/ domingo 18 de agosto de 2019

Lo que consideramos como justicia es, a menudo, una injusticia en favor nuestro


El viernes se cerró con una derrota contundente para el Atlas, que cayó ante un Cruz Azul que, sin sublimarse, le bastó para lograr un fácil 1-3 que bien pudo ser más abultado y, bueno, es sabido que vale más jugar mal y ganar, que jugar bien y perder, aunque la Máquina no estuvo del todo mal, lo que ocurre es que le fue tan fácil establecer un 3-0, que depués se echaron en la hamaca, aceptando un gol.

La jornada sabatina abrió con el juego entre el Atlético de San Luis y los Tigres de la UANL, en el Alfonso Lastras. Solamente los que no conocen al Tuca pueden esperar un juego distinto de lo que vimos durante el primer tiempo. Dos equipos concediendo prioridad a la conservación del balón, impidiendo con esto el juego rápido y las jugadas vistosas. Y, bueno, esto no está prohibido, lo que tendremos que hacer los mirones es estudiar más el ajedrez para poder comprender el porqué de las formas de juego del Tuca. Paciencia, paciencia, paciencia... que no nos metan gol y ya caerá el nuestro.

La cuestión es que los potosinos no cantan mal las rancheras, y en eso de conservar la pelota se las gastan, así, toda la primera parte ha sido un constante cambio de posesión, ahora Tigres le da diez toques al balón, para que al tenerlo el San Luis los imite, ocasionándose de cuando en cuando un tiro a gol, un centro al área, un algo que interrumpe la monotonía del juego de Tigres, garlito en el que no cae el San Luis, resultando las acciones tal y como se las narro. Las jugadas más emocionantes, que fueron claras opciones de gol, fueron realizadas en fuera de juego, pero además, todas fueron erradas.

Entonces, al minuto 74, viene una jugada violenta de Mayada sobre Quiñones, la acción se va al VAR y le vale la tarjeta roja al argentino-uruguayo dejando con 10 al San Luis. Zelayarán que acababa de entrar, cobra la falta que es rematada con un fuerte cabezazo de Ayala, que es desviado por Lazo para que se marque autogol (que no debería de contar, porque no fue voluntario) digo, solo para la reflexión por aquello de los codazos y las manos sin intención. Con el 1-0 y la ventaja numérica, los Tigres olvidan cuál es su juego yéndose alegremente al ataque, y son sorprendidos al minuto 80 cuando Berterame totalmente solo, justo en el manchón del penal, la zona más vigilada por los universitarios, empata el juego, que finalizó desordenado, cosa rara en Tigres.

Despues en León, la fiera recibió al Guadalajara y, a los 18 minutos se suscitó una jugada de penal, cometido por Van Rankin, que un minuto antes había sido amonestado, perdonándole el árbitro la amarilla automática por el penalti; finalmente Macías cobra bien poniendo el uno a cero. El partido continúa sin que el peligro llegue a las porterías, hasta que al minuto 37, Pulido suelte un poderoso riflazo al que Cota hace una excelente estirada, pero el balón le bota eludiendo sus manos para colarse a gol, uno a uno. Parece que las cosas se nivelan, sin embargo el juego del León está mejor estructurado y se comprueba cuando justo al minuto 45 Meneses se hace un espacio para centrar, encontrando solo a Mena, quien a bocajarro empuja el balón con la cabeza para remontar, terminando la primera parte.

Y la segunda parte sí que tuvo acción. Al minuto 63, nuevo penal y nuevamente Macías repite y anota el tercero. Luego al 71 es Moreno quien con un zurdazo anota el cuarto, y cuando pensamos que sería más fácil ver el quinto del León que el segundo de Chivas, al 79, otro penalti da la oportunidad a Pulido de anotar su segundo gol. Cota intenta engañar a Pulido y se resbala, siendo víctima de su misma treta para que Galindo lo venza, y ya sobre el tiempo, cuando corría el minuto 95, Alexis Vega sorprende a los verdes y en una larga carrera deja a sus marcadores, para conseguir el tercer gol de las Chivas, que maquillan la gran diferencia que hubo en el juego, en donde el León lució mejor. Como en ningún otro juego, en este, la participación del VAR fue sorprendentemente intensa. El primero que anotó Macías fue decisión del VAR, el segundo también, el gol de Moreno fue validado por el VAR, el penalti anotado por Pulido tambien fue del VAR.

El marcador tan ajustado nos da la idea de que este fue un juego muy nivelado, la verdad es que el León fue muy superior en lo colectivo y su producción resultó inferior en relación a las situaciones de gol creadas, y es de suponer que las reformas al reglamento están influyendo para que se den este tipo de resultados. En el juego de Tigres, un fuera de juego claro de los universitarios no fue marcado hasta despué de concluida la jugada, que terminó con una lesión de Gignac. Igual ocurrió en el León-Chivas, cuando un claro fuera de juego, al ser marcado concluyó con un fuerte encontronazo entre dos rivales, sin que afortunadamente resultaran lesionados. Sí, en este juego el personaje principal fue el VAR.

Hasta pronto amigo.


El viernes se cerró con una derrota contundente para el Atlas, que cayó ante un Cruz Azul que, sin sublimarse, le bastó para lograr un fácil 1-3 que bien pudo ser más abultado y, bueno, es sabido que vale más jugar mal y ganar, que jugar bien y perder, aunque la Máquina no estuvo del todo mal, lo que ocurre es que le fue tan fácil establecer un 3-0, que depués se echaron en la hamaca, aceptando un gol.

La jornada sabatina abrió con el juego entre el Atlético de San Luis y los Tigres de la UANL, en el Alfonso Lastras. Solamente los que no conocen al Tuca pueden esperar un juego distinto de lo que vimos durante el primer tiempo. Dos equipos concediendo prioridad a la conservación del balón, impidiendo con esto el juego rápido y las jugadas vistosas. Y, bueno, esto no está prohibido, lo que tendremos que hacer los mirones es estudiar más el ajedrez para poder comprender el porqué de las formas de juego del Tuca. Paciencia, paciencia, paciencia... que no nos metan gol y ya caerá el nuestro.

La cuestión es que los potosinos no cantan mal las rancheras, y en eso de conservar la pelota se las gastan, así, toda la primera parte ha sido un constante cambio de posesión, ahora Tigres le da diez toques al balón, para que al tenerlo el San Luis los imite, ocasionándose de cuando en cuando un tiro a gol, un centro al área, un algo que interrumpe la monotonía del juego de Tigres, garlito en el que no cae el San Luis, resultando las acciones tal y como se las narro. Las jugadas más emocionantes, que fueron claras opciones de gol, fueron realizadas en fuera de juego, pero además, todas fueron erradas.

Entonces, al minuto 74, viene una jugada violenta de Mayada sobre Quiñones, la acción se va al VAR y le vale la tarjeta roja al argentino-uruguayo dejando con 10 al San Luis. Zelayarán que acababa de entrar, cobra la falta que es rematada con un fuerte cabezazo de Ayala, que es desviado por Lazo para que se marque autogol (que no debería de contar, porque no fue voluntario) digo, solo para la reflexión por aquello de los codazos y las manos sin intención. Con el 1-0 y la ventaja numérica, los Tigres olvidan cuál es su juego yéndose alegremente al ataque, y son sorprendidos al minuto 80 cuando Berterame totalmente solo, justo en el manchón del penal, la zona más vigilada por los universitarios, empata el juego, que finalizó desordenado, cosa rara en Tigres.

Despues en León, la fiera recibió al Guadalajara y, a los 18 minutos se suscitó una jugada de penal, cometido por Van Rankin, que un minuto antes había sido amonestado, perdonándole el árbitro la amarilla automática por el penalti; finalmente Macías cobra bien poniendo el uno a cero. El partido continúa sin que el peligro llegue a las porterías, hasta que al minuto 37, Pulido suelte un poderoso riflazo al que Cota hace una excelente estirada, pero el balón le bota eludiendo sus manos para colarse a gol, uno a uno. Parece que las cosas se nivelan, sin embargo el juego del León está mejor estructurado y se comprueba cuando justo al minuto 45 Meneses se hace un espacio para centrar, encontrando solo a Mena, quien a bocajarro empuja el balón con la cabeza para remontar, terminando la primera parte.

Y la segunda parte sí que tuvo acción. Al minuto 63, nuevo penal y nuevamente Macías repite y anota el tercero. Luego al 71 es Moreno quien con un zurdazo anota el cuarto, y cuando pensamos que sería más fácil ver el quinto del León que el segundo de Chivas, al 79, otro penalti da la oportunidad a Pulido de anotar su segundo gol. Cota intenta engañar a Pulido y se resbala, siendo víctima de su misma treta para que Galindo lo venza, y ya sobre el tiempo, cuando corría el minuto 95, Alexis Vega sorprende a los verdes y en una larga carrera deja a sus marcadores, para conseguir el tercer gol de las Chivas, que maquillan la gran diferencia que hubo en el juego, en donde el León lució mejor. Como en ningún otro juego, en este, la participación del VAR fue sorprendentemente intensa. El primero que anotó Macías fue decisión del VAR, el segundo también, el gol de Moreno fue validado por el VAR, el penalti anotado por Pulido tambien fue del VAR.

El marcador tan ajustado nos da la idea de que este fue un juego muy nivelado, la verdad es que el León fue muy superior en lo colectivo y su producción resultó inferior en relación a las situaciones de gol creadas, y es de suponer que las reformas al reglamento están influyendo para que se den este tipo de resultados. En el juego de Tigres, un fuera de juego claro de los universitarios no fue marcado hasta despué de concluida la jugada, que terminó con una lesión de Gignac. Igual ocurrió en el León-Chivas, cuando un claro fuera de juego, al ser marcado concluyó con un fuerte encontronazo entre dos rivales, sin que afortunadamente resultaran lesionados. Sí, en este juego el personaje principal fue el VAR.

Hasta pronto amigo.