/ sábado 9 de abril de 2022

Hablemos de tecnología | Borges en Bits

“Me engañan y yo debo ser la mentira, me incendian y yo debo ser el infierno”, decía el inmortal Jorge Luis Borges en su poema el cómplice, en un derroche de maestría literaria que hoy parece estar bajo amenaza, una increíblemente fuerte, una que vive en un lugar muy similar a su descrito infierno, Internet.

Estimado Maestro Borges: a veces le extraño tanto como extraño al Maestro Sabines, es por ello que hoy me he decidido a escribir -no con tanta maestría claro- de un tema que me abruma sobremanera, y es que como sabrá tal vez como mis amables lectores, me dedico a escribir sobre tecnología, ese caprichoso demonio que desde hace varias décadas amplía sus gobiernos sobre el mundo, y hoy he quedado anonadado por el implacable alcance de una de sus mayores armas, la Inteligencia Artificial, aplicada a los algoritmos constructos para la redacción, o como diría en términos más simplistas, máquinas que escriben solas.

He querido comenzar así mi columna amigo lector, porque en verdad que resulta sorprendente y hasta cierto punto escalofriante la manera en que ha avanzado la rapidez, precisión, naturalidad y efectividad de los algoritmos de Inteligencia Artificial capaces de elaborar de simples a complejas redacciones en prácticamente cualquier idioma y también casi de cualquier tema. Hoy analizaremos y conoceremos juntos algunos de ellos.

Rytme es sin duda uno de los más avanzados, se caracteriza por su facilidad de uso, tiene planes gratuitos y de pago, solo debes registrarte -se puede con Google- y elegir tres sencillos parámetros, el idioma, “el tono” de la redacción y el tipo al que va enfocado, desde un ensayo hasta una entrada de blog pasando por muchas más, además, le pedirá algunas palabras clave para incluirlas en la redacción, le invito a conocerlo y probarlo desde www.rytr.me

Por su parte, la empresa Zyro.com cuenta también con un avanzado generador de contenido que es capaz de producir similares resultados, utilizando bases de datos y un algoritmo que al parecer es relacional, no de aprendizaje profundo, genera complejos textos de áreas específicas que son confirmadas por el usuario, de manera paralela contiene un editor que solicita una frase estructurada sobre algún tema, y “profundiza” en el mismo parafraseando y aportando nuevas líneas coherentes, aunque este último, de momento, está limitado exclusivamente al idioma inglés. Podemos probarlo ya desde www.zyro.com/mx/ia/generador-de-contenido

Asimismo, existen variantes de estas herramientas como inferkit que nos provee de una webapp que “manipula” los textos que usted le indique y “enriquece” los mismos con sinónimos, aportaciones relacionadas y un rico vocabulario digno de un experto, puede probarlo también de manera gratuita en https://app.inferkit.com/demo

Pero la existencia de estas herramientas ¿pudiera amenazar de alguna manera a la literatura misma?, podría dejar sin trabajo a escritores, poetas, periodistas y tantas personas que nos dedicamos a este hermoso arte de compartir el alma a través de las letras. La verdad es que si bien, se está avanzando a pasos acelerados, aún estamos lejos de poder pedirle a una máquina que genere verdadera “creatividad” que escriba por sí sola y sin ningún tipo de ayuda humana, una canción, un poema, un libro entero, que componga una melodía o que pinte una obra de arte, todo lo que tenemos hasta ahora, al menos de manera pública es solo … imitación de vida, algoritmos escritos por seres humanos creativos, que nos permiten emular los procesos cognitivos y de creación de las cosas … al menos hasta donde sabemos.

La tecnología detrás de muchos de estos avances viene de la tecnología Generative Pre-trained Transformer 3 (GPT-3), que es un modelo de lenguaje autorregresivo, desarrollado por el laboratorio OpenAI con sede en San Francisco, California, que emplea técnicas de aprendizaje profundo para producir textos que simulan la redacción humana, muchas veces como usted podrá comprobar, de maneras increíbles.

Estamos seguramente amigo lector, al borde del futuro, un inquietante destino que viaja de manera muy veloz a nuestro encuentro y que nos acorrala en un presente que se vuelve más difícil de entender y más complejo de manejar, pero sea cual sea el resultado, ese destino hermoso o terrible al que nos lleve, no debemos preocuparnos de los problemas que no tenemos, y mejor ocupémonos de disfrutar ese brevísimo espacio entre el útero y el féretro, ese que llamamos la vida, la de verdad, no la que viene prestablecida de unas líneas de código.

Paz y Bien

  • Facebook: www.facebook.com/soylalodelatorre
  • Twitter: @lalodelatorreg
  • Correo: tecnologia@lalodelatorre.com

El mayor peligro de la Inteligencia Artificial es que las personas concluyen demasiado pronto que la entiendenEliezer Yudkowsky

“Me engañan y yo debo ser la mentira, me incendian y yo debo ser el infierno”, decía el inmortal Jorge Luis Borges en su poema el cómplice, en un derroche de maestría literaria que hoy parece estar bajo amenaza, una increíblemente fuerte, una que vive en un lugar muy similar a su descrito infierno, Internet.

Estimado Maestro Borges: a veces le extraño tanto como extraño al Maestro Sabines, es por ello que hoy me he decidido a escribir -no con tanta maestría claro- de un tema que me abruma sobremanera, y es que como sabrá tal vez como mis amables lectores, me dedico a escribir sobre tecnología, ese caprichoso demonio que desde hace varias décadas amplía sus gobiernos sobre el mundo, y hoy he quedado anonadado por el implacable alcance de una de sus mayores armas, la Inteligencia Artificial, aplicada a los algoritmos constructos para la redacción, o como diría en términos más simplistas, máquinas que escriben solas.

He querido comenzar así mi columna amigo lector, porque en verdad que resulta sorprendente y hasta cierto punto escalofriante la manera en que ha avanzado la rapidez, precisión, naturalidad y efectividad de los algoritmos de Inteligencia Artificial capaces de elaborar de simples a complejas redacciones en prácticamente cualquier idioma y también casi de cualquier tema. Hoy analizaremos y conoceremos juntos algunos de ellos.

Rytme es sin duda uno de los más avanzados, se caracteriza por su facilidad de uso, tiene planes gratuitos y de pago, solo debes registrarte -se puede con Google- y elegir tres sencillos parámetros, el idioma, “el tono” de la redacción y el tipo al que va enfocado, desde un ensayo hasta una entrada de blog pasando por muchas más, además, le pedirá algunas palabras clave para incluirlas en la redacción, le invito a conocerlo y probarlo desde www.rytr.me

Por su parte, la empresa Zyro.com cuenta también con un avanzado generador de contenido que es capaz de producir similares resultados, utilizando bases de datos y un algoritmo que al parecer es relacional, no de aprendizaje profundo, genera complejos textos de áreas específicas que son confirmadas por el usuario, de manera paralela contiene un editor que solicita una frase estructurada sobre algún tema, y “profundiza” en el mismo parafraseando y aportando nuevas líneas coherentes, aunque este último, de momento, está limitado exclusivamente al idioma inglés. Podemos probarlo ya desde www.zyro.com/mx/ia/generador-de-contenido

Asimismo, existen variantes de estas herramientas como inferkit que nos provee de una webapp que “manipula” los textos que usted le indique y “enriquece” los mismos con sinónimos, aportaciones relacionadas y un rico vocabulario digno de un experto, puede probarlo también de manera gratuita en https://app.inferkit.com/demo

Pero la existencia de estas herramientas ¿pudiera amenazar de alguna manera a la literatura misma?, podría dejar sin trabajo a escritores, poetas, periodistas y tantas personas que nos dedicamos a este hermoso arte de compartir el alma a través de las letras. La verdad es que si bien, se está avanzando a pasos acelerados, aún estamos lejos de poder pedirle a una máquina que genere verdadera “creatividad” que escriba por sí sola y sin ningún tipo de ayuda humana, una canción, un poema, un libro entero, que componga una melodía o que pinte una obra de arte, todo lo que tenemos hasta ahora, al menos de manera pública es solo … imitación de vida, algoritmos escritos por seres humanos creativos, que nos permiten emular los procesos cognitivos y de creación de las cosas … al menos hasta donde sabemos.

La tecnología detrás de muchos de estos avances viene de la tecnología Generative Pre-trained Transformer 3 (GPT-3), que es un modelo de lenguaje autorregresivo, desarrollado por el laboratorio OpenAI con sede en San Francisco, California, que emplea técnicas de aprendizaje profundo para producir textos que simulan la redacción humana, muchas veces como usted podrá comprobar, de maneras increíbles.

Estamos seguramente amigo lector, al borde del futuro, un inquietante destino que viaja de manera muy veloz a nuestro encuentro y que nos acorrala en un presente que se vuelve más difícil de entender y más complejo de manejar, pero sea cual sea el resultado, ese destino hermoso o terrible al que nos lleve, no debemos preocuparnos de los problemas que no tenemos, y mejor ocupémonos de disfrutar ese brevísimo espacio entre el útero y el féretro, ese que llamamos la vida, la de verdad, no la que viene prestablecida de unas líneas de código.

Paz y Bien

  • Facebook: www.facebook.com/soylalodelatorre
  • Twitter: @lalodelatorreg
  • Correo: tecnologia@lalodelatorre.com

El mayor peligro de la Inteligencia Artificial es que las personas concluyen demasiado pronto que la entiendenEliezer Yudkowsky