y será la compañera inseparable del hombre, con características muy diferentes, se complementan admirablemente y participan de los mismos derechos y obligaciones en el desarrollo de una sociedad con visión de libertad y justicia. Desde luego que esto no se da en todas partes, pero es un destino por el que se lucha incansablemente.

En el terreno de la enfermedad del alcoholismo la mujer ha ido avanzando en el consumo de esta letal droga como si fuera un propósito inevitable, como si quisiera no sólo igualar al hombre sino superarlo. La Conadic que es la Comisión Nacional contra las Adicciones nos informa que las jovencitas entre 18 y 29 años ya están a la par con los jovencitos. En esta etapa de la vida ya estamos hablando de millones de mujercitas en nuestro país.

Debo señalar que no todas las mujeres consumidoras de alcohol ya están enfermas, NO. El alcoholismo es una enfermedad progresiva y hay que pasar por diversas etapas, para llegar a la definitiva, en la cual la consumidora se convierte en una adicta dependiente del alcohol.

Cuando una adolescente se inicia por la ruta del alcohol, lo hace por curiosidad, por imitación o por ser aceptada en un grupo de amigas, en la escuela, en una fiesta o en reuniones de chamacas contemporáneas. Cuando el sabor o el efecto de la bebida alcohólica le gusta, avanza y se convierte en una bebedora social, en esta etapa el alcohol no le provoca ningún problema, porque consume con temor y se detiene.

Pero viene la siguiente etapa, que es el bebedor fuerte y aquí ya no bebe con prudencia sino con desbordado entusiasmo; toma grandes cantidades en corto tiempo y llega a embriagarse y a sentir la famosa cruda, pero todavía no le impacta en sus responsabilidades de escuela o familiares.

La siguiente etapa es la del bebedor problema, es aquella donde la adicción alcohólica controla la voluntad del consumidor y es cuando se presentan los problemas en todos los ámbitos con los que interactúa un bebedor, dígase la familia, los vecinos, la escuela, las amistades etc. ES UNA ENFERMA ALCOHOLICA.

La facilidad de adquirir las bebidas alcohólicas, la publicidad que impunemente entra a nuestros hogares a través de los medios de comunicación social masivos (radio, televisión, prensa, redes sociales, etc.) promueven mucho el consumo de alcohol en todos los sectores de nuestra sociedad y muchas veces no es posible sustraerse a esta influencia, sobre todo cuando en la persona no hay la formación de un carácter basado en principios que orienten la conducta humana por los caminos de una sana convivencia. Todas estas circunstancias han llevado a que el consumo de alcohol tenga una aceptación social con muy alto porcentaje.

Que pasa en nuestro estado con todas esas mujeres que ya se convirtieron en unas enfermas alcohólicas. La mayoría sigue consumiendo, otras están buscando soluciones para evitarse problemas con su esposo, con sus hijos, con su patrón etc. según sea su realidad existencial y pocas muy pocas han llegado a los Grupos de Alcohólicos Anónimos. Leamos un dato que nos indica claramente la situación: En el Area Tamaulipas de la estructura de la Central Mexicana de Alcohólicos Anónimos se encuentran registrados 1138 miembros de AA de los cuales sólo 74 son mujeres, es apenas un 6.5 % del total de agremiados.

¿Por qué si el programa de Alcohólicos Anónimos es la mejor opción conocida hasta la fecha para recuperarse de la enfermedad del alcoholismo, las mujeres lo están desaprovechando? En esta realidad sí están lejos pero muy lejos de los varones.

¿Por qué si conocen la gravedad de la enfermedad se rehúsan a luchar adecuadamente para detenerla? Hay varias respuestas que nos permiten entender estos despropósitos femeninos

1.- La crítica de sus mismas compañeras o amigas. El alcoholismo dispara el orgullo y el ego y estas dos emociones hacen imposible que se doblegue y permita ser humillada por otra mujer.

2.- El pensar que su obsesión alcohólica es pasajera y que pronto dejará de consumir y volverá la normalidad, etc.etc.

Es necesario reflexionar que permanecer en la ruta del alcohol es una decisión muy equivocada, porque, ese camino no tiene reversa y tarde o temprano te conviertes en una adicta a esta droga.

Sobrevivir con una adicción es sufrir permanentemente y por supuesto hacer sufrir a las personas de tu entorno. Invito cordialmente a todas las damas que hayan caído en esta grave adicción a que investiguen y que superen esa crítica que les evita luchar por su felicidad. Quienes hoy las critican mañana les reconocerán su nuevo estilo de vida libre de cualquier droga y llena de alegría y proyectos.

Llamen sin demora a cualquiera de los siguientes teléfonos para que les den la orientación pertinente: 8332125634, 8332289003 ó el 8332166058.