Es claro que la Cuarta Transformación de AMLO, de acuerdo a la proclama del mismo Presidente de la República, va encaminada a la redención de los pobres...
Al exterminio de la corrupción oficial, al término de la descarada impunidad y al rescate de la paz y la seguridad del pueblo mexicano.
Y por lo visto, para lograrlo, el hombre de Macuspana está dispuesto a luchar contra la hidra de mil serpientes que representa a todos los males de México, con firmeza en el mando y manteniendo un ejemplo de ética política, más allá de su seguridad personal y de su inveterado modo de vivir bajo la justa medianía que le brinda su salario, es decir, dentro de su filosofía de una real austeridad republicana.
Sin embargo, gente altamente preparada profesionalmente, capacitada en el estudio del comportamiento humano, señala con sólidos argumentos que AMLO no busca sólo cambiar el bienestar de los mexicanos mediante programas de beneficio social y bajo el esquema de un país incorporado al desarrollo mundial, lo que en realidad pretende Andrés Manuel López Obrador, es cambiar para bien la manera de ser y de pensar del mexicano, lograr que todos, políticos, empresarios y sociedad entera, se incorporen a un régimen de valores éticos, morales y espirituales, como fórmula eficaz para la salvación de la Patria y de sus hijos.
No todo es material en esta vida, dice AMLO, somos también alma y espíritu, y éstos se alimentan sólo con valores que tienen que ver con la familia, con la sociedad y con la conducta personal, como lo recomienda Alfonso Reyes en su Cartilla Moral.
Quizá en su mente, Andrés Manuel López Obrador esté pensando en dejar su Cuarta Transformación como herencia para la historia, consistente en un verdadero cambio no de rumbo, sino de comportamiento humano del mexicano en su conjunto, un país donde impere el respeto a las leyes y a los derechos de todos, no sólo de los ricos y los poderosos, un país libre de pillos, un México que logre recuperar el prestigio y el reconocimiento de todas las naciones del mundo, brillo que le dieron sus más ilustres y preclaros próceres de nuestra historia.
Un México nuevo, donde el espíritu hable por su raza, en el lenguaje universal del bien y de la fraternidad humana.
MADERO, 10 EN 100
Al término de los primeros cien días de administración municipal, se puede decir que el alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion cumplió con creces los objetivos del arranque inicial, bajo el esquema de un trabajo político y social intenso y productivo.
En un condensado de su acción, se destaca lo siguiente: Obras públicas por cerca de 18 millones de pesos con apoyos de FISMUN y FORTAMUN, impermeabilización de los mercados municipales, apoyo a niños escolares de escasos recursos con becas de 500 pesos mensuales con recursos provenientes de la donación del salario íntegro del alcalde Oseguera Kernion, se dotó de 4 primeros autobuses en beneficio de 600 niños y 50 escuelas poniéndolos a su servicio para su traslado a clases.
El alcalde tuvo un encuentro con la secretaria de Energía Rocío Nahle, con quien se acordó la inversión de 4 mil millones de pesos para la rehabilitación de la Refinería Madero, igualmente Oseguera Kernion sostuvo una entrevista con el gobernador de Veracruz, de quien recibió la promesa de la rehabilitación de los tramos carreteros de Tuxpan a Tampico.
Hubo más, mucho más en la acción de los primeros 100 días de gobierno, imposible de describirlos en este corto espacio, pero lo cierto es que Adrián Oseguera Kernion merece un 10 por sus primeros 100.
P.D.-¿Alguien sabe alguna noticia del PRI?
e-mail: armando_juarezbecerra@hotmail.com
