/ viernes 5 de marzo de 2021

¡De bien para arriba! | Cambio climático y los coches eléctricos

Uno de los temas destacados en tecnología y desarrollo que ha ocupado las portadas de diversas publicaciones por su importante aportación en la reducción de las emisiones de gases causantes del cambio climático, es el incremento de los autos eléctricos como alternativa para mitigar la contaminación del aire y otras crisis ambientales, sin embargo, algunas otras opiniones señalan que el transporte no solo debe ser eléctrico, sino eléctrico, público y masivo, debido a que el esquema actual no solo produce contaminación atmosférica, sino también contaminación acústica y visual.

De acuerdo al portal greenpeace.org/mexico, uno de los problemas en las ciudades es el uso ineficiente del espacio público, considerando como ejemplo que, en la Ciudad de México, la tasa de ocupación por automóvil es de 1.2 personas por viaje, mientras que el mismo auto ocupa unos 7 metros cuadrados; solo hay que hacer algunos cálculos simples para entender la ineficiencia de este patrón.

La Universidad de Toronto (Canadá) toma como ejemplo el mercado automovilístico y las emisiones de gases que cambian el clima en Estados Unidos, y señala que los ciudadanos piensan que un cambio a gran escala de los actuales vehículos a motor por los vehículos eléctricos, contribuirá a resolver nuestro problema climático, aunque también advierte que los vehículos eléctricos son necesarios, pero por sí solos no son suficientes para solucionar la realidad actual.

En otros países como Noruega, por ejemplo, donde los vehículos eléctricos ya representan la mitad de las ventas de vehículos nuevos, el gobierno anuncia que planea eliminar por completo las ventas de vehículos de combustión interna para 2025. Los Países Bajos apuntan a hacer lo mismo para 2030, del mismo modo Francia y Canadá lo seguirán para 2040; esto propicia otros compromisos tecnológicos, como los efectos que esta gran cantidad de vehículos (que necesitan abastecimiento eléctrico diario) tendrían sobre las infraestructuras eléctricas de los países.

Todos estamos conscientes que el cambio climático es uno de los problemas ambientales más relevantes de la actualidad, dichos efectos ambientales incluyen pérdida de biodiversidad, daños a la salud humana, la agricultura, las fuentes de agua, los bosques, la flora, la fauna y las áreas costeras, así como daños a las economías regionales y locales; y sabemos también que lo provoca el consumo de combustibles fósiles, la deforestación, los desechos industriales y domésticos, las actividades industriales de producción en masa y el consumismo propio del estilo de vida de la sociedad moderna.

Bajo el liderazgo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Banco Mundial, Universidades y otros organismos internacionales suscriben acuerdos como el de París promoviendo iniciativas para acelerar el despliegue de vehículos con cero emisiones, aumentar el transporte público verde y mejorar la calidad del aire en las ciudades, considerando variables económicas, energéticas, de infraestructuras, de disponibilidad de materiales, de uso de la tierra, de objetivos frente a la crisis climática e indicadores de impacto ambiental y social, con el fin de delinear escenarios futuros para la humanidad.

Las fuentes de generación de electricidad están siendo sustituidas por fuentes renovables de energía y se han venido incentivando alrededor del mundo, la intención de electrificar el transporte en nuestro país sería adecuada porque está enfocada a estabilizar el cambio climático, sin embargo, no será efectiva mientras no se cumpla una estrategia de descarbonización de la generación de electricidad. Hoy en día, existen soluciones consideradas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y propiciar una movilidad urbana sostenible, para este fin, se propone prescindir del uso del automóvil privado, incentivando el uso de transporte público no motorizado como la bicicleta y bici taxi para distancias cortas; recordemos que, si tenemos más y mejor transporte público, podremos también mejorar la movilidad y la calidad del aire en nuestras ciudades; hagamos conciencia, es nuestra generación la responsable de dar solución a esta necesidad, no nos queda mucho tiempo.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-generación 19.

Uno de los temas destacados en tecnología y desarrollo que ha ocupado las portadas de diversas publicaciones por su importante aportación en la reducción de las emisiones de gases causantes del cambio climático, es el incremento de los autos eléctricos como alternativa para mitigar la contaminación del aire y otras crisis ambientales, sin embargo, algunas otras opiniones señalan que el transporte no solo debe ser eléctrico, sino eléctrico, público y masivo, debido a que el esquema actual no solo produce contaminación atmosférica, sino también contaminación acústica y visual.

De acuerdo al portal greenpeace.org/mexico, uno de los problemas en las ciudades es el uso ineficiente del espacio público, considerando como ejemplo que, en la Ciudad de México, la tasa de ocupación por automóvil es de 1.2 personas por viaje, mientras que el mismo auto ocupa unos 7 metros cuadrados; solo hay que hacer algunos cálculos simples para entender la ineficiencia de este patrón.

La Universidad de Toronto (Canadá) toma como ejemplo el mercado automovilístico y las emisiones de gases que cambian el clima en Estados Unidos, y señala que los ciudadanos piensan que un cambio a gran escala de los actuales vehículos a motor por los vehículos eléctricos, contribuirá a resolver nuestro problema climático, aunque también advierte que los vehículos eléctricos son necesarios, pero por sí solos no son suficientes para solucionar la realidad actual.

En otros países como Noruega, por ejemplo, donde los vehículos eléctricos ya representan la mitad de las ventas de vehículos nuevos, el gobierno anuncia que planea eliminar por completo las ventas de vehículos de combustión interna para 2025. Los Países Bajos apuntan a hacer lo mismo para 2030, del mismo modo Francia y Canadá lo seguirán para 2040; esto propicia otros compromisos tecnológicos, como los efectos que esta gran cantidad de vehículos (que necesitan abastecimiento eléctrico diario) tendrían sobre las infraestructuras eléctricas de los países.

Todos estamos conscientes que el cambio climático es uno de los problemas ambientales más relevantes de la actualidad, dichos efectos ambientales incluyen pérdida de biodiversidad, daños a la salud humana, la agricultura, las fuentes de agua, los bosques, la flora, la fauna y las áreas costeras, así como daños a las economías regionales y locales; y sabemos también que lo provoca el consumo de combustibles fósiles, la deforestación, los desechos industriales y domésticos, las actividades industriales de producción en masa y el consumismo propio del estilo de vida de la sociedad moderna.

Bajo el liderazgo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Banco Mundial, Universidades y otros organismos internacionales suscriben acuerdos como el de París promoviendo iniciativas para acelerar el despliegue de vehículos con cero emisiones, aumentar el transporte público verde y mejorar la calidad del aire en las ciudades, considerando variables económicas, energéticas, de infraestructuras, de disponibilidad de materiales, de uso de la tierra, de objetivos frente a la crisis climática e indicadores de impacto ambiental y social, con el fin de delinear escenarios futuros para la humanidad.

Las fuentes de generación de electricidad están siendo sustituidas por fuentes renovables de energía y se han venido incentivando alrededor del mundo, la intención de electrificar el transporte en nuestro país sería adecuada porque está enfocada a estabilizar el cambio climático, sin embargo, no será efectiva mientras no se cumpla una estrategia de descarbonización de la generación de electricidad. Hoy en día, existen soluciones consideradas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y propiciar una movilidad urbana sostenible, para este fin, se propone prescindir del uso del automóvil privado, incentivando el uso de transporte público no motorizado como la bicicleta y bici taxi para distancias cortas; recordemos que, si tenemos más y mejor transporte público, podremos también mejorar la movilidad y la calidad del aire en nuestras ciudades; hagamos conciencia, es nuestra generación la responsable de dar solución a esta necesidad, no nos queda mucho tiempo.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-generación 19.