/ domingo 2 de agosto de 2020

Liberándose del Alcohol | Serenidad para aceptar las cosas

"Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para reconocer la diferencia".

Esta es una pequeñísima oración que es como un himno para la comunidad universal de A.A. Su sencillez y su poderoso contenido la ha convertido en una de las imprescindibles herramientas del proceso de recuperación de los A.A.

Son tan solo tres ideas que encierran un programa de vida. Pensemos en la primera: "serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar", en la vida hay infinidad de cosas que no podemos cambiar, por ejemplo: las circunstancias en las que nacemos, los padres que nos tocaron o el color de nuestra piel.

Cuando mi orgullo exacerbado por el alcohol hace que me sienta triste, iracundo e inconforme con lo que me rodea, porque yo nací en un hogar pobre y nunca tuve suficiente ropa, mi alimentación era muy precaria y solo pude estudiar la primaria. Yo hubiera preferido nacer en una familia posicionada económicamente, que me hubiesen escrito en una buena escuela y tener una carrera; por eso estoy resentido con la vida y hasta con Dios.

La mente de un alcohólico es su enemigo cuando la deja divagar, por ello en A.A a los miembros se les enseña a través de experiencias de otros compañeros y aprenden que el haber nacido en un hogar pobre no se puede cambiar y que no es culpa de ellos. Aprenden a que, aunque no pueden cambiar su origen y a agradecer que están con vida y que tienen una comunidad que les ofrece una filosofía de vida que los enseña a vivir honesta y decorosamente.

Muchos alcohólicos han decidido vivir una vida útil y feliz y aunque tengan problemas los enfrentan como todos: con serenidad. Porque la vida está llena de problemas, pero hay que aceptarlos serenamente, y librar los retos que se nos presentan cada día y aunque sin duda habrá momentos de tristeza y dolor, pero son esos momentos de crisis los que fortalecen a las personas y es cuando A. A sugiere una y mil veces la segunda frase de la oración.

La tercera frase los alcohólicos la orientan hacia su persona para cambiar los hábitos nocivos durante su proceso de recuperación, ya que significa pedir saber distinguir entre lo que se puede y no se puede cambiar lo que a veces es difícil por ello se pide la ayuda de un poder superior. Por esta razón invito respetuosamente a quienes tengan el problema del alcoholismo a que se acerquen a la comunidad A.A y se den la oportunidad de conocer una nueva forma de vivir, donde lo peor que puede pasar es que les vaya bien.

Marquen los teléfonos: 833 216 60 58 y 833 228 90 03, ahí les apoyarán adecuadamente.

"Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para reconocer la diferencia".

Esta es una pequeñísima oración que es como un himno para la comunidad universal de A.A. Su sencillez y su poderoso contenido la ha convertido en una de las imprescindibles herramientas del proceso de recuperación de los A.A.

Son tan solo tres ideas que encierran un programa de vida. Pensemos en la primera: "serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar", en la vida hay infinidad de cosas que no podemos cambiar, por ejemplo: las circunstancias en las que nacemos, los padres que nos tocaron o el color de nuestra piel.

Cuando mi orgullo exacerbado por el alcohol hace que me sienta triste, iracundo e inconforme con lo que me rodea, porque yo nací en un hogar pobre y nunca tuve suficiente ropa, mi alimentación era muy precaria y solo pude estudiar la primaria. Yo hubiera preferido nacer en una familia posicionada económicamente, que me hubiesen escrito en una buena escuela y tener una carrera; por eso estoy resentido con la vida y hasta con Dios.

La mente de un alcohólico es su enemigo cuando la deja divagar, por ello en A.A a los miembros se les enseña a través de experiencias de otros compañeros y aprenden que el haber nacido en un hogar pobre no se puede cambiar y que no es culpa de ellos. Aprenden a que, aunque no pueden cambiar su origen y a agradecer que están con vida y que tienen una comunidad que les ofrece una filosofía de vida que los enseña a vivir honesta y decorosamente.

Muchos alcohólicos han decidido vivir una vida útil y feliz y aunque tengan problemas los enfrentan como todos: con serenidad. Porque la vida está llena de problemas, pero hay que aceptarlos serenamente, y librar los retos que se nos presentan cada día y aunque sin duda habrá momentos de tristeza y dolor, pero son esos momentos de crisis los que fortalecen a las personas y es cuando A. A sugiere una y mil veces la segunda frase de la oración.

La tercera frase los alcohólicos la orientan hacia su persona para cambiar los hábitos nocivos durante su proceso de recuperación, ya que significa pedir saber distinguir entre lo que se puede y no se puede cambiar lo que a veces es difícil por ello se pide la ayuda de un poder superior. Por esta razón invito respetuosamente a quienes tengan el problema del alcoholismo a que se acerquen a la comunidad A.A y se den la oportunidad de conocer una nueva forma de vivir, donde lo peor que puede pasar es que les vaya bien.

Marquen los teléfonos: 833 216 60 58 y 833 228 90 03, ahí les apoyarán adecuadamente.