/ domingo 12 de mayo de 2019

¿Por qué no? Podría ya estarse fraguando otra final regiomontana

¿Por qué no? Podría ya estarse fraguando otra final regiomontana

Finalmente la presencia de tanto jugador extranjero en nuestra Liga MX nos entrega un resultado a todas luces positivo.

Por más que el León haya mostrado una superioridad expresada en números, esta se debe también a la mala suerte de otros equipos tan poderosos como la fiera, que han visto mermada su fuerza a causa de una extraña incidencia de lesiones en el Monterrey, América, Tigres y Cruz Azul, que han obligado a sus respectivos directores técnicos a buscar soluciones que aun contando con plantillas supuestamente suficientes no han sido fáciles de plantear.

Hoy, como nunca, se nos dificulta nombrar a un favorito, cuando los equipos mencionados han recuperado casi en su totalidad a sus jugadores lesionados. Equipos como Xolos y Necaxa, que al parecer no han salido bien librados de la ventaja que les significa haber jugado como locales, nos dejan la idea de que no es posible declararlos eliminados, lo que nos hace estar pendientes de la realización del “juego de vuelta” y, sea cual sea el resultado, la extensión de la duda en los juegos entre los que avancen a la segunda etapa, en donde la elección de los favoritos se complicará aún más al aumentar la categoría de los contendientes.

Tigres, que siendo entre los calificados el que tiene más tiempo poniendo en práctica su estilo de juego, es en consecuencia el que cuenta con una más antigua identidad y, dados los distintos procedimientos que cada director técnico tiene para jugar las liguillas, nos queda la duda de lo que el León con Ambriz pueda oponer a los argumentos de los más experimentados en finales, como lo son el "Tuca" Ferreti, Pedro Caixinha, Miguel Herrera y Diego Alonso, expertos en finales, siendo además los que más Ligas han ganado en la presente década (me refiero a los directores técnicos), el enfrentamiento entre los que han sido y los que quieren ser.

Y son precisamente los Tigres quienes esta noche disputan el pase con el Pachuca y, lo dicho, la mano del Tuca Ferreti se hace presente para aburrirnos a nosotros, pues a sus seguidores ya los ha acostumbrado a celebrar únicamente las victorias, haciendo del juego bonito una acción nada práctica. Ah, qué pesados 80 minutos para nada dignos de una Liguilla. Sí, 80 minutos que fue hasta cuando Zagal se encontró un balón frente a gol para sorprender a todos al depositarlo dentro de la puerta universitaria. Hasta ese momento, Tigres se defendía con tres defensas centrales, pues Pizarro se ubicó en el centro, para que Hugo y Salcedo marcaran, desentendiéndose hasta ese momento del ataque.

Ahora, con Zelarayán en el terreno de juego supliendo al colombiano Luis Quiñones que ha estado en la peor noche que le he visto, se veían más enjundiosos, que no eficaces, logrando en tres minutos de ataque lo que no hicieron el resto del partido, cayendo así el gol del único tigre que lo había intentado, al lanzarse a ganar con la cabeza un balón que le botó antes, haciendo inútil el achique de Blanco, quien en el viaje se cruzó con la pelota. Ahora con el empate, se necesitaba que no hiciera un gol el Pachuca, así que otro defensa más fue agregado a los cinco que ya custodiaban a Nahuel, ingresando Torres Nilo. Se agregaron cinco minutos al partido sin que ocurriera nada más.

Por primera vez en esta Liguilla, pudimos ver un estadio lleno, lo que nada tiene de raro, pues si en los juegos de Liga el Volcán siempre luce a reventar, en Liguilla con más razón. Esa lealtad de los seguidores felinos merece un mejor espectáculo, pero eso es lo que se me ocurre a mí, pues a ellos lo que los entusiasma son los triunfos, lo que facilita el trabajo del Tuca, que no cambiará nunca.

Esto es a lo que me refiero cuando digo que Tigres es, entre los finalistas, el equipo que mejor domina su sistema, y eso le ha dado para acumular ya tres logros en la presente década, veremos si los equipos restantes logran encontrar la fórmula para terminar con el anodino juego de Ferreti. Con su gol, André Pierre Gignac se ha puesto a uno del récord impuesto en Tigres por el “Jefe” Tomás Boy, y no hay que dudar que lo pueda lograr en su próximo partido, por lo pronto, solamente los Tigres y sus seguidores se van contentos a dormir, pues el juego no tuvo nada de espectacular.

Hoy toca al otro equipo regio recibir en su estadio al Necaxa, que con un gol de ventaja no tiene suficiente para sentirse seguro, Monterrey por su parte echará toda la carne al asador, sabiendo que hoy no queda de otra y que la única presión en contra es la que ellos mismos se pongan, pues de plantilla a plantilla existe una diferencia enorme. Aun sabiendo que, como repite tanto Brailovsky, no importan las diferencias, los partidos deben de jugarse.

Hasta pronto amigo.

¿Por qué no? Podría ya estarse fraguando otra final regiomontana

Finalmente la presencia de tanto jugador extranjero en nuestra Liga MX nos entrega un resultado a todas luces positivo.

Por más que el León haya mostrado una superioridad expresada en números, esta se debe también a la mala suerte de otros equipos tan poderosos como la fiera, que han visto mermada su fuerza a causa de una extraña incidencia de lesiones en el Monterrey, América, Tigres y Cruz Azul, que han obligado a sus respectivos directores técnicos a buscar soluciones que aun contando con plantillas supuestamente suficientes no han sido fáciles de plantear.

Hoy, como nunca, se nos dificulta nombrar a un favorito, cuando los equipos mencionados han recuperado casi en su totalidad a sus jugadores lesionados. Equipos como Xolos y Necaxa, que al parecer no han salido bien librados de la ventaja que les significa haber jugado como locales, nos dejan la idea de que no es posible declararlos eliminados, lo que nos hace estar pendientes de la realización del “juego de vuelta” y, sea cual sea el resultado, la extensión de la duda en los juegos entre los que avancen a la segunda etapa, en donde la elección de los favoritos se complicará aún más al aumentar la categoría de los contendientes.

Tigres, que siendo entre los calificados el que tiene más tiempo poniendo en práctica su estilo de juego, es en consecuencia el que cuenta con una más antigua identidad y, dados los distintos procedimientos que cada director técnico tiene para jugar las liguillas, nos queda la duda de lo que el León con Ambriz pueda oponer a los argumentos de los más experimentados en finales, como lo son el "Tuca" Ferreti, Pedro Caixinha, Miguel Herrera y Diego Alonso, expertos en finales, siendo además los que más Ligas han ganado en la presente década (me refiero a los directores técnicos), el enfrentamiento entre los que han sido y los que quieren ser.

Y son precisamente los Tigres quienes esta noche disputan el pase con el Pachuca y, lo dicho, la mano del Tuca Ferreti se hace presente para aburrirnos a nosotros, pues a sus seguidores ya los ha acostumbrado a celebrar únicamente las victorias, haciendo del juego bonito una acción nada práctica. Ah, qué pesados 80 minutos para nada dignos de una Liguilla. Sí, 80 minutos que fue hasta cuando Zagal se encontró un balón frente a gol para sorprender a todos al depositarlo dentro de la puerta universitaria. Hasta ese momento, Tigres se defendía con tres defensas centrales, pues Pizarro se ubicó en el centro, para que Hugo y Salcedo marcaran, desentendiéndose hasta ese momento del ataque.

Ahora, con Zelarayán en el terreno de juego supliendo al colombiano Luis Quiñones que ha estado en la peor noche que le he visto, se veían más enjundiosos, que no eficaces, logrando en tres minutos de ataque lo que no hicieron el resto del partido, cayendo así el gol del único tigre que lo había intentado, al lanzarse a ganar con la cabeza un balón que le botó antes, haciendo inútil el achique de Blanco, quien en el viaje se cruzó con la pelota. Ahora con el empate, se necesitaba que no hiciera un gol el Pachuca, así que otro defensa más fue agregado a los cinco que ya custodiaban a Nahuel, ingresando Torres Nilo. Se agregaron cinco minutos al partido sin que ocurriera nada más.

Por primera vez en esta Liguilla, pudimos ver un estadio lleno, lo que nada tiene de raro, pues si en los juegos de Liga el Volcán siempre luce a reventar, en Liguilla con más razón. Esa lealtad de los seguidores felinos merece un mejor espectáculo, pero eso es lo que se me ocurre a mí, pues a ellos lo que los entusiasma son los triunfos, lo que facilita el trabajo del Tuca, que no cambiará nunca.

Esto es a lo que me refiero cuando digo que Tigres es, entre los finalistas, el equipo que mejor domina su sistema, y eso le ha dado para acumular ya tres logros en la presente década, veremos si los equipos restantes logran encontrar la fórmula para terminar con el anodino juego de Ferreti. Con su gol, André Pierre Gignac se ha puesto a uno del récord impuesto en Tigres por el “Jefe” Tomás Boy, y no hay que dudar que lo pueda lograr en su próximo partido, por lo pronto, solamente los Tigres y sus seguidores se van contentos a dormir, pues el juego no tuvo nada de espectacular.

Hoy toca al otro equipo regio recibir en su estadio al Necaxa, que con un gol de ventaja no tiene suficiente para sentirse seguro, Monterrey por su parte echará toda la carne al asador, sabiendo que hoy no queda de otra y que la única presión en contra es la que ellos mismos se pongan, pues de plantilla a plantilla existe una diferencia enorme. Aun sabiendo que, como repite tanto Brailovsky, no importan las diferencias, los partidos deben de jugarse.

Hasta pronto amigo.