/ domingo 23 de julio de 2023

Liberándose del alcohol | ¿Por qué ingresé a la comunidad de AA?

“Mi esposa me abandonó porque me emborracho casi todos los días y ya no quiere saber nada de mí, apenas teníamos ocho años de casados”.

Son múltiples las causas por las que un borrachito ingresa a la comunidad de Alcohólicos Anónimos. La más frecuente es el abandono que sufre un alcohólico por parte de su esposa, otra causa muy socorrida es la pérdida del trabajo por ser tan faltista a causa de sus parrandas. Otra es tener un accidente por conducir totalmente ebrio y se salva de "puro milagro", etc.

Cuando una persona se presenta a un grupo de Alcohólicos Anónimos y pide ayuda para dejar de beber, siempre será bien atendido y se proporcionará el apoyo necesario para recuperar la sobriedad. Pero como en todo proyecto de cambio en el carácter de una persona, siempre será necesaria la participación directa del interesado, nadie hará por él lo que solo él puede hacer. Por ejemplo: Juan atropelló a un cristiano, que paró en el hospital para una revisión general y gracias a Dios no tuvo lesiones graves y de inmediato se fue a su casa. Juan huyó del lugar de los hechos y dejó su vehículo, que lo llevaron al corralón. La persona atropellada denunció a Juan y este es detenido, lo encarcelan y tuvo que contratar un abogado para que lo liberaran. Entre los acuerdos que llegaron para la liberación destaca la obligación de Juan de asistir a las reuniones de un grupo de AA, para que se recupere de su alcoholismo. Tendrá que presentar cada semana una constancia de que asistió a las reuniones, firmada por el coordinador del Grupo. Esta actividad tendrá que realizarla durante 5 meses. Este es un caso muy claro en que nadie puede asistir por Juan a las reuniones que durante 5 meses le garantizaran que no consumirá alcohol. La realidad es que en cinco meses Juan experimentará los cambios positivos en su persona y es muy posible que continúe con la aplicación del programa de la recuperación de Los Doce Pasos.

Hay esposas que se convierten en la mamá del borrachito y toman una decisión diferente al abandono y personalmente lo llevan a la reunión de algún grupo. Ellas lo pastorean los primeros meses y están al pendiente que su pareja no falte a sus reuniones. Incluso ellas mismas se integran a la organización de los familiares de alcohólicos denominada Al-anon, que lleva también el programa de los Doce Pasos. Así ambos consortes luchan contra el alcoholismo, con la esperanza de una vida mejor para la familia.

La doctrina de AA enseña que la recuperación de la sobriedad tiene que ser una aspiración personal. Es decir, el borracho es quien debe tener el deseo sincero de abandonar la ingesta alcohólica. Por más que la esposa, la mamá o cualquier otro familiar quiera que el alcohólico deje de serlo, no funcionará.

Puede suceder que el borrachito asista a las reuniones de AA, para quitarse de encima la presión de su familiar y que una vez que experimente la terapia de algunos compañeros que llegaron a la comunidad por la misma motivación que él y que ahora han cambiado su actitud y están plenamente convencidos de que ellos son los enfermos que necesitan la recuperación y no su familiar. Puede ser que al recién llegado le impacte la actitud de sus compañeros y también cambie su razón de estar en Alcohólicos Anónimos. Los caminos para llegar a la sobriedad son muchos y siempre están disponibles para quienes quieren dejar de beber.

Si tú tienes el problema del alcoholismo, tú puedes acercarte a AA y trabajar por tu recuperación. A ningún alcohólico anónimo le molesta haber dejado de beber alcohol .

Marca alguno de los siguientes teléfonos para obtener el apoyo adecuado 8332125634, 8331055995 ó el 8332289003.

“Mi esposa me abandonó porque me emborracho casi todos los días y ya no quiere saber nada de mí, apenas teníamos ocho años de casados”.

Son múltiples las causas por las que un borrachito ingresa a la comunidad de Alcohólicos Anónimos. La más frecuente es el abandono que sufre un alcohólico por parte de su esposa, otra causa muy socorrida es la pérdida del trabajo por ser tan faltista a causa de sus parrandas. Otra es tener un accidente por conducir totalmente ebrio y se salva de "puro milagro", etc.

Cuando una persona se presenta a un grupo de Alcohólicos Anónimos y pide ayuda para dejar de beber, siempre será bien atendido y se proporcionará el apoyo necesario para recuperar la sobriedad. Pero como en todo proyecto de cambio en el carácter de una persona, siempre será necesaria la participación directa del interesado, nadie hará por él lo que solo él puede hacer. Por ejemplo: Juan atropelló a un cristiano, que paró en el hospital para una revisión general y gracias a Dios no tuvo lesiones graves y de inmediato se fue a su casa. Juan huyó del lugar de los hechos y dejó su vehículo, que lo llevaron al corralón. La persona atropellada denunció a Juan y este es detenido, lo encarcelan y tuvo que contratar un abogado para que lo liberaran. Entre los acuerdos que llegaron para la liberación destaca la obligación de Juan de asistir a las reuniones de un grupo de AA, para que se recupere de su alcoholismo. Tendrá que presentar cada semana una constancia de que asistió a las reuniones, firmada por el coordinador del Grupo. Esta actividad tendrá que realizarla durante 5 meses. Este es un caso muy claro en que nadie puede asistir por Juan a las reuniones que durante 5 meses le garantizaran que no consumirá alcohol. La realidad es que en cinco meses Juan experimentará los cambios positivos en su persona y es muy posible que continúe con la aplicación del programa de la recuperación de Los Doce Pasos.

Hay esposas que se convierten en la mamá del borrachito y toman una decisión diferente al abandono y personalmente lo llevan a la reunión de algún grupo. Ellas lo pastorean los primeros meses y están al pendiente que su pareja no falte a sus reuniones. Incluso ellas mismas se integran a la organización de los familiares de alcohólicos denominada Al-anon, que lleva también el programa de los Doce Pasos. Así ambos consortes luchan contra el alcoholismo, con la esperanza de una vida mejor para la familia.

La doctrina de AA enseña que la recuperación de la sobriedad tiene que ser una aspiración personal. Es decir, el borracho es quien debe tener el deseo sincero de abandonar la ingesta alcohólica. Por más que la esposa, la mamá o cualquier otro familiar quiera que el alcohólico deje de serlo, no funcionará.

Puede suceder que el borrachito asista a las reuniones de AA, para quitarse de encima la presión de su familiar y que una vez que experimente la terapia de algunos compañeros que llegaron a la comunidad por la misma motivación que él y que ahora han cambiado su actitud y están plenamente convencidos de que ellos son los enfermos que necesitan la recuperación y no su familiar. Puede ser que al recién llegado le impacte la actitud de sus compañeros y también cambie su razón de estar en Alcohólicos Anónimos. Los caminos para llegar a la sobriedad son muchos y siempre están disponibles para quienes quieren dejar de beber.

Si tú tienes el problema del alcoholismo, tú puedes acercarte a AA y trabajar por tu recuperación. A ningún alcohólico anónimo le molesta haber dejado de beber alcohol .

Marca alguno de los siguientes teléfonos para obtener el apoyo adecuado 8332125634, 8331055995 ó el 8332289003.