Integridad, caballerosidad, espíritu indomable ante la adversidad, y sobre todo un ansia de superación.
Mi trayectoria como seguidor del futbol europeo, inició en los años cincuenta, siendo mis informadores, el diario "La Prensa" y el "Esto", a los cuales mi padre estaba suscrito, y que llegaban a mi Xicoténcatl querido, tres o cuatro días después de ser editados. Como ya se los he dicho en otras columnas, el futbol español era por aquel tiempo el más promocionado y, fue así como me enteré de la existencia de Larbi Ben Barek, un delantero africano, al que mi pueril mentalidad, imaginaba llegando al estadio montado en un camello y, ahí también escuché el nombre de su socio en el juego, el argentino Ernesto Candia que más tarde jugó con el Tampico Campeón en 1952-1953.
Después todo cambio con la llegada de Di Stéfano al Real Madrid, hasta que en la década de los 60, la televisión comenzó su participación en la provincia mexicana. Ahí se ampliaron las opciones para escoger el futbol europeo que más nos gustara, agregándose al futbol español, el futbol inglés. Eran los años del genio irlandés George Best, jugador de extraordinarias condiciones técnicas y, de un proceder anárquico que hacía desesperar a cualquier entrenador. Son muchos los que piensan que, de haberse disciplinado, habría podido llegar al mismo nivel de aceptación por parte del público, que en aquel entonces se le otorgaba a Edson Arantes do Nacimiento "Pelé".
Junto al "Quinto Beatle", como era conocido Best, brillaba Bobby Charlton, jugador inglés, que, sin ser genio como el otro, ganó mucho más reconocimiento por poseer un a personalidad totalmente distinta a la de George Best, quien era amante de los autos veloces, el alcohol y las mujeres bellas, se le atribuye haberse relacionado con 7 miss universo. Si Best era admirado por la realización de las acciones más difíciles, Bobby Charlton lo era por la precisión, elegancia y simplicidad de su juego.
LIVERPOOL DOMINA LOS SETENTAS
La década de los 70, fue dominada por el Liverpool, siendo la figura máxima del futbol inglés, un jugador de 1.70 metros, inusual en el futbol británico, que poseía las mismas características de Lionel Messi, veloz y extremadamente vertical, era difícil verlo jugar lateralmente o hacia atrás. Aquel jugador bajito era ambidiestro y tenía un maravilloso control de balón, aun en las conducciones rápidas de las que se valía, pero su sello más característico, lo era su contundente remate con la cabeza, para lo que su corta estatura no le estorbaba.
Nunca he visto otro estadio en el que los cánticos sean más frecuentes que como los escuché en aquel entonces en el estadio de Anfield, sobre todo cuando al final del juego las cosas no le habían ido bien al Liverpool, sus seguidores cantaban "You'll never walk alone", que se escuchaba conmovedor, o al menos a mí así me afectaba, algo parecido al "Cómo no te voy a querer" de los Pumas, que los seguidores del Madrid adoptaron cuando los seguidores de Pumas la cantaron, después de que los universitarios vencieron al Real Madrid en el mismísimo Santiago Bernaveu con un golazo de Castro.
Junto a Keegan en los 60s, brilló Ian Callaghan, que vistió la roja del Liverpool en 827 juegos y, en ese mismo tiempo, Emlyn Hughes que estuvo en los mundiales del 66 y el 70, Ian Rush, que es el goleador histórico del Liverpool, Jordan Henderson, Keni Daglish y, al que en la actualidad se le da el crédito como el mejor de todos, Steven Gerrard que se retirara no hace mucho en la MSL.
GALESES DESTACADOS
Y hay tres galeses que no serán olvidados, John Charles, que a fines de los 40 y principio de los 50, fue considerado el mejor jugador del mundo, reinando con el Juventus de Turín, hasta que llegó el Real Madrid de Di Stéfano a cortarles el paso, no recuerdo cuantas veces consiguió el scudetto en Italia. Definitivamente, John Charles es el mejor jugador que ha tenido Gales... Pero si no lo vimos jugar (yo solo lo vi una vez, contra México en Suecia 58), todos opinaríamos que nadie como Ryan Giggs. Ese sí, no me cansé de verlo hacer magia con aquel enorme Manchester. convirtiéndose en el futbolista con más partidos disputados de la Premier League; jugó para un solo equipo, el Manchester en donde debutó en 1990 y se retiró en 2014 (25 años), siendo el jugador británico más laureado de todos los tiempos y no puedo dejar de nombrar a Gareth Bale, que, si no fuera por sus lesiones, seguramente estaría en el gusto de todos.
Y finalmente, cierro esta lista de los grandes jugadores británicos que he visto jugar, con Frank Lampard, un jugador de medio campo que, al estilo de Michel Platini, disputaba campeonatos de goleo, con una hermosa historia que desgraciadamente no cabe en esta columna, que inició con su padre y, que no fue bien vista por los seguidores del Chelsea, ya que fue precisamente su padre quien lo debutó, siendo él el director técnico del equipo, pero todo fue que iniciara, pues después se convirtió en una leyenda, llegando a formar junto a Steven Gerrard, la mejor línea media en el Mundial de Sudáfrica, en donde no lograron gran cosa, debido a la mala dirección del equipo.
No es fácil en un espacio tan pequeño, nombrar a todos los grandes del futbol británico, pues ustedes mismos me reclamarán que por qué no menciono a Wayne Rooney, Bobbi Moore, Gordon Banks, Martín Peters, David Veckman y tantos otros, pero recuerden que solo me gusta escribir de aquellos jugadores que he tenido la suerte de ver jugar, por televisión ¡Claro!
Hasta pronto amigo.
