/ martes 23 de abril de 2024

Economía y Bienestar / La percepción de seguridad en México

Hablar del tema de inseguridad nos remite de manera inmediata al riesgo que perciben los ciudadanos de vivir en torno a contextos que ponen en riesgo su integridad física, económica y moral

Ante esta situación, es de vital importancia identificar el rol que guardan los distintos actores sociales encargados de reducir o limitar la inseguridad en todos los contextos sociales.

En ese sentido, la percepción se asocia con la idea que se genera el ciudadano respecto a cómo construye su espacio de seguridad, sin embargo, es necesario identificar que las instituciones de gobierno son las encargadas de atender todos aquellos actos que vulneran o ponen en riesgo el pacto social, es decir, en la que los habitantes se sienten con dificultades para realizar sus actividades cotidianas por el miedo hacer sujetos de un acto o evento violento o delincuencial.

En ese sentido, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana al primer trimestre del año en curso, con datos por demás interesantes entre los que destacan, que a nivel nacional en el mes de marzo del año en curso, el 61% de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad; durante el mismo período 66.5% de las mujeres y 54.5% de los hombres consideraron inseguro vivir en su ciudad.

Sin lugar a dudas, las cifras reportadas muestran lo complejo que percibe la población la convivencia en cuyos contextos impera la inseguridad en su ciudad, sin embargo, es necesario identificar que este problema se ha venido exacerbando a partir de las declaratorias de guerra que desde hace años se hicieron hacia ciertas actividades ilícitas, con ello, el proceso de descomposición social ha sido más que evidente, dejando en serias dificultades al aparato institucional del gobierno a fin de atender todos los acontecimientos producto de la ruptura del pacto social, por otra parte, persiste la idea generalizada de que la violencia y el delito solamente es propio de algunos contextos, sin embargo la realidad es otra, si nos referiremos a la teoría de las ventanas rotas desarrollada por Q. Wilson y G Kelling en la década de los años ochenta del siglo pasado, esta parte de la idea de que los signos visibles de delincuencia provoca que ésta vaya en crecimiento, es decir, un edificio abandonado con una ventana rota es más probable que sea asaltado y ocupado si ésta no se repara en un tiempo prudentemente, bien sea que se encuentre en una zona de deciles del ingreso bajos o bien sea de deciles altos del ingreso, no hay distinción alguna. De ahí la importancia de mantener espacios públicos limpios y en orden, para que se genere una atmósfera en la que impere una percepción positiva, donde cualquier acto que atente contra la estabilidad, éste no sea tolerado.

En México, desde el año 2016 se han generado estimaciones respecto a la percepción de inseguridad por ciudad y en marzo de 2024, las ciudades con mayor porcentaje de población de 18 años y más que consideró inseguro vivir en su ciudad fueron: Fresnillo (95.4 %), Naucalpan de Juárez (89.6 %), Zacatecas (89.3 %), Chilpancingo de los Bravo (87.3 %), Cuernavaca (87.0 %) y Ciudad Obregón (86.6 %). En contraste, las ciudades donde la percepción de inseguridad resultó menor fueron: Benito Juárez (11.1 %), Piedras Negras (19.0 %), Cuajimalpa de Morelos (22.5 %), Mérida (23.2 %), Tampico (23.6 %) y Los Cabos (24.8 %).

En el caso del Estado de Tamaulipas, la pecepción de inseguridad en los municipios que son parte del estudio que reporta el INEGI, al mes de marzo fue como sigue: Reynosa (79.2%), Ciudad Victoria (50.1%), Nuevo Laredo (43.6%) y Tampico (23.6%), el porcentaje de la población cuya percepción de inseguridad es reportada, resulta de suma importancia, debido a que proporciona información sustancial respecto a las políticas de prevención que es necesario reforzar, para generar contextos más seguros para todos los ciudadanos.

Hablar del tema de inseguridad nos remite de manera inmediata al riesgo que perciben los ciudadanos de vivir en torno a contextos que ponen en riesgo su integridad física, económica y moral

Ante esta situación, es de vital importancia identificar el rol que guardan los distintos actores sociales encargados de reducir o limitar la inseguridad en todos los contextos sociales.

En ese sentido, la percepción se asocia con la idea que se genera el ciudadano respecto a cómo construye su espacio de seguridad, sin embargo, es necesario identificar que las instituciones de gobierno son las encargadas de atender todos aquellos actos que vulneran o ponen en riesgo el pacto social, es decir, en la que los habitantes se sienten con dificultades para realizar sus actividades cotidianas por el miedo hacer sujetos de un acto o evento violento o delincuencial.

En ese sentido, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana al primer trimestre del año en curso, con datos por demás interesantes entre los que destacan, que a nivel nacional en el mes de marzo del año en curso, el 61% de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad; durante el mismo período 66.5% de las mujeres y 54.5% de los hombres consideraron inseguro vivir en su ciudad.

Sin lugar a dudas, las cifras reportadas muestran lo complejo que percibe la población la convivencia en cuyos contextos impera la inseguridad en su ciudad, sin embargo, es necesario identificar que este problema se ha venido exacerbando a partir de las declaratorias de guerra que desde hace años se hicieron hacia ciertas actividades ilícitas, con ello, el proceso de descomposición social ha sido más que evidente, dejando en serias dificultades al aparato institucional del gobierno a fin de atender todos los acontecimientos producto de la ruptura del pacto social, por otra parte, persiste la idea generalizada de que la violencia y el delito solamente es propio de algunos contextos, sin embargo la realidad es otra, si nos referiremos a la teoría de las ventanas rotas desarrollada por Q. Wilson y G Kelling en la década de los años ochenta del siglo pasado, esta parte de la idea de que los signos visibles de delincuencia provoca que ésta vaya en crecimiento, es decir, un edificio abandonado con una ventana rota es más probable que sea asaltado y ocupado si ésta no se repara en un tiempo prudentemente, bien sea que se encuentre en una zona de deciles del ingreso bajos o bien sea de deciles altos del ingreso, no hay distinción alguna. De ahí la importancia de mantener espacios públicos limpios y en orden, para que se genere una atmósfera en la que impere una percepción positiva, donde cualquier acto que atente contra la estabilidad, éste no sea tolerado.

En México, desde el año 2016 se han generado estimaciones respecto a la percepción de inseguridad por ciudad y en marzo de 2024, las ciudades con mayor porcentaje de población de 18 años y más que consideró inseguro vivir en su ciudad fueron: Fresnillo (95.4 %), Naucalpan de Juárez (89.6 %), Zacatecas (89.3 %), Chilpancingo de los Bravo (87.3 %), Cuernavaca (87.0 %) y Ciudad Obregón (86.6 %). En contraste, las ciudades donde la percepción de inseguridad resultó menor fueron: Benito Juárez (11.1 %), Piedras Negras (19.0 %), Cuajimalpa de Morelos (22.5 %), Mérida (23.2 %), Tampico (23.6 %) y Los Cabos (24.8 %).

En el caso del Estado de Tamaulipas, la pecepción de inseguridad en los municipios que son parte del estudio que reporta el INEGI, al mes de marzo fue como sigue: Reynosa (79.2%), Ciudad Victoria (50.1%), Nuevo Laredo (43.6%) y Tampico (23.6%), el porcentaje de la población cuya percepción de inseguridad es reportada, resulta de suma importancia, debido a que proporciona información sustancial respecto a las políticas de prevención que es necesario reforzar, para generar contextos más seguros para todos los ciudadanos.