No hay mayor novedaden el estilo de QuentinTarantino:
Su auto publicitada novena película Había una vez en… Hollywood (Once Upon aTime in... Hollywood)/EUA- 2019 no se mueve ni un ápice de sus obsesiones fílmicas, probadas con amplitudes sus anteriores trabajos.
La historia del actor Rick/Leonardo DiCaprio y su dobleCliff/ Brad Pitt sirve a Tarantinopara hurgar en la memoria de su cine filia en el Hollywood sesentero, geografía sentimental en la hechura del entonces niño Quentin cuya bagaje explotará en su labor de cineasta.
El filme no es un mórbido acercamiento a la secta La familia, liderada por CharlesManson y acusada de cometer asesinatos crueles a personajes de la Meca del cine, como puede verse si uno se atiene a las reseñas malhadadas en la web. Había una vez en… Hollywood es un ajuste de cuentas con la intimidad fílmica del director en términos de sus gustos, influencias y querencias
Los personajes tratados en la cinta se concatenan más bien en la revisión licenciosa que permite el cine con los hechos reales, asunto que ya trató Tarantino en Bastardos sin gloria.Rick y Cliff serán, además, dos vehículos de reflexión sobre el quehacer del cine en la industria del cine. El primero como un actor acabado en su paso por series de tv que tiene que dar el paso inevitable al cine; el segundo, en su incomprendida tarea de stunman de las estrellas y, por lo tanto, destinada al olvido.
Tarantino da la impresión de que se ha cuidado en querer dejar un legado. ¿Cuál? El tiempo lo dirá, indudablemente, pero en Había una vez en…Hollywood sorprende a ratos de su acostumbrado cine criticado de misoginia y racismo.Las dos escenas de Rick con la niña actriz parecerían desdecirlo anterior. Igualmente, el tratamiento que le suministra al personaje de Sharon Tate/ MargotRobbie de tersura y de inteligencia(cuando va con el librero a pedir un libro, de Thomas Hardy, para regalárselo a su entonces esposo Roman Polanski).
¿Qué es Había una vez en…Hollywood? ¿Una serie de viñetas reiteradas de clips homenajes al cine y series de tv de la época? ¿Un recuerdo turístico del Hollywood de 1969? ¿O es el ejemplo notorio que el impulso inspirado para la puesta en escena de Tarantino ha pasado a mejor vida?
El filme no parece llegar a ningún lado. El segmento final, quizá lo más rescatable por la imbricación de la realidad histórica que trastoca, sea lo más tarantinesco en cuanto humor, desenfado e irreverencia por su incorrección política. Pero hasta allí, nada más…
