Uno de los principales objetivos que toda administración pública tiene, es el de proveer mejoras en las condiciones de vida de la población dependiendo el nivel de gobierno que se trate.
Existen una serie de funciones y atribuciones, por ejemplo la seguridad nacional, sin lugar a duda es una función propia del gobierno federal, sin embargo existen problemas que aquejan a la sociedad y que exige de una serie de acciones coordinadas entre los distintos niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) principalmente si esta padece de vulnerabilidad derivada de la pobreza y la marginación; por ello, los planes y programas que emprendan para la atención de la ciudadanía resultan de suma importancia, ya que los efectos para contrarrestar las condiciones adversas en las que se encuentran los grupos en pobreza es una de las prioridades de la administración gubernamental.
Derivado de lo anterior, los recursos que provienen de diferentes ramos del Presupuesto de Egresos de la Federación contribuyen de manera significativa, a fortalecer la intervención tanto del gobierno estatal como municipal, ya que permiten direccionar acciones hacia aquellos polígonos donde existen condiciones de alta y muy alta marginación, por otro lado, además de las transferencias de la federación, también los estados diseñan acciones propias de acuerdo a sus condiciones operativas y presupuestales, lo mismo ocurre con los municipios.
Con relación a lo anterior, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social en México (Coneval), ha detectado un total de 8 396 programas y acciones de desarrollo social en todo el país, implementados por los diferentes tipos de gobiernos, de acuerdo a la arquitectura institucional del Estado Mexicano, sin embargo y lamentablemente en materia de pobreza, conforme a las estimaciones que realiza el Coneval, cada dos años, la pobreza en el país aumentó, al pasar de 41.9 por ciento de la población que vivía en situación de pobreza en el año 2018 a 43.9 por ciento en el año 2020, los motivos de este aumento pueden ser varios, que van desde los efectos que en materia económica ha generado la pandemia que aún se padece en el mundo, hasta las condiciones que imperan en la estructura productiva del país, que no genera los empleos que se requieren para que el mercado de trabajo se equilibre, por el contrario, las condiciones del mercado han sido propicias para ir generando precarización del empleo y con ello de las condiciones de vida de la población en general.
Por otro lado, la población en condiciones de pobreza moderada pasó de 34.9 por ciento de la población en el año 2018 a 35.4 por ciento en el año 2020; y la población en situación de pobreza extema pasó de 7.0 por ciento de la población en el 2018 a 8.5 por ciento en el año 2020. Hay que considerar que la metodología con la que se estima la pobreza en nuestro país, tiene que ver con el nivel de ingresos que tiene a población así como el registro del número de carencias sociales que experimentan. Al respecto, en materia de ingresos, la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema tuvo un aumento al pasar de 14.0 por ciento de la población en el 2018 a 17.2 por ciento en el año 2020, lo cual muestra el proceso de deterioro de los ingresos de la población más pobre, aún habiéndose registrado importantes incrementos salariales en los años que va del gobierno federal, por otra parte la población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos reportó un aumento de 2018 a 2020, al pasar del 49.9 por ciento a 52.8 por ciento respectivamente.
Lo anterior deja muchos elementos para la reflexión, en primera instancia, uno de los primeros programas sociales que se implementaron para atender el problema de la pobreza fue en el año de 1997 con PROGRESA antecedente del programa Oportunidades-Prospera, por otro lado, los programas y acciones diseñados e implementados por los gobiernos estatales y municipales, tampoco han sido suficientes y efectivos para atender dicho fenómeno, ya que la población en pobreza continúa en ascenso; será que el origen del problema está en un modelo cuyo funcionamiento genera desequilibrios e inequidades y con ello pobreza.
Regeneración 19
