/ viernes 26 de febrero de 2021

¡De bien para arriba! | Ciudades inteligentes

De acuerdo con el portal: ecomipedia.com, una ciudad inteligente (smart cities) es aquella que utiliza el potencial de la tecnología y la innovación para promover de manera más eficiente un desarrollo sostenible y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, lo cual necesariamente incluye un mayor cuidado al medio ambiente y la reducción de la desigualdad social, lo que equivale a la innovación inclusiva, o sea, permear los beneficios de innovación hacia los sectores de la población menos favorecidos.

Las ciudades inteligentes y sostenibles son una realidad necesaria para enfrentar los desafíos que implica el crecimiento de la mancha urbana, en lo cual las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están presentes debido a su capacidad de proporcionar soluciones que permeen hacia los distintos sectores económicos, ambientales y sociales, aportando beneficios como: propiciar la mejora del medio ambiente, ahorrar costos a sus ciudadanos, optimizar los servicios públicos y la transparencia en la gestión de las administraciones, conseguir retener empresas, atraer talento y por supuesto, mejorar la comunicación con los ciudadanos.

Sin duda, el propósito de las ciudades inteligentes es propiciar un contexto urbano sostenible económica y ambientalmente, que mejore la calidad de vida de los ciudadanos. Este esquema se ha considerado recientemente como necesario a causa de la situación en la que se encuentra la humanidad, derivado de la crisis sanitaria, la vulnerabilidad al cambio climático, al crecimiento y concentración urbana; aunque la realidad de muchas ciudades en nuestro país presenta serios rezagos en este sentido, a pesar de los vastos recursos naturales y humanos con que contamos.

Una ciudad inteligente es un área de oportunidad para la creatividad, la innovación, la investigación y el desarrollo por parte de las instituciones adecuadas para ese fin y claro, para la participación ciudadana con la promoción de nuevas ideas, tecnologías e iniciativas innovadoras; recordando que las ciudades surgen a partir de que el hombre entiende los beneficios de vivir en sociedad, por tanto, se deben aportar propuestas que permitan convertir la ciudad en un entorno acogedor y respetuoso, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y conscientes de que una ciudad inteligente no es una idea futurista, es una necesidad de la sociedad actual.

Al respecto, en México existe la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, que representa el lineamiento legal en el país que establece la concurrencia de la Federación, los estados y los municipios para llevar a cabo la planeación, la ordenación y la regulación de los asentamientos humanos.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) declara 4 zonas en nuestro país como ciudades inteligentes: Maderas, en Querétaro; Ciudad Creativa y Tequila, en Jalisco; y Smart, en Puebla. Además, se considera a la Ciudad de México, que aunque no es 100% inteligente, cuenta con diversas características que la encaminan hacia esa categoría, “el BID entiende que una ciudad inteligente es aquella que coloca a las personas en el centro del desarrollo, incorpora tecnologías de la información y comunicación en la gestión urbana y usa estos elementos como herramientas para estimular la formación de un gobierno inteligente”, señala Mauricio Bouskela, especialista senior de vivienda y desarrollo urbano del BID.

El concepto de ciudad inteligente es propicio para dar solución a los desafíos de la ciudad contemporánea por medio de sistemas inteligentes interconectados, basados en nuevas tecnologías de la información y la comunicación, logrando una gestión más eficiente de los recursos naturales y económicos, los sectores de aplicación son amplios y entre otros, destacan: los sistemas que permiten: el ahorro de energía, el consumo eficiente del agua, el reciclaje, la reducción de emisiones de gases nocivos, el fomento del uso de vehículos eléctricos públicos y privados (eMobility), la telemedicina, la teleasistencia, la gestión de datos e historiales de pacientes, las alertas automáticas de los servicios de emergencias cuando una persona mayor o discapacitada se ha caído o se ha desviado de su ruta, la gestión eficiente del tráfico, la optimización de rutas del transporte público, las infraestructuras sostenibles (smart building), los nuevos sistemas de alumbrado público con tecnologías LED y/o adaptaciones del consumo, el riego automático e inteligente de jardines; así como el desarrollo de los servicios del gobierno, mediante: sistemas de administración electrónica, plataformas de pago online, entornos iCloud, banda ancha para teléfonos móviles y wifi público gratuito, entre otros servicios.

Tengamos presente que el concepto de ciudad inteligente involucra ciudadanos que piensan de manera creativa y con capacidad de absorber en sus actividades las innovaciones técnicas y la tecnología, así como el uso de técnicas comúnmente conocidas como TIC, ciudadanos comprometidos y capaces de aplicar soluciones ambientales, cuidar al medioambiente, planificar y gestionar el espacio urbano de manera óptima.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-generación 19.

De acuerdo con el portal: ecomipedia.com, una ciudad inteligente (smart cities) es aquella que utiliza el potencial de la tecnología y la innovación para promover de manera más eficiente un desarrollo sostenible y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, lo cual necesariamente incluye un mayor cuidado al medio ambiente y la reducción de la desigualdad social, lo que equivale a la innovación inclusiva, o sea, permear los beneficios de innovación hacia los sectores de la población menos favorecidos.

Las ciudades inteligentes y sostenibles son una realidad necesaria para enfrentar los desafíos que implica el crecimiento de la mancha urbana, en lo cual las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están presentes debido a su capacidad de proporcionar soluciones que permeen hacia los distintos sectores económicos, ambientales y sociales, aportando beneficios como: propiciar la mejora del medio ambiente, ahorrar costos a sus ciudadanos, optimizar los servicios públicos y la transparencia en la gestión de las administraciones, conseguir retener empresas, atraer talento y por supuesto, mejorar la comunicación con los ciudadanos.

Sin duda, el propósito de las ciudades inteligentes es propiciar un contexto urbano sostenible económica y ambientalmente, que mejore la calidad de vida de los ciudadanos. Este esquema se ha considerado recientemente como necesario a causa de la situación en la que se encuentra la humanidad, derivado de la crisis sanitaria, la vulnerabilidad al cambio climático, al crecimiento y concentración urbana; aunque la realidad de muchas ciudades en nuestro país presenta serios rezagos en este sentido, a pesar de los vastos recursos naturales y humanos con que contamos.

Una ciudad inteligente es un área de oportunidad para la creatividad, la innovación, la investigación y el desarrollo por parte de las instituciones adecuadas para ese fin y claro, para la participación ciudadana con la promoción de nuevas ideas, tecnologías e iniciativas innovadoras; recordando que las ciudades surgen a partir de que el hombre entiende los beneficios de vivir en sociedad, por tanto, se deben aportar propuestas que permitan convertir la ciudad en un entorno acogedor y respetuoso, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y conscientes de que una ciudad inteligente no es una idea futurista, es una necesidad de la sociedad actual.

Al respecto, en México existe la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, que representa el lineamiento legal en el país que establece la concurrencia de la Federación, los estados y los municipios para llevar a cabo la planeación, la ordenación y la regulación de los asentamientos humanos.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) declara 4 zonas en nuestro país como ciudades inteligentes: Maderas, en Querétaro; Ciudad Creativa y Tequila, en Jalisco; y Smart, en Puebla. Además, se considera a la Ciudad de México, que aunque no es 100% inteligente, cuenta con diversas características que la encaminan hacia esa categoría, “el BID entiende que una ciudad inteligente es aquella que coloca a las personas en el centro del desarrollo, incorpora tecnologías de la información y comunicación en la gestión urbana y usa estos elementos como herramientas para estimular la formación de un gobierno inteligente”, señala Mauricio Bouskela, especialista senior de vivienda y desarrollo urbano del BID.

El concepto de ciudad inteligente es propicio para dar solución a los desafíos de la ciudad contemporánea por medio de sistemas inteligentes interconectados, basados en nuevas tecnologías de la información y la comunicación, logrando una gestión más eficiente de los recursos naturales y económicos, los sectores de aplicación son amplios y entre otros, destacan: los sistemas que permiten: el ahorro de energía, el consumo eficiente del agua, el reciclaje, la reducción de emisiones de gases nocivos, el fomento del uso de vehículos eléctricos públicos y privados (eMobility), la telemedicina, la teleasistencia, la gestión de datos e historiales de pacientes, las alertas automáticas de los servicios de emergencias cuando una persona mayor o discapacitada se ha caído o se ha desviado de su ruta, la gestión eficiente del tráfico, la optimización de rutas del transporte público, las infraestructuras sostenibles (smart building), los nuevos sistemas de alumbrado público con tecnologías LED y/o adaptaciones del consumo, el riego automático e inteligente de jardines; así como el desarrollo de los servicios del gobierno, mediante: sistemas de administración electrónica, plataformas de pago online, entornos iCloud, banda ancha para teléfonos móviles y wifi público gratuito, entre otros servicios.

Tengamos presente que el concepto de ciudad inteligente involucra ciudadanos que piensan de manera creativa y con capacidad de absorber en sus actividades las innovaciones técnicas y la tecnología, así como el uso de técnicas comúnmente conocidas como TIC, ciudadanos comprometidos y capaces de aplicar soluciones ambientales, cuidar al medioambiente, planificar y gestionar el espacio urbano de manera óptima.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-generación 19.