/ martes 20 de febrero de 2018

Un hermoso final es lo único que no se le puede quitar a un gran hombre

No les miento, cuando me enteré que el mundo no terminaba en Xico, comencé a ver al Atlas y al Necaxa, equipos que jugaban muy bien, los “Rojinegros” recién se habían coronado y formaban un trabucazo que perdió el título ante el León, que no cantaba mal las rancheras. Estos tres que nombré, junto a “Chivas”, eran los protagonistas de aquella vieja Liga y les seguían: el Marte, Atlante, Oro, Puebla, Tampico, América, Zacatepec y La Piedad.

Aquel había sido el primer año de ascenso y, tocó a La Piedad subir, con tan mala suerte que ese mismo año descendió. Generalmente, esas eran las posiciones que ocupaban aquellos equipos, pero el Tampico, aprovechando la desparición del Veracruz, se armó con lo mejorcito que los “Tiburones” dejaron, pasando a convertirse en celestes: Grimaldo González, Rufino Leca, Julio Ayón “Aparicio”, Nicolás “Pipo” Téllez, Rafael Díaz Estrada, Sergio “El Chato” Mata y el inolvidable gordo Joaquín “Chavo” Urquiaga, para hacerce cargo de la dirección. Ernesto Candia regresó de su aventura en España, en donde se coronó bicampeón con los Colchoneros del Atlético de Madrid. Estos son los que se cubrirían de gloria al ganar la Liga 52/53.

Las “Chivas” entonces eran los ya merito, pues tenían la costumbre de encabezar la tabla de posiciones, para perderla en el último partido. Mientras que el América, el otro ahora equipo grande, contrario a la actualidad, rondaba el sótano con mucha frecuencia. No sé, quizás yo nací americanista, pues aunque mis equipos favoritos, como ya dije, eran el Atlas y el Necaxa, me gustaba mucho ver jugar al América que siendo siempre colero, animaba mucho a la Liga, hasta que se convirtió en lo que es hoy.

Fue en el 63, cuando los cremas ya pertenecían a una importante empresa televisiva, que comenzó a contratar acertadamente a jugadores de probada categoría. El bicampeón mundial, Isidio Netto “Vava”, José Alves “Zague”, Ataulfo Sánchez, Moacir Santos, Arlindo dos Santos, etc. Para coronarse por primera vez, iniciando así la brillante participación en la Liga Mexicana de Futbol. Como Emilio Azcárraga no sabía de futbol, pero estaba interesado en que su televisora se beneficiara de las exhibiciones de partidos, contrató a los experimentados Guillermo Cañedo (presidente del Zacatepec), Panchito Hernández, exjugador de Necaxa y Zacatepec (presidente deportivo) e Ignacio Trelles, director técnico... Resultado: Campeones.

Ahora, el equipo chico, dueño de los últimos lugares, que por suerte no bajara nunca a la segunda división, ahora era el equipo poderoso que hacía sombra a los campeonísimos del Guadalajara. Por ese tiempo aparecieron también otras dos grandes instituciones, ganadoras de campeonatos, el Toluca y el Cruz Azul. El América que continuaba distinguiéndose por sus acertadas contrataciones, sorprendía a sus seguidores cuando inesperadamente se deshicieron del extraordinario organizador brasileño Ivo Sodré, a quien sustituyeron con un chaparrito de tan baja estatura que no impresionaba a nadie.

En su natal Chile, Carlos Reinoso pertenecía al Audax, pero fue prestado al Colo Colo para un cuadrangular en 1969. Con el famoso Cacique brilló en su triunfo ante el Santos de Pelé 4 a 3 y, en el 2-2 ante el América. Impresionados Pedro Portilla, Panchito Hernández y Alejandro Scopelli, directivos y técnico americanistas, visitaron las oficinas del Audax para fichar al talentoso mediocampista. El trato se cerró por la enorme cantidad de 22 mil dólares. Así, Reinoso se incorporó al América para el torneo México ‘70, dejando al Santos de Pelé vestido y alborotado, ya que estaban muy interesados en el chapatín.

Como el club no ganó nada, Scopelli fue cesado, haciéndose del cargo Luis Grill, quien tampoco tuvo buenos resultados, siendo separado para cederle el lugar a José Antonio Roca, quien tuvo a Reinoso como su hombre de confianza... América llegó entonces a la final, para vencer al Toluca con un marcador global de 2-0 con un gol de Reinoso. En ese torneo fue elegido mejor jugador en México. Carlos se coronó también en la temporada 75/76, venciendo en la finala los “Leones Negros” a los que les marcó el tercer gol con una vistosa rabona,

Mientras brilló como jugador, también lo hizo como técnico. Tenía un convenio con el Profe Roca, de ver a los chavos del equipo, entrenar con ellos y dirigirlos. Reinoso campeonó como crema hasta la campaña 78/79, antes de despedirse, hizo el gol dramático con que América venció a Boca Juniors, al cobrar un tiro libre, para vencer a Ugo Gatti y ganar la Copa Interamericana por primera vez. Seis títulos como jugador del América, dos Ligas, 1 Campeón de Campeones, 1 Copa México, 1 Copa Concacaf y una Copa Interamericana. Hasta pronto amigo.


Raúl J. Nava Gutiérrez.

No les miento, cuando me enteré que el mundo no terminaba en Xico, comencé a ver al Atlas y al Necaxa, equipos que jugaban muy bien, los “Rojinegros” recién se habían coronado y formaban un trabucazo que perdió el título ante el León, que no cantaba mal las rancheras. Estos tres que nombré, junto a “Chivas”, eran los protagonistas de aquella vieja Liga y les seguían: el Marte, Atlante, Oro, Puebla, Tampico, América, Zacatepec y La Piedad.

Aquel había sido el primer año de ascenso y, tocó a La Piedad subir, con tan mala suerte que ese mismo año descendió. Generalmente, esas eran las posiciones que ocupaban aquellos equipos, pero el Tampico, aprovechando la desparición del Veracruz, se armó con lo mejorcito que los “Tiburones” dejaron, pasando a convertirse en celestes: Grimaldo González, Rufino Leca, Julio Ayón “Aparicio”, Nicolás “Pipo” Téllez, Rafael Díaz Estrada, Sergio “El Chato” Mata y el inolvidable gordo Joaquín “Chavo” Urquiaga, para hacerce cargo de la dirección. Ernesto Candia regresó de su aventura en España, en donde se coronó bicampeón con los Colchoneros del Atlético de Madrid. Estos son los que se cubrirían de gloria al ganar la Liga 52/53.

Las “Chivas” entonces eran los ya merito, pues tenían la costumbre de encabezar la tabla de posiciones, para perderla en el último partido. Mientras que el América, el otro ahora equipo grande, contrario a la actualidad, rondaba el sótano con mucha frecuencia. No sé, quizás yo nací americanista, pues aunque mis equipos favoritos, como ya dije, eran el Atlas y el Necaxa, me gustaba mucho ver jugar al América que siendo siempre colero, animaba mucho a la Liga, hasta que se convirtió en lo que es hoy.

Fue en el 63, cuando los cremas ya pertenecían a una importante empresa televisiva, que comenzó a contratar acertadamente a jugadores de probada categoría. El bicampeón mundial, Isidio Netto “Vava”, José Alves “Zague”, Ataulfo Sánchez, Moacir Santos, Arlindo dos Santos, etc. Para coronarse por primera vez, iniciando así la brillante participación en la Liga Mexicana de Futbol. Como Emilio Azcárraga no sabía de futbol, pero estaba interesado en que su televisora se beneficiara de las exhibiciones de partidos, contrató a los experimentados Guillermo Cañedo (presidente del Zacatepec), Panchito Hernández, exjugador de Necaxa y Zacatepec (presidente deportivo) e Ignacio Trelles, director técnico... Resultado: Campeones.

Ahora, el equipo chico, dueño de los últimos lugares, que por suerte no bajara nunca a la segunda división, ahora era el equipo poderoso que hacía sombra a los campeonísimos del Guadalajara. Por ese tiempo aparecieron también otras dos grandes instituciones, ganadoras de campeonatos, el Toluca y el Cruz Azul. El América que continuaba distinguiéndose por sus acertadas contrataciones, sorprendía a sus seguidores cuando inesperadamente se deshicieron del extraordinario organizador brasileño Ivo Sodré, a quien sustituyeron con un chaparrito de tan baja estatura que no impresionaba a nadie.

En su natal Chile, Carlos Reinoso pertenecía al Audax, pero fue prestado al Colo Colo para un cuadrangular en 1969. Con el famoso Cacique brilló en su triunfo ante el Santos de Pelé 4 a 3 y, en el 2-2 ante el América. Impresionados Pedro Portilla, Panchito Hernández y Alejandro Scopelli, directivos y técnico americanistas, visitaron las oficinas del Audax para fichar al talentoso mediocampista. El trato se cerró por la enorme cantidad de 22 mil dólares. Así, Reinoso se incorporó al América para el torneo México ‘70, dejando al Santos de Pelé vestido y alborotado, ya que estaban muy interesados en el chapatín.

Como el club no ganó nada, Scopelli fue cesado, haciéndose del cargo Luis Grill, quien tampoco tuvo buenos resultados, siendo separado para cederle el lugar a José Antonio Roca, quien tuvo a Reinoso como su hombre de confianza... América llegó entonces a la final, para vencer al Toluca con un marcador global de 2-0 con un gol de Reinoso. En ese torneo fue elegido mejor jugador en México. Carlos se coronó también en la temporada 75/76, venciendo en la finala los “Leones Negros” a los que les marcó el tercer gol con una vistosa rabona,

Mientras brilló como jugador, también lo hizo como técnico. Tenía un convenio con el Profe Roca, de ver a los chavos del equipo, entrenar con ellos y dirigirlos. Reinoso campeonó como crema hasta la campaña 78/79, antes de despedirse, hizo el gol dramático con que América venció a Boca Juniors, al cobrar un tiro libre, para vencer a Ugo Gatti y ganar la Copa Interamericana por primera vez. Seis títulos como jugador del América, dos Ligas, 1 Campeón de Campeones, 1 Copa México, 1 Copa Concacaf y una Copa Interamericana. Hasta pronto amigo.


Raúl J. Nava Gutiérrez.