/ miércoles 26 de junio de 2019

No hay señal más segura de ánimo pequeño, que estar cómodo abajo

No hay señal más segura de ánimo pequeño, que estar cómodo abajo

Esta zona de confort, es el capitalismo mismo de donde debemos salir para atrevernos a ser, a existir.

Nunca me he podido explicar cómo es que siendo Inglaterra cuna no solo del futbol, sino de una gran pléyade de grandes jugadores, siendo lógica favorita en muchos Mundiales, lejos de triunfar, son eliminados antes del final con fracasos rotundos. Nadamás en Sudáfrica 2010, con una plantilla rica en extraordinarios jugadores y, con una dirección técnica de reconocido prestigio (Fabio Capello), contaba con David James en la puerta; Glen Johnson, John Terry, Rio Ferdinand y Ashley Cole; Frank Lampard y Gareth Barry; Aaron Lennon, Steven Gerrard, Joe Cole y Wayne Rooney como titulares.

Pero en la banca contaban con otro equipo cuyos componentes podrían ser titulares en cualquier otra selección: Michael Dawson, Peter Crouch, Robert Green, Sthepen Warnock, Mathew Upson, James Milner, Shaun Wright Phillips, Jamie Garragher, Jerman Defoe, Ledley King, Emile Heskey, Michael Carrick, Joe Hart. D.T. Fabio Capello. Frank Lampard no solo era poseedor de un talento incalculable, sino también dueño de mucha garra y de un gran liderazgo, que a principios de aquel año un estudio médico dictaminó que tenía el corazón más grande de lo normal.

Covertido en el hombre clave de Mourinho en el Chelsea, así como en el motor de la selección durante las eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, Frank James Lampard dejó claro que era un jugador al que a más de talento, le sobraba corazón. Steven Gerard, que junto a Wayne Rooney son los otros referentes del equipo, dijo: Frank es un gran jugador. Igual que a mí le encanta irse hacia arriba para meter goles.

Durante las dos últimas temporadas de aquel tiempo, fue sin duda el jugador que más mejoró en el mundo del futbol. Lo tenía todo en su juego y en esos momentos y en su estado de forma se podría asegurar que era el mejor del mundo. Al referirlo, José Mourinho opinó de él, hay grandes futbolistas en el mundo, pero ellos juegan un partido extraordinario una vez al mes, en cambio Lampard juega a tope en cada encuentro.

Tal vez el gran estigma del Equipo de la Rosa sea encontrarse en los Mundiales con su sombra negra, Alemania, lo que motivó que el gran exjugador y gran goleador inglés, Gary Linecker, expresara la que se convertiría en una conocidísima máxima que dice: “El futbol es un deporte entre 22 jugadores que corren tras un balón y en el que siempre gana Alemania”.

Tras la reciente agónica victoria de Alemania ante Suecia, cuando se jugaba en tiempo de descuento y, los germanos con un jugador menos, Linecker aprovechó su cuenta de Twitter para hacer una pequeña enmienda a su viejo apotegma, te lo presento en inglés para que tú le des la mejor traducción: “Football is a simple game, 22 men chase the ball for 82 minutes and the germans get a player sent off so 21 men chase the ball for 13 minutes and at the end the germans somehow fucking win”.

Y así como me soprende el extraño caso de Inglaterra, me impresiona el que Uruguay cada vez que convoca a sus seleccionados, no solo siempre acuden al llamado, sino que cumplen cabalmente como si no hubiesen competido en los intensos torneos europeos. Luis Suárez siempre es el mismo guerrero incansable y, a Cácerez, Giménez, Godín, Cavani y Muslera, por nombrar a los más veteranos, se los ve tan frescos como en los inicios de temporda, siendo que sus actuales vacaciones las están disfrutando picando piedra. Increíble exhibición uruguaya de consistencia y profesionalismo.

Y mirando el ejemplo de los uruguayos, no puedo más que lamentar la inconsistencia de nuestro tricolor, que de una actuación honesta, diríamos normal, derrote a un equipo de menor jerarquía, pero sin un desgaste excesivo a causa de la presión del oponente, para que días después, al enfrentar a otro equipo, que ni siquiera pertenece a una liga profesional, los nuestros no sean capaces de despojarse de su arrogancia (no todos), para mostrarle respeto al contrincante, que de antemano había confesado que no tenían esperanza alguna por vencer a México y, que todo sería una buena experiencia de la que aprenderían mucho. Lo he repetido mucho, nosotros tenemos mucha más experiencia que la que poseen selecciones como Irlanda Holanda, Bélgica, Polonia, Croacia, Rumania, Bulgaria, Rep. Checa, Dinamarca, Suecia y Noruega, por mencionar algunas, sin embargo, en los enfrentamientos con ellos, no hemos podido imponer una supremacía. ¿Por qué digo que tenemos más experiencia que ellos? pues porque hemos asistido a más Campeonatos Mundiales que cualquiera de los que nombré y, ¿Por qué sucede eso? Pues porque en nuestra zona podemos jugar muy pero muy mal y de todos modos calificar ganándole a Martinica, Trinidad y Tobago, Cuba, Cursao o Bermudas... He ahí el dilema.

Hasta pronto amigo.

No hay señal más segura de ánimo pequeño, que estar cómodo abajo

Esta zona de confort, es el capitalismo mismo de donde debemos salir para atrevernos a ser, a existir.

Nunca me he podido explicar cómo es que siendo Inglaterra cuna no solo del futbol, sino de una gran pléyade de grandes jugadores, siendo lógica favorita en muchos Mundiales, lejos de triunfar, son eliminados antes del final con fracasos rotundos. Nadamás en Sudáfrica 2010, con una plantilla rica en extraordinarios jugadores y, con una dirección técnica de reconocido prestigio (Fabio Capello), contaba con David James en la puerta; Glen Johnson, John Terry, Rio Ferdinand y Ashley Cole; Frank Lampard y Gareth Barry; Aaron Lennon, Steven Gerrard, Joe Cole y Wayne Rooney como titulares.

Pero en la banca contaban con otro equipo cuyos componentes podrían ser titulares en cualquier otra selección: Michael Dawson, Peter Crouch, Robert Green, Sthepen Warnock, Mathew Upson, James Milner, Shaun Wright Phillips, Jamie Garragher, Jerman Defoe, Ledley King, Emile Heskey, Michael Carrick, Joe Hart. D.T. Fabio Capello. Frank Lampard no solo era poseedor de un talento incalculable, sino también dueño de mucha garra y de un gran liderazgo, que a principios de aquel año un estudio médico dictaminó que tenía el corazón más grande de lo normal.

Covertido en el hombre clave de Mourinho en el Chelsea, así como en el motor de la selección durante las eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, Frank James Lampard dejó claro que era un jugador al que a más de talento, le sobraba corazón. Steven Gerard, que junto a Wayne Rooney son los otros referentes del equipo, dijo: Frank es un gran jugador. Igual que a mí le encanta irse hacia arriba para meter goles.

Durante las dos últimas temporadas de aquel tiempo, fue sin duda el jugador que más mejoró en el mundo del futbol. Lo tenía todo en su juego y en esos momentos y en su estado de forma se podría asegurar que era el mejor del mundo. Al referirlo, José Mourinho opinó de él, hay grandes futbolistas en el mundo, pero ellos juegan un partido extraordinario una vez al mes, en cambio Lampard juega a tope en cada encuentro.

Tal vez el gran estigma del Equipo de la Rosa sea encontrarse en los Mundiales con su sombra negra, Alemania, lo que motivó que el gran exjugador y gran goleador inglés, Gary Linecker, expresara la que se convertiría en una conocidísima máxima que dice: “El futbol es un deporte entre 22 jugadores que corren tras un balón y en el que siempre gana Alemania”.

Tras la reciente agónica victoria de Alemania ante Suecia, cuando se jugaba en tiempo de descuento y, los germanos con un jugador menos, Linecker aprovechó su cuenta de Twitter para hacer una pequeña enmienda a su viejo apotegma, te lo presento en inglés para que tú le des la mejor traducción: “Football is a simple game, 22 men chase the ball for 82 minutes and the germans get a player sent off so 21 men chase the ball for 13 minutes and at the end the germans somehow fucking win”.

Y así como me soprende el extraño caso de Inglaterra, me impresiona el que Uruguay cada vez que convoca a sus seleccionados, no solo siempre acuden al llamado, sino que cumplen cabalmente como si no hubiesen competido en los intensos torneos europeos. Luis Suárez siempre es el mismo guerrero incansable y, a Cácerez, Giménez, Godín, Cavani y Muslera, por nombrar a los más veteranos, se los ve tan frescos como en los inicios de temporda, siendo que sus actuales vacaciones las están disfrutando picando piedra. Increíble exhibición uruguaya de consistencia y profesionalismo.

Y mirando el ejemplo de los uruguayos, no puedo más que lamentar la inconsistencia de nuestro tricolor, que de una actuación honesta, diríamos normal, derrote a un equipo de menor jerarquía, pero sin un desgaste excesivo a causa de la presión del oponente, para que días después, al enfrentar a otro equipo, que ni siquiera pertenece a una liga profesional, los nuestros no sean capaces de despojarse de su arrogancia (no todos), para mostrarle respeto al contrincante, que de antemano había confesado que no tenían esperanza alguna por vencer a México y, que todo sería una buena experiencia de la que aprenderían mucho. Lo he repetido mucho, nosotros tenemos mucha más experiencia que la que poseen selecciones como Irlanda Holanda, Bélgica, Polonia, Croacia, Rumania, Bulgaria, Rep. Checa, Dinamarca, Suecia y Noruega, por mencionar algunas, sin embargo, en los enfrentamientos con ellos, no hemos podido imponer una supremacía. ¿Por qué digo que tenemos más experiencia que ellos? pues porque hemos asistido a más Campeonatos Mundiales que cualquiera de los que nombré y, ¿Por qué sucede eso? Pues porque en nuestra zona podemos jugar muy pero muy mal y de todos modos calificar ganándole a Martinica, Trinidad y Tobago, Cuba, Cursao o Bermudas... He ahí el dilema.

Hasta pronto amigo.