/ domingo 18 de febrero de 2024

Liberándose del alcohol / El miedo

“El miedo es una hebra maligna y corrosiva, la trama de nuestra existencia la lleva entrecruzada”

“El miedo es sin duda un obstáculo para la razón y para el amor, y por supuesto invariablemente instiga la ira, la vanagloria y la agresión”...

(Lo mejor de Bill pag.12)

El miedo es una emoción con doble impacto en nuestra vida. Algunas veces nos paraliza y nos reduce a la pasividad y en otras nos impulsa instintivamente a la acción. En ambos casos es un acto irreflexivo de nuestra mente. Un enfermo alcohólico, es víctima de muchos miedos en su vida. Tiene miedo a vivir y tiene miedo a morir, no quiere dejar de beber porque tiene miedo de su realidad y estando borracho la olvida y se fuga hacia el enajenamiento que le produce la embriaguez. Por ejemplo Rosita tiene miedo a la sobriedad porque esta le dice que su marido la abandonó porque no deja de consumir alcohol y no atiende a su hijo de dos años. No quiere hacer conciencia de madre abandonada y tampoco quiere dejar de beber. Está paralizada. Un caso diferente es la reacción de una persona que sufre un asalto en su casa. El ladrón entra encapuchado a su domicilio, la amenaza con una daga y le pide las llaves y la factura del coche que tiene en su garaje, la víctima temblando de miedo simula sacar las llaves de un cajón, pero saca una pistola y le dispara al ladrón el cual muere de inmediato. El miedo la impulsó a actuar instintivamente y cometió un asesinato.

El miedo no es una emoción exclusiva de los alcohólicos, es parte del paquete de la vida humana y a cada persona le toca lidiar con ella para tenerla bajo control. El temor, es un miedo imaginario que también causa estragos en la conducta humana. El temor no es real, es un producto mental. Por ejemplo, Fernando no viaja en avión, porque se imagina que el avión se caerá y no quedará un solo sobreviviente. La imaginaria caída del avión no existe, pero el no viajar por este medio si existe en la realidad de Fernando. El temor influye de manera definitiva en las decisiones humanas.

Un enfermo alcohólico es una víctima propicia de los miedos. Algunos borrachitos no se acercan a los grupos de AA porque tienen miedo a la crítica, otros no quieren ir a consulta médica porque tienen miedo que les diagnostiquen, cirrosis hepática o diabetes etc.

El programa de Los Doce Pasos de alcohólicos anónimos tiene el antídoto para controlar los miedos. Este es la FE. La fe en un Poder Superior, Dios como cada quién lo concibe, es el arma mortífera contra los miedos. Hay que aclarar que no los elimina, porque los miedos son parte de nuestra naturaleza y nos acompañarán hasta la tumba, solo podemos controlarlos. Una forma efectiva de hacerlo nos lo enseña el programa de recuperación de los Doce Pasos.

La FE es una energía impulsora que se puede desarrollar a través de las obras, Cuando una persona actúa bajo el impulso de la fe, esta crece y se fortalece y por lo mismo hay mayor capacidad para liberarse de los miedos. La fe se nutre de las obras y eso explica con claridad la frase bíblica “la fe sin obras, es una fe muerta”.

La comunidad de AA te invita a liberarte de tus miedos y a vivir sin alcohol, dándole un sentido a tu vida. Marca el 833 212 5634, 833 105 5995 ó el 833 228 9003. Ahí te orientarán adecuadamente.

“El miedo es una hebra maligna y corrosiva, la trama de nuestra existencia la lleva entrecruzada”

“El miedo es sin duda un obstáculo para la razón y para el amor, y por supuesto invariablemente instiga la ira, la vanagloria y la agresión”...

(Lo mejor de Bill pag.12)

El miedo es una emoción con doble impacto en nuestra vida. Algunas veces nos paraliza y nos reduce a la pasividad y en otras nos impulsa instintivamente a la acción. En ambos casos es un acto irreflexivo de nuestra mente. Un enfermo alcohólico, es víctima de muchos miedos en su vida. Tiene miedo a vivir y tiene miedo a morir, no quiere dejar de beber porque tiene miedo de su realidad y estando borracho la olvida y se fuga hacia el enajenamiento que le produce la embriaguez. Por ejemplo Rosita tiene miedo a la sobriedad porque esta le dice que su marido la abandonó porque no deja de consumir alcohol y no atiende a su hijo de dos años. No quiere hacer conciencia de madre abandonada y tampoco quiere dejar de beber. Está paralizada. Un caso diferente es la reacción de una persona que sufre un asalto en su casa. El ladrón entra encapuchado a su domicilio, la amenaza con una daga y le pide las llaves y la factura del coche que tiene en su garaje, la víctima temblando de miedo simula sacar las llaves de un cajón, pero saca una pistola y le dispara al ladrón el cual muere de inmediato. El miedo la impulsó a actuar instintivamente y cometió un asesinato.

El miedo no es una emoción exclusiva de los alcohólicos, es parte del paquete de la vida humana y a cada persona le toca lidiar con ella para tenerla bajo control. El temor, es un miedo imaginario que también causa estragos en la conducta humana. El temor no es real, es un producto mental. Por ejemplo, Fernando no viaja en avión, porque se imagina que el avión se caerá y no quedará un solo sobreviviente. La imaginaria caída del avión no existe, pero el no viajar por este medio si existe en la realidad de Fernando. El temor influye de manera definitiva en las decisiones humanas.

Un enfermo alcohólico es una víctima propicia de los miedos. Algunos borrachitos no se acercan a los grupos de AA porque tienen miedo a la crítica, otros no quieren ir a consulta médica porque tienen miedo que les diagnostiquen, cirrosis hepática o diabetes etc.

El programa de Los Doce Pasos de alcohólicos anónimos tiene el antídoto para controlar los miedos. Este es la FE. La fe en un Poder Superior, Dios como cada quién lo concibe, es el arma mortífera contra los miedos. Hay que aclarar que no los elimina, porque los miedos son parte de nuestra naturaleza y nos acompañarán hasta la tumba, solo podemos controlarlos. Una forma efectiva de hacerlo nos lo enseña el programa de recuperación de los Doce Pasos.

La FE es una energía impulsora que se puede desarrollar a través de las obras, Cuando una persona actúa bajo el impulso de la fe, esta crece y se fortalece y por lo mismo hay mayor capacidad para liberarse de los miedos. La fe se nutre de las obras y eso explica con claridad la frase bíblica “la fe sin obras, es una fe muerta”.

La comunidad de AA te invita a liberarte de tus miedos y a vivir sin alcohol, dándole un sentido a tu vida. Marca el 833 212 5634, 833 105 5995 ó el 833 228 9003. Ahí te orientarán adecuadamente.