/ viernes 30 de julio de 2021

Ocurrencias del futbol | Síndrome de Burnout, o sea, "quemado antes" y definido como estrés intenso a edad temprana

El ejemplo reciente de Simone Biles, gimnasta norteamericana que sorpresivamente abandonó la competencia cuando se encontraba en plena acción, víctima de un terrible ataque depresivo, lo que trajo a mi recuerdo todas las tristes experiencias sufridas por innumerables deportistas víctimas del Síndrome de Burnout, entendido como "quemado antes" y más conocido como estrés intenso a edad temprana, muy común en trabajadores jóvenes, en este caso deportistas.

El Síndrome de Burnout se manifiesta en un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a afectar la personalidad y autoestima del deportista. Es un proceso en el que el individuo sufre una pérdida del interés por sus tareas y va desarrollando una reacción psicológica negativa.

Los principales síntomas del Burnout son: 1- Agotamiento físico y mental generalizado: agotamiento físico, fatiga, aumento de peso, pérdida del apetito... 2- Despersonalización y cinismo: indiferencia y desapego, irritabilidad y maltrato y 3- Descenso de productividad deportiva, desmotivación y falta de atención. Como pueden ver, la responsabilidad de un buen entrenador implica estar enterado de todo lo que ocurre en la vida de sus jugadores. Han sido muchos los casos de jóvenes jugadores conocidos míos que no han alcanzado la consagración debido a problemas familiares.

Y esto es muy común en los deportes de edad temprana, en donde las exigencias para el deportista superan la capacidad emocional de un niño y esa es la vida que Simone Biles, aún adolescente, ha venido soportando desde su niñez, así, cuatro medallas de oro ganadas antes de cumplir quince años la obligan a no errar, en su mente pueril, la estúpida conseja que dice que "el triunfo no es lo más importante, ¡es lo único!", la colocó entre la espada y la pared cuando un error que cometió la hizo caer al suelo, perdiendo valiosas décimas.

No quiero imaginar todo el infierno que en aquel momento pasó por el infantil discernimiento de Simone, cuya reacción desesperada fue salir corriendo del escenario para refugiarse en los brazos de ¿quién?, de sus verdugos, que seguramente tendrán mil justificaciones y mil defensores para su causa, para mí, mil medallas de oro no justifican una sola lágrima de, en este caso, una niña ni la de ningún ser humano.

Me podrían decir ustedes ¿cómo van a ser para nuestros jugadores del Tri estas noches previas al juego contra Corea del Sur?. Estoy hablando de una categoría Sub-23, que se encuentra aún en el rango de la edad temprana la más susceptible a sufrir el Síndrome de Burnout, jóvenes que "sufren" el favoritismo de los miles de micrófonos que día tras día los hacen "obligados" ganadores, no de este cotejo, sino de la Medalla de Oro; imaginan ustedes si no logran aquello que todos aseguran que van a ganar... ¡No!, seguramente no saldrán corriendo igual que Simone, pero tardarán en restañar la herida que les dejará el "haber defraudado a toda una nación"... Felices sueños muchachos, que duerman bien.

La vida y el deporte son un sinónimo, de tal forma que un ejemplo en un campo de la vida es igual al que se presenta en otro campo: El psiquiatra y escritor Víctor E. Frankl estuvo prisionero durante mucho tiempo en los bestiales campos de concentración nazis, Frankl sobrevivió al brutal trato que padeció. Cuando el Dr. Frankl funda su Policlínica Neurológica de Viena, Austria, da al mundo un tratamiento para las personas que padecen trastornos emocionales. Su técnica se funda en lo que vio y experimentó en aquellos campos de concentración. Frankl observó que una gran cantidad de prisioneros morían rápidamente y que en cambio otro sobrevivían, muchos salieron con vida de esos campos.

El descubrimiento de Frankl consistió en que los prisioneros que sobrevivían se debia a que mantenían en su pensamiento la ilusión de llegar a gozar de la libertad y en ella poder dedicarse a una vocación, un deber, a una misión que cumplir. Lo que podía consistir en hijos a quienes guiar, a una madre enferma que atender. Para Frankl, comprender esos sueños, esas esperanzas, esas misiones sagradas, constituyó la base para enhebrar ese hilo espiritual que todos los seres humanos poseemos. En algunas personas el hilo está roto, en otras no se encuentran las puntas de los dos extremos, esperanzas y rabia todo entrelazado de una manera incomprensible para el que sufre.

La esencia del espíritu humano rechaza el vacío existencial y en cambio ese espíritu lo llama a encontrar un sentido a su existencia, llenando su vida de un profundo significado, aún en las peores circunstancias. ¡Sí!, hay diferencia entre el deporte individual (gimnasia, box, natación, tiro, alterofilia, tenis, golf, etc.) y el deporte de grupo, (futbol, voleibol, basquetbol, beisbol), pues los deportistas de grupo pueden cubrir estas largas y tormentosas noches previas a la batalla intercambiando ideas e incluso analizando las instrucciones de su entrenador, concediéndose el aliento suficiente para no sentirse solos en el compromiso a cumplir, haciendo de su amistad una fraterna complicidad para luchar en contra de un supuesto enemigo que sufre la misma "agonía". Bendito deporte, bendita vida.

Hasta pronto amigo.

El ejemplo reciente de Simone Biles, gimnasta norteamericana que sorpresivamente abandonó la competencia cuando se encontraba en plena acción, víctima de un terrible ataque depresivo, lo que trajo a mi recuerdo todas las tristes experiencias sufridas por innumerables deportistas víctimas del Síndrome de Burnout, entendido como "quemado antes" y más conocido como estrés intenso a edad temprana, muy común en trabajadores jóvenes, en este caso deportistas.

El Síndrome de Burnout se manifiesta en un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a afectar la personalidad y autoestima del deportista. Es un proceso en el que el individuo sufre una pérdida del interés por sus tareas y va desarrollando una reacción psicológica negativa.

Los principales síntomas del Burnout son: 1- Agotamiento físico y mental generalizado: agotamiento físico, fatiga, aumento de peso, pérdida del apetito... 2- Despersonalización y cinismo: indiferencia y desapego, irritabilidad y maltrato y 3- Descenso de productividad deportiva, desmotivación y falta de atención. Como pueden ver, la responsabilidad de un buen entrenador implica estar enterado de todo lo que ocurre en la vida de sus jugadores. Han sido muchos los casos de jóvenes jugadores conocidos míos que no han alcanzado la consagración debido a problemas familiares.

Y esto es muy común en los deportes de edad temprana, en donde las exigencias para el deportista superan la capacidad emocional de un niño y esa es la vida que Simone Biles, aún adolescente, ha venido soportando desde su niñez, así, cuatro medallas de oro ganadas antes de cumplir quince años la obligan a no errar, en su mente pueril, la estúpida conseja que dice que "el triunfo no es lo más importante, ¡es lo único!", la colocó entre la espada y la pared cuando un error que cometió la hizo caer al suelo, perdiendo valiosas décimas.

No quiero imaginar todo el infierno que en aquel momento pasó por el infantil discernimiento de Simone, cuya reacción desesperada fue salir corriendo del escenario para refugiarse en los brazos de ¿quién?, de sus verdugos, que seguramente tendrán mil justificaciones y mil defensores para su causa, para mí, mil medallas de oro no justifican una sola lágrima de, en este caso, una niña ni la de ningún ser humano.

Me podrían decir ustedes ¿cómo van a ser para nuestros jugadores del Tri estas noches previas al juego contra Corea del Sur?. Estoy hablando de una categoría Sub-23, que se encuentra aún en el rango de la edad temprana la más susceptible a sufrir el Síndrome de Burnout, jóvenes que "sufren" el favoritismo de los miles de micrófonos que día tras día los hacen "obligados" ganadores, no de este cotejo, sino de la Medalla de Oro; imaginan ustedes si no logran aquello que todos aseguran que van a ganar... ¡No!, seguramente no saldrán corriendo igual que Simone, pero tardarán en restañar la herida que les dejará el "haber defraudado a toda una nación"... Felices sueños muchachos, que duerman bien.

La vida y el deporte son un sinónimo, de tal forma que un ejemplo en un campo de la vida es igual al que se presenta en otro campo: El psiquiatra y escritor Víctor E. Frankl estuvo prisionero durante mucho tiempo en los bestiales campos de concentración nazis, Frankl sobrevivió al brutal trato que padeció. Cuando el Dr. Frankl funda su Policlínica Neurológica de Viena, Austria, da al mundo un tratamiento para las personas que padecen trastornos emocionales. Su técnica se funda en lo que vio y experimentó en aquellos campos de concentración. Frankl observó que una gran cantidad de prisioneros morían rápidamente y que en cambio otro sobrevivían, muchos salieron con vida de esos campos.

El descubrimiento de Frankl consistió en que los prisioneros que sobrevivían se debia a que mantenían en su pensamiento la ilusión de llegar a gozar de la libertad y en ella poder dedicarse a una vocación, un deber, a una misión que cumplir. Lo que podía consistir en hijos a quienes guiar, a una madre enferma que atender. Para Frankl, comprender esos sueños, esas esperanzas, esas misiones sagradas, constituyó la base para enhebrar ese hilo espiritual que todos los seres humanos poseemos. En algunas personas el hilo está roto, en otras no se encuentran las puntas de los dos extremos, esperanzas y rabia todo entrelazado de una manera incomprensible para el que sufre.

La esencia del espíritu humano rechaza el vacío existencial y en cambio ese espíritu lo llama a encontrar un sentido a su existencia, llenando su vida de un profundo significado, aún en las peores circunstancias. ¡Sí!, hay diferencia entre el deporte individual (gimnasia, box, natación, tiro, alterofilia, tenis, golf, etc.) y el deporte de grupo, (futbol, voleibol, basquetbol, beisbol), pues los deportistas de grupo pueden cubrir estas largas y tormentosas noches previas a la batalla intercambiando ideas e incluso analizando las instrucciones de su entrenador, concediéndose el aliento suficiente para no sentirse solos en el compromiso a cumplir, haciendo de su amistad una fraterna complicidad para luchar en contra de un supuesto enemigo que sufre la misma "agonía". Bendito deporte, bendita vida.

Hasta pronto amigo.