PRIMERA TANDA.- El profundo quebranto de las certidumbres filosóficas, científicas y religiosas que caracterizan a nuestra época, ha dado lugar a un fenómeno que prácticamente tiene que ver con la sugestión de muchedumbres. Es el caso de las supuestas catástrofes de proporciones cósmicas que se avecinan para los próximos años, de acuerdo a los profetas del apocalipsis 2.0,( hay quienes adelantan hasta la fecha en que los terrícolas seremos arrastrados hacia la otra dimensión con todo y zapatos).
Existe una imprecisa ansiedad de saber que no somos los únicos de nuestra especie, navegando en la balsa que es nuestro planeta. Soñamos que no estamos solos en el cosmos. Y son cada vez más los que creen, esperan y desean la llegada de “seres de otras galaxias” como nuestros salvadores, pero, (¿Habrán leído la Guerra de los Mundos de H.G. Wells?).
El hombre con el IQ de inteligencia más alto en el planeta, el científico Stephen Hawkins, hace años se encargó de advertir a Tirios y Troyanos que su intuición matemática le decía que efectivamente, sí existe vida extraterrestre; pero que cualquier contacto implica grandes riesgos, ya que estos seres no vendrían solo en plan de amistad sino que podrían ser perversos, belicosos e intentar apoderarse de los recursos naturales del globo terráqueo (incluida la raza humana, gulp).
La pregunta es qué sucedería de llegar una raza alienígena y nos dijera que conocen una manera más productiva de trabajar que como lo conocemos con las computadoras, que existen otras formas de energía más eficientes que las que hoy utilizamos, y que hay un dios, aunque no de la manera en que nosotros lo concebimos. La respuesta es muy sencilla: sería una auténtica hecatombe.
SEGUNDA TANDA.- La visión maniquea de quienes consideran lo privado como sinónimo de la virtud, frente a la perversidad intrínseca del sector público, revela el ideal del neoliberalismo económico en México: la profunda mutación en la forma de vida y pensamiento de miles de individuos para los cuales el dinero tiene más valor que el compromiso social, la honestidad, la libertad y la nacionalidad. Esto es lo que nos ofrece más de cuarenta años de neoliberalismo, con la venta de más de 250 empresas públicas al sector privado, basado en la modificación a la Constitución que legisladores del PRI y Pan llevaron a cabo . Así se entregó los bancos a unos pocos afortunados. Igualmente la minería y la generación de electricidad. Se aprobó el aumento al IVA de 10 a 15 por ciento, con todo y Roqueseñal. Se perdió con las afores. Se aprobaron Fobaproa y el rescate carretero, y un largo y prolongado etc, etc, etc. Esto sin contar los fraudes electorales por la presidencia de la República en mil novecientos ochenta y ocho, dos mil seis y dos mil doce.
A consecuencia de los gobiernos de corte neoliberal, hoy en todo el país existe una generación de individuos aislados, solos, confiando en el esfuerzo individual para definir proyectos. Personas para las cuales es indispensable acaudalar riqueza, mucha riqueza en la creencia de que esta vocación, que se cultiva desde los primeros años de vida en las aulas escolares o nuestros hogares, eventualmente les permitirá granjearse el aprecio y respeto de sus semejantes. Es así que el funcionario que lucra con los bienes públicos será reconocido socialmente como un hombre o mujer de éxito. Esto se mimetiza en diversos ámbitos del actuar humano.
¿No es motivo para la reflexión y el análisis?
Los preocupantes niveles de descomposición social demandan legislar sobre la mejor forma de recuperar la fe perdida en el esfuerzo colectivo y la manera de acumular fuerzas para definir un proyecto de nación que responda a los intereses de México.
Es indispensable fortalecer el tejido social y un entorno que produzca ciudadanos que hagan decisiones tomando en cuenta un proyecto de país, y no solo apostándole al éxito personal a costa de traicionarlo todo.
Es imperativo el cultivo masivo de valores como el compromiso social y la cooperación, incluida la participación política consciente y comprometida. Es preciso mantener el rumbo, mantener con toda las fuerzas la convicción de servicio. ¿ Habrá algún mexicano consciente que no apoye que aquellos que gobiernan inviten a pagar a los que cometen despilfarros, fraudes y robos multimillonarios? ¿Sobre todo, al saberse que ese “faltante” se cubría con trabajo del pueblo, a costa de pagar el enorme déficit?.
PS. Un anhelo de hace mucho tiempo es llevar a cabo la reubicación de la caseta de cobro número 49 del puente Tampico. Esto sería un detonante para el desarrollo de una gran región del Golfo de México.
