/ domingo 11 de abril de 2021

Paradigmas | ¿Y usted, ya tiene su gallo?

Cuando hablamos de valores simbólicos del corrido, lo primero que me viene a la memoria es el gallo. Éste, es una referencia internacional: símbolo solar, ave de la mañana, emblema de vigilancia, en la Edad Media se convirtió en símbolo del cristianismo, alegoría de vigilia en la Resurrección.

Sin embargo, hay otra simbología probablemente menos trascendente, pero más popular, mucho más integrada a la expresión cotidiana y poética de la comunidad y que funciona con mayor intensidad en el corrido mexicano, el gallo. Es simplemente el “señor del gallinero”.

Este elemento expresivo tal vez tenga su origen en la tradición de las peleas de gallos, o sea de origen antiquísimo, pero hoy en día con amplia vigencia. En los corridos la presencia del gallo rebasa al mundo rural, es decir el personaje puede estar ubicado en un ámbito urbano y va a seguir siendo definido como gallo, no hace falta que haya gallinero, campo o granja avícola. Es una expresión de identificación.

Qué quiere decir cuando a un personaje se identifique como “gallo”. Lo primero es que lo va a distinguir de los demás, por su valor. Esto es, su jerarquía, su poder se afirma en un valor del gallo. Cuando decimos, “los meros gallos”, son los más valientes. En un corrido el gallo es una fórmula que condensa una serie de valores, la decisión, el arrojo ciego, el valor de la persona. No se amedrenta.

Aunque no hay registros que señalen la fecha exacta de la introducción del gallo de pelea a México se deduce que debió ser con la llegada y expansión de Hernán Cortés a Cuba, en donde se importó esta tradición desde España a Santo Domingo y demás países del caribe.

Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX el juego de gallos se mantuvo tanto en el campo como en las ciudades. En las fiestas de las haciendas, los municipios y fiestas particulares se organizaban peleas de gallos. De los más destacados héroes de la Revolución de 1910 aficionados a las peleas de gallos destacan Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa y, Emiliano Zapata.

Arrancaron oficialmente las campañas políticas en México rumbo a las elecciones del próximo 6 de junio. La contienda política mira hacia la selección de: gubernaturas, alcaldías, presidencias municipales y diputaciones. “La caballada está flaca”, muy flaca, como diría el ex gobernador guerrerense Rubén Figueroa Figueroa, de ahí que hasta mi paisana la veracruzana Francisca Viveros Barradas “Paquita la del barrio” estará en la boleta electoral. Aun así, amable lector ¿ya tiene su gallo?

DESPIDOS.- Beneplácito entre los ecologistas del vecino país porque la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) despidió a 40 expertos en temas medioambientales contratados por el expresidente Donald Trump. Los exfuncionarios fueron acusados de favorecer a la industria de los combustibles fósiles.

lupitarico@hotmail.com

Cuando hablamos de valores simbólicos del corrido, lo primero que me viene a la memoria es el gallo. Éste, es una referencia internacional: símbolo solar, ave de la mañana, emblema de vigilancia, en la Edad Media se convirtió en símbolo del cristianismo, alegoría de vigilia en la Resurrección.

Sin embargo, hay otra simbología probablemente menos trascendente, pero más popular, mucho más integrada a la expresión cotidiana y poética de la comunidad y que funciona con mayor intensidad en el corrido mexicano, el gallo. Es simplemente el “señor del gallinero”.

Este elemento expresivo tal vez tenga su origen en la tradición de las peleas de gallos, o sea de origen antiquísimo, pero hoy en día con amplia vigencia. En los corridos la presencia del gallo rebasa al mundo rural, es decir el personaje puede estar ubicado en un ámbito urbano y va a seguir siendo definido como gallo, no hace falta que haya gallinero, campo o granja avícola. Es una expresión de identificación.

Qué quiere decir cuando a un personaje se identifique como “gallo”. Lo primero es que lo va a distinguir de los demás, por su valor. Esto es, su jerarquía, su poder se afirma en un valor del gallo. Cuando decimos, “los meros gallos”, son los más valientes. En un corrido el gallo es una fórmula que condensa una serie de valores, la decisión, el arrojo ciego, el valor de la persona. No se amedrenta.

Aunque no hay registros que señalen la fecha exacta de la introducción del gallo de pelea a México se deduce que debió ser con la llegada y expansión de Hernán Cortés a Cuba, en donde se importó esta tradición desde España a Santo Domingo y demás países del caribe.

Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX el juego de gallos se mantuvo tanto en el campo como en las ciudades. En las fiestas de las haciendas, los municipios y fiestas particulares se organizaban peleas de gallos. De los más destacados héroes de la Revolución de 1910 aficionados a las peleas de gallos destacan Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa y, Emiliano Zapata.

Arrancaron oficialmente las campañas políticas en México rumbo a las elecciones del próximo 6 de junio. La contienda política mira hacia la selección de: gubernaturas, alcaldías, presidencias municipales y diputaciones. “La caballada está flaca”, muy flaca, como diría el ex gobernador guerrerense Rubén Figueroa Figueroa, de ahí que hasta mi paisana la veracruzana Francisca Viveros Barradas “Paquita la del barrio” estará en la boleta electoral. Aun así, amable lector ¿ya tiene su gallo?

DESPIDOS.- Beneplácito entre los ecologistas del vecino país porque la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) despidió a 40 expertos en temas medioambientales contratados por el expresidente Donald Trump. Los exfuncionarios fueron acusados de favorecer a la industria de los combustibles fósiles.

lupitarico@hotmail.com